Unos días después de la Navidad ortodoxa, que cae el 7 de enero según el calendario juliano, la Custodia de Tierra Santa visitó a los jefes de las iglesias ortodoxas para las tradicionales felicitaciones navideñas. El lunes 10 de enero los frailes franciscanos empezaron con el encuentro para saludar al Patriarcado greco-ortodoxo de Jerusalén, y luego continuaron con el Patriarcado copto-ortodoxo, el Patriarcado sirio-ortodoxo y, finalmente, la sede de la Iglesia ortodoxa etíope.
Correspondieron así el gesto de hermandad que tuvo lugar hace unas dos semanas, cuando recibieron en el convento de San Salvador a los hermanos de las demás confesiones cristianas que les desearon a ellos una feliz Navidad.
“Me gustaría expresar mi agradecimiento por nuestra relación fraterna, que nos lleva a cooperar en los lugares santos más importantes de la cristiandad y a preservar el carácter cristiano de Jerusalén” dijo el Custodio de Tierra Santa, fray Francesco Patton. “Si bien queremos conservar la diversidad cultural y religiosa de Jerusalén, rechazamos y condenamos cualquier tipo de presión, violencia y falta de respeto hacia los cristianos de Jerusalén”. También el Patriarca greco-ortodoxo Teófilo dio las gracias a los franciscanos por la colaboración entre sus comunidades y tuvo palabras de agradecimiento por la labor de fray Patton a favor de las comunidades cristianas de Tierra Santa: “En este tiempo, renovamos nuestra fe en la Palabra de Dios, renovamos nuestro compromiso con la misión pastoral”, afirmó Teófilo III.
El Custodio de Tierra Santa llevó los saludos de la Custodia también a los hermanos copto-ortodoxos. “Estamos aquí para ofreceros nuestra felicitación de Navidad y el motivo de esta tradición es el deseo de compartir lo que creemos y el mismo misterio que celebramos”. En nombre del Patriarca copto Anba Antonius, el padre Antonious El-Ourshalimi, responsable de relaciones públicas, agradeció a los frailes su numerosa asistencia y les aseguró las oraciones y cercanía del Patriarca, que no pudo estar presente por problemas de salud.
“El ambiente festivo navideño muestra a todos que Jesús – que nació en Belén – habla a todos y ofrece a todos el mismo don de alegría, paz, vida nueva y esperanza”, dijo a su vez fray Patton a los hermanos de la iglesia siria. “Hoy queremos asegurar nuestra cercanía y amistad a toda la comunidad siria y una oración por las comunidades que sufren debido a situaciones de guerra, migración y dificultades. Que el rey de la paz traiga la paz a todos los pueblos de Oriente Medio y del mundo entero”, continúo el Custodio. El padre Shimon, del Patriarcado sirio-ortodoxo, expresó a los frailes franciscanos su gratitud por este encuentro, y a él se unieron las palabras de agradecimiento del padre Ephram Samaan, del Exarcado patriarcal sirio-católico.
Finalmente, en el corazón de la ciudad vieja de Jerusalén, los franciscanos visitaron a la Iglesia etíope ortodoxa. “Somos hermanos, amados y salvados por el mismo Padre Celestial en su único hijo. Él es la verdadera fuente de nuestra alegría, paz y comunión fraterna”, afirmó fray Patton. El arzobispo etíope Aba Embakob recibió a los frailes y compartió con ellos un momento de fraternidad, animado por la alegría de la Navidad.
Beatrice Guarrera
