Padre Giuseppe Leombruni, un franciscano valiente | Custodia Terrae Sanctae

Padre Giuseppe Leombruni, un franciscano valiente

"La Custodia no olvidará lo que usted hizo en Caná, y si Caná todavía hoy es cristiana, se lo debe a su abnegación y a riesgo de su misma vida"
De este modo, en 1972, escribía el padre Herminio Roncari. Destinatario del "gracias" del Custodio de entonces era el padre Giuseppe Leombruni, párroco por años de la ciudad galilea que con valentía y determinación el 22 de julio de 1948 persuadió a los soldados de Haganah, convenciéndolos para no atacar a la población.

Un idéntico gracias, formulado precisamente con estas palabras, fue aquel que desde Caná se eleva en relación al franciscano en la lápida, recientemente inaugurada a pocos metros de la Iglesia latina.
Fue el padre Michele Piccirillo, poco antes de su fallecimiento, quien dictó la inscripción y encargó al escultor Vincenzo Bianchi, la reproducción en bajorrelieve del retrato de fray Leombruni.

Fue original de Ferentino, clase 1917, el franciscano llega a Tierra Santa con solo 11 años. Bautizado con el nombre de Luigi, se vuelve fray Giuseppe en 1934, después se hace sacerdote en 1942. Por muchos años, fue capellán militar, después fue destinado a Caná como párroco. El episodio recordado por la lápida se remonta a los meses inmediatamente sucesivos a la división de Palestina entre árabes y judíos y a la proclamación del Estado de Israel, en correspondencia con la primera de las guerras árabe-israelitas.

Durante su encargo como capellán militar conoció a muchos oficiales ingleses y judíos. En las invasiones que hacían para tomar la tierra hagana, o las tropas judías, él, junto al sacerdote ortodoxo de su tiempo, el prochorós y el alcalde árabe, cristiano, vinieron ... y llevaron la bandera blanca, y significa que Caná fue encomendada pacíficamente, como San Francisco nos enseñó a ser pacíficos. Muchas familias, cristianos y musulmanes vinieron a nuestro convento, a nuestra iglesia, para ser protegidos por varios días. Ahora, en 2011, hemos reconocido verdaderamente su favor, su amor por esta población.