“Open House”: dos conventos de la Custodia abiertos a los visitantes | Custodia Terrae Sanctae

“Open House”: dos conventos de la Custodia abiertos a los visitantes

Sucede una vez al año, en un fin de semana denso de visitas y eventos. “Open House” es un proyecto que pretende abrir espacios normalmente cerrados al público, para fomentar el encuentro y el conocimiento del territorio. También la Custodia de Tierra Santa participó en la última edición en Jerusalén, abriendo los conventos de San Salvador en la ciudad vieja y de San Francisco en el Monte Sion (llamado el “Cenacolino”). El evento tuvo lugar del 26 al 28 de octubre y en él se incluyeron más de cien edificios. Villas privadas, edificios públicos, plazas, jardines, sinagogas, conventos e iglesias abrieron sus puertas durante dos días para ser descubiertos por ciudadanos y curiosos.

El proyecto nació hace once años en Tel Aviv a partir de la idea de un grupo de arquitectos, inspirado en iniciativas similares en Londres y Nueva York, y más tarde se extendió también a Jerusalén.
«Los lugares que hemos abierto fueron elegidos por algún guía o por personas que tenían interés en visitarlos – explicaba Aviva Levinson, directora de “Open House” -. En otros casos han sido los mismos propietarios los que han escrito a nuestro sitio web para proponer lugares ricos en historia». Así fue en el caso de los conventos de los franciscanos, que son centro de la curiosidad de mucha gente, y por eso forman parte desde hace años del proyecto que en hebreo se llama 'Batim MiBifnim', 'Casas por dentro'. Gracias al trabajo de Aviva Levinson, del arquitecto Keren Kinberg, conservador de Open House Jerusalén y de algunos voluntarios, la iniciativa consigue cada año tanto éxito que en la última edición el sitio oficial se vio desbordado por las reservas.

Los participantes en las visitas a los conventos franciscanos fueron numerosos y los mismos frailes de la Custodia de Tierra Santa pueden testimoniarlo. «Abrimos el portón de nuestro convento del Monte Sion durante tres horas», cuenta fray Alberto Pari, director del instituto musical Magnificat y encargado de las relaciones con la sociedad israelí. «Desde las 15:00 a las 18:00 cientos de israelíes y de turistas entraron a ver el jardín, la capilla superior y la inferior – continuaba fray Alberto -. También hicieron preguntas sobre nuestra historia y la historia del convento».
El sábado 28 de octubre le tocó el turno al convento de San Salvador en Jerusalén en el que, desde las 11 de la mañana, se permitió la entrada a dos grupos de visitantes. Hizo de guía el mismo fray Alberto, ayudado por fray Joseph y un guía local. Más de 120 personas pudieron admirar el refectorio, la iglesia, la terraza del antiguo convento franciscano. «“Casas por dentro” es un proyecto para ver casas, pero a las personas les interesa mucho más quién vive en ellas – decía fray Alberto -. Entre un sitio y otro, me preguntaban sobre mí, cómo había llegado a la vocación, cómo era mi jornada habitual».

Durante la visita al convento, los israelíes y los turistas preguntaron también sobre la fraternidad de la Custodia de Tierra Santa, sobre la comunidad cristiana local, sobre San Francisco y su historia y sobre el aniversario de los 800 años de los franciscanos en Tierra Santa. Eran personas de todas las edades y de procedencia diversa, que los franciscanos de la Custodia acogieron con alegría.

No pocos fueron los comentarios positivos recibidos sobre las dos jornadas, contaba la directora Aviva Levinson. «Entre todas las visitas que he hecho este año, la del convento del Monte Sion ha sido la más intensa – decía una chica -. Me parecía estar en una burbuja, porque la calma que se respiraba allí contrastaba con el caos del Monte Sion. Es un lugar tan tranquilo…» También a la salida del convento de San Salvador se recogían comentarios entusiastas. «Debido al hábito de fray Alberto Pari, la gente no creía que supiese hablar correctamente en hebreo, y por eso estaban realmente sorprendidos», decía Aviva Levinson. Muchos de los que no consiguieron reserva para las visitas, esperan poder acceder el próximo año al convento franciscano, como muestra de que en todas partes hay el deseo de conocer mejor a esta comunidad de religiosos que desde hace 800 años forma parte de la historia de Jerusalén y de la Tierra Santa.

Beatrice Guarrera