Misa de acción de gracias por las Franciscanas Misioneras del Corazón Inmaculado de María | Custodia Terrae Sanctae

Misa de acción de gracias por las Franciscanas Misioneras del Corazón Inmaculado de María

Miércoles, 5 de mayo. Las hermanas Franciscanas Misioneras del Corazón Inmaculado de María, llamadas también Misioneras de Egipto, han celebrado un triple evento: los 123 años del fallecimiento de su fundadora, la Madre Caterina de Santa Rosa; los 25 años de su beatificación de manos del Papa Juan Pablo II (en 1985); y la apertura de su proceso de canonización.

Con una misa pontifical presidida por el Custodio de Tierra Santa, fray Pierbattista Pizzaballa, numerosas hermanas de la provincia del Niño Jesús se han reunido en oración en torno a su provincial, la madre Rosanna Nava, para celebrar ante la Tumba vacía del Señor la alegría de su Resurrección y la gracia de sus vocaciones.

La provincia, que comprende Israel, Palestina, Jordania, Líbano, Siria e Iraq, cuenta hoy con 75 hermanas de distintas nacionalidades.
El carisma de estas hermanas, que consiste en llevar la paz, la igualdad y la libertad a todos los hombres, se lleva a cabo en escuelas, hospitales, dispensarios, enfermerías, lugares de acogida, etc.

Siempre fue un ardiente deseo de la Madre Caterina poder acercarse hasta el Santo Sepulcro, deseo que se hizo realidad, junto con tres hermanas de su congregación, cuando llegó a Tierra Santa el año 1885 a instancias del Custodio de la época para que se ocuparan del orfanato femenino “María Bambina”, situado en la ciudad vieja de Jerusalén. Hoy, las hermanas están presentes en Belén, Caná, Jericó, Jerusalén, Jaifa, Nazaret, Tabga y en el Monte de las Bienaventuranzas.

En la oración universal, las hermanas han presentado a Dios todas las intenciones de su congregación en todo el mundo, con una atención particular a las misiones que sufren mayores pruebas, como las de Eritrea e Iraq.

Al finalizar la misa, la madre Rosanna ha dado las gracias a los franciscanos de la Custodia, sus hermanos en la familia franciscana, por la obra de evangelización que estos han podido sacar adelante en Oriente Medio con ellas y en su favor. Tras una oración por la canonización de su fundadora y la bendición final impartida por el Custodio, la asamblea se ha vuelto a encontrar en el patio de la Curia custodial para disfrutar de un refresco.

Mab