“¿Qué haces? ¡Pero ven! ¡Te aseguro que es magnífico, ven con nosotros!”. Antes de que comenzase la inauguración las puertas del nuevo centro parroquial estaban abiertas. Las señoras de la Legión de María, como un flujo incesante de hormigas trabajando, seguían llevando todos los platos que habían preparado para el buffet. Algunos curiosos habían aprovechado esta apertura para visitar el centro. Y no volvían a salir. Uno de estos, pegado al teléfono, invitaba a los amigos: “¡Ven, nos vas a creer lo que vas a ver!”.
Y eran cerca de 700, si no más, los que se percataban de eso y no daban crédito a sus ojos. El nuevo centro parroquial de Nazaret es espléndido. “¡Es magnífico! ¡Es demasiado! ¡Verdaderamente, muchísimas gracias al santo Padre, a todos los cristianos alemanes y a la Custodia!”.
“Desde hacía mucho tiempo la parroquia latina de Nazaret esperaba este centro de Acción Católica. Aún siendo la parroquia latina más grande de Oriente Medio, ésta disponía sólo de una casa parroquial, amplia pero insuficiente para sus 7.000 fieles. Los locales de la escuela de Tierra Santa suplían tal carencia, sin embargo no podían ofrecer todas las comodidades del nuevo centro”, explica el párroco, fray Amjad Sabbara.
Como se ha recordado en los discursos, la parroquia y sus últimos dos párrocos, fray Arturo Vasaturo y fray Maroun Younan, habían pedido personalmente y trabajado por esta construcción, mientras que la Custodia había puesto a su disposición el terreno y había supervisado los proyectos. Quedaban por concretar dos cuestiones, y no de poca envergadura: el permiso de construcción, que el alcalde de Nazaret, el señor Ramez Jarisy, impulsó –cosa que no parece anduviese por sí misma-, y el dinero, más de un millón y medio de euros…
La casi totalidad de la suma es fruto de la generosidad conjunta de los fieles alemanes y del santo Padre Benedicto XVI. Los primeros, con ocasión del viaje del Papa a Alemania, habían realizado una colecta, mientras que el segundo, apenas recibió este regalo de sus compatriotas, pensó en donarlo, especificando que quería destinar tal donación a los cristianos de Tierra Santa que viven en Israel. Así fue cómo se puso a disposición de tal proyecto un millón de euros, y se envió al Custodio en diciembre de 2006.
Cuando después una delegación de obispos alemanes vino a poner la primera piedra, en febrero de 2006, sabiendo que con el millón de euros no bastaría para cubrir todos los gastos del proyecto, añadieron una posterior donación de cerca de 300.000 euros. La Custodia, que tiene a su cargo la parroquia de Nazaret, completó lo que faltaba. Pero también los cristianos de Nazaret han querido participar: de hecho, han recogido, mediante una colecta, 200.000 shekels (40.000 euros), lo que les ha permitido adquirir material deportivo de alta tecnología.
“¡Espero que el Papa venga a visitar su centro!”, ha dicho una entusiasta parroquiana. Mientras tanto, será una foto suya la que le haga presente en el pensamiento lleno de gratitud de la multitud que se apiña. De hecho, no hay necesidad de llamar a la gente por teléfono, ya está aquí. Llegada con anterioridad, la gente está impaciente. Hombres, mujeres, niños, religiosos y religiosas, todos han venido para acompañar al Custodio de Tierra Santa en la inauguración.
Él, el Custodio… conocía, mientras venía de viaje hacia Nazaret, que se requería su presencia en una importante reunión la misma tarde en Belén, con el Presidente de la Autoridad Palestina. Por eso ha sido sustituido por el ecónomo de la Custodia, fray Dobromir Jasztal. También el obispo greco-católico de Galilea, monseñor Elías Chacour, ha participado en la ceremonia. El centro parroquial de hecho estará abierto a todos los cristianos sin distinción de confesión, como ya ocurre con el centro de Belén. Tanto en Galilea, como en los Territorios Palestinos, los cristianos son una minoría dentro de la minoría, y eso favorece la cercanía.
Mons. Elías Chacour ha tomado parte activa en la ceremonia de inauguración. Después que fray Dobromir hubiera pronunciado la oración de bendición y que la asamblea hubiera recitado el Padrenuestro, él, junto al párroco fray Amjad y el alcalde, han cortado la cinta, inaugurando así oficialmente el centro. Después, mientras fray Dobromir procedía a la bendición de todos los locales, que son bastantes, la gente se ha desplazado hasta el auditorium, donde tendrían lugar los discursos. La sala estaba tan llena que se tenía que seguir tras las ventanas o intentar escuchar algo desde las puertas. Y la gente estaba radiante de alegría. No se ha olvidado a nadie en los agradecimientos, y ni mucho menos al santo Padre, siempre presente en fotografía.
Ahora sólo falta amueblar el centro, porque bien pronto empezará a acoger a todo tipo de grupos, de todas las edades, para la formación espiritual pero también humana o artística. “Es importante, para nuestros jóvenes, disponer de un lugar de encuentro donde puedan juntarse con las mejores condiciones”, explica fray Amjad. Y prosigue: “La parroquia de Nazaret es muy activa: dentro de poco empezará un nuevo grupo, la “fraternidad de María de Nazaret”, para el acompañamiento espiritual de las parejas jóvenes. Poco después de que se casen, tendrán encuentros mensuales siguiendo el modelo de los equipos de Notre Dame. Contamos ya con tres fraternidades, es decir, treinta parejas. Y después están la escuela del Niño Jesús, y para los más grandes, las Florecillas de san Francisco. El cristianismo aquí está muy vivo, y está aumentando en número”.
