Pafos, la primera etapa del viaje del Papa a Chipre | Custodia Terrae Sanctae

Pafos, la primera etapa del viaje del Papa a Chipre

Viernes, 4 de junio. El Santo Padre, Benedicto XVI, ha culminado en la tarde hoy la primera etapa de su viaje a Chipre. A lo largo de la misma ha pronunciado dos discursos, en esta visita en la que cada palabra tiene su importancia y en la que la presencia del Papa tiene una gran significación para todos los componentes de las distintas realidades locales: para los chipriotas, que esperan de él un toma de posición clara ante la ocupación de la parte norte de la isla; para los turcos, a los que no hará mucha gracia que el Papa se pronuncie sobre el punto anterior; para los ortodoxos de la isla, cuya postura ante la presencia del Papa de Roma varía respecto de la acogida que se le debe dispensar; y, finalmente, para los maronitas, que son apenas en toda la isla unos 6.000 en medio de 800.000 griegos ortodoxos, que tras sentirse desplazados en medio del conflicto entre griegos y chipriotas turcos, tienen hoy el temor a desaparecer por la simple y llana –y obvia- asimilación debida a los matrimonios mixtos.

También fuera de la isla se esperan con expectación las palabras de Benedicto XVI. Chipre, esta puerta del Oriente Medio adonde el Papa ha querido acercarse en peregrinación siguiendo las huellas de san Pablo y en donde ha entregado el Instrumentum Laboris, el documento base de trabajo para preparar la Asamblea especial del Sínodo de los Obispos del Oriente Medio, es la misma isla que la semana pasada vio partir hacia Gaza los barcos de la desgraciadamente famosa flotilla. Casualidad o no, algunas fuentes señalan que el documento del Sínodo contendría la más grave condena que Roma haya realizado jamás sobre la ocupación israelí de los territorios palestinos. El Estado de Israel, un año después de haber acogido al Papa, se pone ahora a la defensiva. Y en un intento por intentar satisfacer a todos, incluso los musulmanes miran con interés esta visita, situándose al lado de sus correligionarios de la república turca del Norte de Chipre, haciendo de Turquía en este momento la cabeza motora del mundo islámico. ¿Hablará el Papa del saqueo y destrucción del patrimonio cristiano en la parte norte de la isla? ¿Lo atribuirá acaso al Islam? Para el Papa estos tres días en Chipre no tienen nada que ver con una cura solar en un agradable balneario.

La primera etapa ha concluido y parece que todo ha ido bien. A su llegada al aeropuerto, ante el Presidente chipriota, Demetris Christofias, el Papa, refiriéndose a la situación del país, ha expresado delicadamente este deseo: “Que el amor por vuestra patria y por vuestras familias y el deseo de vivir en armonia con vuestros vecinos bajo la benévola protección de Dios omnipotente, os inspiren en vuestros pacientes esfuerzos para solucionar los problemas que aún perduran, que compartís con la comunidad internacional y que afectan al futuro de vuestra isla”.

Probablemente estas palabras no hayan satisfecho plenamente las expectativas del Presidente y, sin ninguna duda, habrán sorprendido a aquellos griegos ortodoxos que ya acusaron al Papa de no manifestarse suficientemente contra los turcos. Tratado como si fuera un hereje por su empeño en el diálogo interreligioso, se ha encontrado frente a sí a los ortodoxos más radicales, enfadados además por el hecho de no haber reconocido la superioridad de la teología ortodoxa.
En su magnífico discurso sobre la comunión eclesial y el camino hacia la unidad, pronunciado sobre las ruinas de la iglesia de Agia Kiriaki Chrysopolitissa en Pafos en el curso de una celebración ecuménica, el Santo Padre ha agradecido al arzobispo ortodoxo de Chipre, Chrisostomos II, su personal empeño en favor de esta visita, acallando entre su rebaño aquellas voces que se oponían a la misma. A quien le ha tratado de hereje, el Santo Padre ha respondido con esta verdad fundamental que relativiza toda división: “La Verdad es Jesucristo”.

Más allá de los discursos, lo que ha marcado esta primera jornada ha sido el abrazo entre Benedicto XVI y el arzobispo Chrysostomos II, escuchar al Santo Padre hablar en griego, ver al Presidente chipriota en la tribuna de los obispos, escuchar el evangelio en la misma lengua en que fue escrito –el griego-, ver a todos los obispos, cardenales y todos los Ordinarios de Tierra Santa proclamar el Padrenuestro en griego –pues todos sabían leerlo- y ha sido también el ver la espléndida acogida que los chipriotas han dispensado al Papa, e incluso la de los tantísimos filipinos presentes en la isla.

Además, se podrá ver en la televisión a nuestros frailes franciscanos. Al padre Custodio, seguro, pero también a algunos de los cerca de cincuenta frailes de la Custodia presentes para la ocasión. Mañana todo se centrará en la Custodia, recorriendo la historia de su presencia en la isla.

Mab

Para seguir y comprender mejor la visita del Santo Padre podéis consultar la sección “El Papa en Chipre” de nuestro sitio web, actualizada con los videos del Franciscan Media Center, y además el sitio web de la editorial de la Custodia en Milán: www.terrasanta.net

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http://www.papalvisit.org.cy/cgibin…

Celebración Ecuménica en el área arqueológica de la iglesia de Agia Kiriaki Chrysopolitissa (Paphos, 4 de junio de 2010)