Viernes, 25 de diciembre de 2009. El Patriarca latino, Mons. Fouad Twal, ha celebrado la misa del día de Navidad en la iglesia de Santa Catalina, en Belén, ante una asamblea numerosísima de cristianos locales y peregrinos.
Ya por la noche, bajo la luz de los proyectores y en una misa emitida por distintas televisiones, especialmente palestinas, el Patriarca había presidido la misa de medianoche, rodeado por un centenar de sacerdotes, numerosos franciscanos y seminaristas del patriarcado que han participado y animado juntos la vigilia en presencia del presidente palestino, Mahmoud Abbas, del primer ministro, Salam Fayyad, y del alcalde de la ciudad santa.
Durante la misa del día, en su homilía pronunciada en árabe, Su Beatitud ha retomado los puntos principales de su mensaje de Navidad y de su homilía de la noche, evocando los aspectos dolorosos y también aquellos portadores de esperanza del año 2009 a punto de terminar.
Toda la noche, las misas se han sucedido delante del pesebre y en las capillas cercanas de san José y de san Jerónimo. Sirviendo las misas estaban los frailes franciscanos del seminario.
La comunidad franciscana, antes de la misa, había organizado una cena especial en la Casa Nova en la que había participado, como es tradicional, también el presidente palestino Mahmoud Abbas, recién llegado de un concierto del Opernhaus de Zurich, en la capilla conocida como “de los cruzados”, organizado por la oficina de representación suiza ante la Autoridad palestina.
Antes de la cena, en su discurso de acogida , el vicario custodial, fray Artemio Vítores, ha recordado al presidente que san Francisco consideraba la Navidad como la fiesta de las fiestas, y ha manifestado su convicción de que Dios y la religión pueden ser un nexo de unión entre todos los creyentes.
Una vez terminada la misa en el Pesebre, la gruta ha recibido la visita de un continuo flujo de peregrinos venidos de todo el mundo. Para poder entrar han debido esperar un largo rato. Cuando el Patriarca, tras participar en el almuerzo de los franciscanos, ha salido para regresar por donde había venido en la vigilia, la fila de personas atravesaba toda la basílica de la Natividad.
Es Navidad, aquí y ahora, en Belén. Y todos los que tienen el privilegio de encontrarse aquí, en este día santo, os lo pueden decir: se tiene la sensación de haber recibido una gracia.
Mab
Es Navidad en Belén, como en toda la Tierra Santa
Nochebuena en Jericó
Ya por la noche, bajo la luz de los proyectores y en una misa emitida por distintas televisiones, especialmente palestinas, el Patriarca había presidido la misa de medianoche, rodeado por un centenar de sacerdotes, numerosos franciscanos y seminaristas del patriarcado que han participado y animado juntos la vigilia en presencia del presidente palestino, Mahmoud Abbas, del primer ministro, Salam Fayyad, y del alcalde de la ciudad santa.
Durante la misa del día, en su homilía pronunciada en árabe, Su Beatitud ha retomado los puntos principales de su mensaje de Navidad y de su homilía de la noche, evocando los aspectos dolorosos y también aquellos portadores de esperanza del año 2009 a punto de terminar.
Toda la noche, las misas se han sucedido delante del pesebre y en las capillas cercanas de san José y de san Jerónimo. Sirviendo las misas estaban los frailes franciscanos del seminario.
La comunidad franciscana, antes de la misa, había organizado una cena especial en la Casa Nova en la que había participado, como es tradicional, también el presidente palestino Mahmoud Abbas, recién llegado de un concierto del Opernhaus de Zurich, en la capilla conocida como “de los cruzados”, organizado por la oficina de representación suiza ante la Autoridad palestina.
Antes de la cena, en su discurso de acogida , el vicario custodial, fray Artemio Vítores, ha recordado al presidente que san Francisco consideraba la Navidad como la fiesta de las fiestas, y ha manifestado su convicción de que Dios y la religión pueden ser un nexo de unión entre todos los creyentes.
Una vez terminada la misa en el Pesebre, la gruta ha recibido la visita de un continuo flujo de peregrinos venidos de todo el mundo. Para poder entrar han debido esperar un largo rato. Cuando el Patriarca, tras participar en el almuerzo de los franciscanos, ha salido para regresar por donde había venido en la vigilia, la fila de personas atravesaba toda la basílica de la Natividad.
Es Navidad, aquí y ahora, en Belén. Y todos los que tienen el privilegio de encontrarse aquí, en este día santo, os lo pueden decir: se tiene la sensación de haber recibido una gracia.
Mab
Es Navidad en Belén, como en toda la Tierra Santa
Nochebuena en Jericó