Marcha franciscana en Tierra Santa | Custodia Terrae Sanctae

Marcha franciscana en Tierra Santa

29 de julio – 5 de agosto. “En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Damos gracias al Señor que nos da la fuerza y la gracia de seguir proclamando su reino a todo el mundo, siguiendo el ejemplo de san Francisco de Asís”. Así terminaba la decimonovena marcha franciscana.

Este año han participado 130 jóvenes que, con los voluntarios y los religiosos, han formado un buen grupo de 155 personas. Juntos hemos pasado una semana profundizando en la oración y en la reflexión sobre el deber de encontrar una reconciliación más profunda con nosotros mismos, con Dios y con el prójimo. Éste ha sido el lema de la marcha, elegido en colaboración con el padre encargado de la animación en el Líbano, y también con el animador de Siria. Cada uno ha recogido y puesto en común el material con el que se abordaba este argumento, y después hemos programado juntos el trabajo a desarrollar con los jóvenes.

La marcha franciscana ha estado acompañada realmente de la bendición del Señor. Comenzó en Mujedel, para llegar hasta Nazaret-Reneh-Monte Tabor, siempre muy bien acogida por la disponibilidad y generosidad de los frailes de cada convento o santuario por los que se ha desarrollado. Las distintas charlas estaban dirigidas por los frailes que presidían la Misa cotidiana. También los tiempos de silencio y de adoración eucarística han sido momentos cotidianos.

Cada marcha quiere ser un tiempo especial que se ofrece a los jóvenes para que se pregunten seriamente cómo quieren gastar su propia vida, escuchando en el silencio y en la oración, en la meditación de la Palabra de Dios y ayudados por el intercambio fraterno, qué es lo que el Señor nos pide a cada uno en lo íntimo de nuestro corazón. Todos debemos sentir la exigencia de orar por las vocaciones, porque así nos lo recomendó Jesús, de rezar porque la mies es mucha y los operarios son pocos… Y nosotros hemos rezado para que los jóvenes que se preguntan sobre su futuro sepan escuchar la voluntad del Señor y responder con generosidad a su llamada, aunque se necesite tiempo para comprender bien cómo llevarla a cabo, y también para el período de acompañamiento y de formación, que debe conducir a elecciones meditadas y duraderas. De esta forma, ahora nosotros os pedimos vuestras oraciones para un joven de Jerusalén que ha iniciado el camino vocacional y ahora está en Italia, con fra Bruno.

Gracias, por tanto, a todos: a Dios, que ha continuado guiando otra vez más esta marcha, a los jóvenes que han participado, al Padre Custodio y a todos los hermanos generosos que nos han mostrado su simpatía y colaboración, a los religiosos y religiosas de otras congregaciones que nos han ayudado, animado, seguido… ¡Y hasta que nos veamos el próximo año!

Paz y bien

fra Rami Asakrieh ofm
Animador vocacional de Galilea y Judea