Pentecostés en Jerusalén es la fiesta del Cenáculo | Custodia Terrae Sanctae

Pentecostés en Jerusalén es la fiesta del Cenáculo

31 de mayo. Pentecostés en Jerusalén es la fiesta del Cenáculo. ¡No sólo para los franciscanos! Ayer por la tarde, el Studium Biblicum Franciscanum (profesores y estudiantes) se reunieron en el convento del Cenáculo para permanecer en oración "cerca del Cenáculo".

También un grupo de sacerdotes de nacionalidad polaca se reunió, tras la cena, "bajo los muros, lo más cerca posible del Cenáculo" para una vigilia de oración. Así, esta mañana, cuando el vicario custodial, fray Artemio Vítores, en su homilía recuerda que "en 1559, los franciscanos expulsados del Cenáculo se establecieron en la actual iglesia-convento de San Salvador", la solemne concelebración eucarística se hace eco de la fuerte nostalgia de la primera residencia de los franciscanos en Jerusalén, igual que cada cristiano que vive o visita la Tierra Santa.

La santa Misa por la solemnidad de Pentecostés este año es también el domingo más cercano al 2 de junio, fiesta nacional de Italia, y por eso, en su monición de entrada, fray Artemio ha subrayado el significado del domingo como "día del hombre", escuela donde se aprende la caridad, la justicia y la paz. "Con esta luz celebramos hoy la fiesta nacional de Italia, esperando y deseando al pueblo italiano la paz, la justicia, el bienestar y el amor fraterno".

A la celebración eucarística siguió el consabido refresco, que este año se ha podido ofrecer en el salón de entrada de la nueva curia custodial, ocasión para visitar la reproducción de la capilla de los Scrovegni de Padua, testio de arte y cultura italiana, y que en estos primeros meses de su exposición en Jerusalén ha visto pasar por ella a muchas personas.

La solemnidad de Pentecostés prevé por la tarde la oración solemne de las vísperas en el Cenáculo, que a las 16 horas ha visto reunirse en él a los frailes llegados de San Salvador en procesión, junto a los fieles locales y peregrinos. Una cita clásica que reúne en este pequeño espacio de la sala grande a numerosas personas. Aquí, retomando lo explicado esta mañana en la homilía, fray Artemio ha transformado en oración lo que decía san Francisco, es decir, que "el Espíritu Santo es el verdadero Ministro General del Orden, y consideraba que el Capítulo, que se celebra en Pentecostés, debía ser un retorno al cenáculo de Jerusalén". Todos se han unido en la fe a la oración para que el Espíritu Santo guíe el Capítulo que se está celebrando en Asís, y acompañe ahora y siempre a los franciscanos que, donde su presencia data ya de más de 800 años.

Para leer la homilía de Fray Artemio Vìtores, hacer click aquí (en italiano).

Para leer la homilía da las vìsperas de Fray Artemio Vìtores, hacer click aquí (en italiano).

Irene Boschetti