
Jerusalén, 17 de julio de 2025
La Custodia de Tierra Santa expresa su profundo dolor y más sincera cercanía a la comunidad cristiana de Gaza, afectada hoy por un ataque del ejército israelí que alcanzó la parroquia de la Sagrada Familia, causando tres víctimas y alrededor de diez heridos, todos civiles inocentes, entre ellos el párroco, padre Gabriel Romanelli, y el vicario.
En comunión con el Patriarcado Latino de Jerusalén, con los cristianos de Tierra Santa y con el Papa León, lloramos las vidas truncadas y oramos por los heridos, sus familias y toda la comunidad que sigue sufriendo en medio de la devastación insensata de la guerra. Una vez más, denunciamos con fuerza la realidad inaceptable y cínica en la que civiles indefensos, lugares de culto y estructuras humanitarias se convierten en blanco de la violencia y la destrucción. Las peticiones póstumas de disculpas son, lamentablemente, un estribillo repetido en exceso para enmascarar comportamientos bélicos ya inaceptables.
Condenamos firmemente todo acto que dañe a la población civil y reafirmamos la urgencia de un alto el fuego inmediato, el fin de la guerra y el inicio de un proceso que conduzca a una paz justa y duradera. Cada día que pasa, el costo humano se vuelve más insoportable, el silencio del mundo más ensordecedor y la parálisis de la comunidad internacional más injustificable.
La Custodia de Tierra Santa se une en oración con todos los que trabajan por la paz, la justicia y la protección de toda persona humana, sea cual sea su pueblo o religión. En estos días oscuros, pedimos al Señor de la Paz que no abandone a su pueblo y convierta los corazones a la compasión, la responsabilidad y el diálogo.
