Oración en el Cenáculo el Jueves Santo | Custodia Terrae Sanctae

Oración en el Cenáculo el Jueves Santo

¿Dónde se instituyó la Eucaristía? Sobre el Monte Sión. Si . Pero está prohibido celebrar la misa en el Cenáculo.
¿Por esta razón se celebra, en la misma mañana, la institución de la Eucaristía en el Santo Sepulcro? No.

En la época en que los franciscanos eran los custodios del Cenáculo (1300-1551), la liturgia del Jueves Santo era ya celebrada en el Santo Sepulcro. Antes de eso, durante las Cruzadas, ocurría lo mismo.
El hecho es que el misterio eucarístico es el memorial de la muerte y de la resurrección de Cristo. Celebrar la misa no es imitar los gestos de Cristo sino renovar el misterio de la Pasión y de la Resurrección.

Hasta el Concilio Vaticano II, la ceremonia del lavatorio de los pies no se insería en la misa de la Cena del Señor. También durante las Cruzadas la misa se celebraba en el Santo Sepulcro, y el lavatorio de los pies, como hizo el mismo Cristo, se hacía en el Cenáculo.
Hoy mismo, todavía, el Cenáculo está ligado íntimamente al Jueves Santo, y dado que la liturgia en Jerusalén es una liturgia itinerante, cada Jueves Santo, los frailes franciscanos de la Custodia de Tierra Santa se acercan en peregrinación hasta el Monte Sión.

Este año, en las calles del barrio armenio, repleto de judíos que van o vienen del Kotel (Muro occidental) también para ellos tiempo pascual, la procesión franciscana, precedida de los kawas con su vestimenta otomana, no pasaba inadvertida. Los “hermanos mayores” hebreos, miraban atónitos, como los Cristianos cuando ven pasar a los hebreos ultra ortodoxos. ¡Pintoresca y genial ciudad de Jerusalén!
Algunos fieles siguen el cortejo, otros lo han precedido y la estancia inferior del Cenáculo está llena. Reina una atmósfera de alegría.

Estamos como en familia y el Custodio de Tierra Santa, fra Pierbattista Pizzabala, sin formalismos, sondea a la asamblea: “¿Quién entiende el inglés?” Las manos se alzan. “¿El español?, ¿el italiano?”. Hay empate, por tanto las oraciones se harán en estas lenguas, además de en árabe. La oración universal se hará también en hebreo y polaco.
Un pequeño coro de frailes está presente para animar la oración. Los otros están en el Santo Sepulcro, a puertas cerradas, para la adoración eucarística.

En el Cenáculo, la oración es muy simple y recogida. En el momento del Padrenuestro, el Custodio, como hace normalmente cuando preside en este lugar [1], invita a la asamblea a rezar la oración cada uno en su propia lengua.
Después de una media hora, todos aquéllos que lo deseaban han seguido a los Franciscanos en su peregrinación hasta la iglesia de Santiago, y después a la capilla de los Ángeles.

La tradición armenia sitúa en esta iglesia el lugar del martirio de Santiago el Mayor, y en la capilla sitúa la casa del Gran Sacerdote Anás. Es aquí donde los armenios acogieron a los franciscanos, después de su expulsión del Cenáculo en 1551, mientras vagaban por la ciudad. En señal de agradecimiento por esta acogida, el Jueves Santo los Franciscanos vienen a los armenios.
Después del canto de Padrenuestro y la recitación de un Avemaría, los franciscanos retornaron a San Salvador, donde el Custodio debía presidir la misa parroquial de la Cena del Señor y realizar todavía el gesto del lavatorio de los pies.

MAB

[1] El título exacto del Custodio es el de Guardián del Monte Sión y del Santo Sepulcro. El Custodio preside las dos peregrinaciones anuales al Cenáculo: el Jueves Santo por la tarde y el día de Pentecostés, cuando se cantan las vísperas de la fiesta en el Cenáculo.