Los desafíos no faltan para estos cristianos árabes palestinos de nacionalidad israelí, como se llaman a sí mismos. El nuevo centro parroquial será testigo de su capacidad de vivir y defender esta identidad múltiple, en la alegría y en la fe.
MAB
Y eran cerca de 700, si no más, los que se percataban de eso y no daban crédito a sus ojos. El nuevo centro parroquial de Nazaret es espléndido. “¡Es magnífico! ¡Es demasiado! ¡Verdaderamente, muchísimas gracias al santo Padre, a todos los cristianos alemanes y a la Custodia!”.
“Desde hacía mucho tiempo la parroquia latina de Nazaret esperaba este centro de Acción Católica. Aún siendo la parroquia latina más grande de Oriente Medio, ésta disponía sólo de una casa parroquial, amplia pero insuficiente para sus 7.000 fieles. Los locales de la escuela de Tierra Santa suplían tal carencia, sin embargo no podían ofrecer todas las comodidades del nuevo centro”, explica el párroco, fray Amjad Sabbara.
Como se ha recordado en los discursos, la parroquia y sus últimos dos párrocos, fray Arturo Vasaturo y fray Maroun Younan, habían pedido personalmente y trabajado por esta construcción, mientras que la Custodia había puesto a su disposición el terreno y había supervisado los proyectos. Quedaban por concretar dos cuestiones, y no de poca envergadura: el permiso de construcción, que el alcalde de Nazaret, el señor Ramez Jarisy, impulsó –cosa que no parece anduviese por sí misma-, y el dinero, más de un millón y medio de euros…
La casi totalidad de la suma es fruto de la generosidad conjunta de los fieles alemanes y del santo Padre Benedicto XVI. Los primeros, con ocasión del viaje del Papa a Alemania, habían realizado una colecta, mientras que el segundo, apenas recibió este regalo de sus compatriotas, pensó en donarlo, especificando que quería destinar tal donación a los cristianos de Tierra Santa que viven en Israel. Así fue cómo se puso a disposición de tal proyecto un millón de euros, y se envió al Custodio en diciembre de 2006.
Cuando después una delegación de obispos alemanes vino a poner la primera piedra, en febrero de 2006, sabiendo que con el millón de euros no bastaría para cubrir todos los gastos del proyecto, añadieron una posterior donación de cerca de 300.000 euros. La Custodia, que tiene a su cargo la parroquia de Nazaret, completó lo que faltaba. Pero también los cristianos de Nazaret han querido participar: de hecho, han recogido, mediante una colecta, 200.000 shekels (40.000 euros), lo que les ha permitido adquirir material deportivo de alta tecnología.
“¡Espero que el Papa venga a visitar su centro!”, ha dicho una entusiasta parroquiana. Mientras tanto, será una foto suya la que le haga presente en el pensamiento lleno de gratitud de la multitud que se apiña. De hecho, no hay necesidad de llamar a la gente por teléfono, ya está aquí. Llegada con anterioridad, la gente está impaciente. Hombres, mujeres, niños, religiosos y religiosas, todos han venido para acompañar al Custodio de Tierra Santa en la inauguración.
Él, el Custodio… conocía, mientras venía de viaje hacia Nazaret, que se requería su presencia en una importante reunión la misma tarde en Belén, con el Presidente de la Autoridad Palestina. Por eso ha sido sustituido por el ecónomo de la Custodia, fray Dobromir Jasztal. También el obispo greco-católico de Galilea, monseñor Elías Chacour, ha participado en la ceremonia. El centro parroquial de hecho estará abierto a todos los cristianos sin distinción de confesión, como ya ocurre con el centro de Belén. Tanto en Galilea, como en los Territorios Palestinos, los cristianos son una minoría dentro de la minoría, y eso favorece la cercanía.
Mons. Elías Chacour ha tomado parte activa en la ceremonia de inauguración. Después que fray Dobromir hubiera pronunciado la oración de bendición y que la asamblea hubiera recitado el Padrenuestro, él, junto al párroco fray Amjad y el alcalde, han cortado la cinta, inaugurando así oficialmente el centro. Después, mientras fray Dobromir procedía a la bendición de todos los locales, que son bastantes, la gente se ha desplazado hasta el auditorium, donde tendrían lugar los discursos. La sala estaba tan llena que se tenía que seguir tras las ventanas o intentar escuchar algo desde las puertas. Y la gente estaba radiante de alegría. No se ha olvidado a nadie en los agradecimientos, y ni mucho menos al santo Padre, siempre presente en fotografía.
Ahora sólo falta amueblar el centro, porque bien pronto empezará a acoger a todo tipo de grupos, de todas las edades, para la formación espiritual pero también humana o artística. “Es importante, para nuestros jóvenes, disponer de un lugar de encuentro donde puedan juntarse con las mejores condiciones”, explica fray Amjad. Y prosigue: “La parroquia de Nazaret es muy activa: dentro de poco empezará un nuevo grupo, la “fraternidad de María de Nazaret”, para el acompañamiento espiritual de las parejas jóvenes. Poco después de que se casen, tendrán encuentros mensuales siguiendo el modelo de los equipos de Notre Dame. Contamos ya con tres fraternidades, es decir, treinta parejas. Y después están la escuela del Niño Jesús, y para los más grandes, las Florecillas de san Francisco. El cristianismo aquí está muy vivo, y está aumentando en número”.
Los desafíos no faltan para estos cristianos árabes palestinos de nacionalidad israelí, como se llaman a sí mismos. El nuevo centro parroquial será testigo de su capacidad de vivir y defender esta identidad múltiple, en la alegría y en la fe.
MAB