26 de agosto - 2 de septiembre. Después de una interrupción de dos años motivada por la situación política del país, ha vuelto de nuevo la marcha. Se procurado empezar casi desde cero, como si fuese la primera vez aquí, en el Líbano… Han participado un total de 54 personas y se ha desarrollado en la región de Kissirwan-Ftouh Kissirwan, con el lema “Por el camino de la reconciliación” (itinerario humano y espiritual sobre la reconciliación con uno mismo, con el prójimo y con Dios). Las jornadas, que se preveían con una duración de dos horas y media de marcha, ayudadas por el buen tiempo, estaban marcadas por la santa misa, la oración de la mañana y la tarde, el encuentro de reflexión y el tiempo de la animación con los cantos religiosos. Por las tardes, todos los días se ha celebrado una fiesta con los habitantes del entorno, en la que se incluían a menudo pequeñas representaciones de pasajes de la vida de san Francisco.
Hay que subrayar la experiencia tan bonita de la misión llevada a cabo en las casas, y la intensidad con la que se ha celebrado el sacramento de la reconciliación. La puesta en común de las reflexiones y las emociones suscitadas al acercarse a la confesión ha puesto de relieve la alegría de las numerosas curaciones realizadas por la gracia. Una muchacha daba testimonio de haber sido la primera vez que se confesaba de un modo completo, sin esconder nada ante el Señor: “La santa misa en la que he participado después ha sido la más bonita que he vivido en toda mi vida. He probado de verdad –decía- qué bueno es el Señor”.
Para nosotros, los frailes, la experiencia de la Marcha nos evoca la misión de “pescadores de hombres”, y los jóvenes parecían contentos de haber sido “pescados” por Él. Durante el encuentro final, los jóvenes nos han pedido que recemos por su perseverancia, con la que quieren seguir y acrecentar la vida nueva nacida en sus corazones de la experiencia de esta Marcha. Es más, muchos jóvenes nos han dicho que quieren involucrarse en actividades que les ayuden a mantener este espíritu, consolidando así los buenos propósitos que de aquí han salido. Yo les he prometido a todos las dos cosas.
Inmediatamente después de esta Marcha en el Líbano, junto con fray Rami Asakrieh y con un pequeño grupo formado por jóvenes libaneses y jordanos, tenemos proyectado involucrarnos para sacar adelante la Marcha que empezará el 6 de septiembre en Siria, al término de la cual se diseñará el programa para el año pastoral con los jóvenes libaneses.
Queridos hermanos, cercanos y lejanos, confío a vuestras oraciones mi misión como Animador vocacional, y a todos estos jóvenes que han iniciado, con Francisco, un camino nuevo; y os pido que recéis por mí, y por cada uno de ellos.
Agradecemos de corazón al padre Custodio, fray Pierbattista, a todos los Provinciales que nos han enviado a los frailes y religiosas para ayudarnos en esta marcha; a las hermanas Clarisas de Yarzeh por su oración, con la que nos han acompañado. ¡Y gracias también a fray Rami Asakrieh y a todos los jóvenes que han participado!
Fray Ibrahim Sabbagh ofm
Animador vocacional - Líbano
Hay que subrayar la experiencia tan bonita de la misión llevada a cabo en las casas, y la intensidad con la que se ha celebrado el sacramento de la reconciliación. La puesta en común de las reflexiones y las emociones suscitadas al acercarse a la confesión ha puesto de relieve la alegría de las numerosas curaciones realizadas por la gracia. Una muchacha daba testimonio de haber sido la primera vez que se confesaba de un modo completo, sin esconder nada ante el Señor: “La santa misa en la que he participado después ha sido la más bonita que he vivido en toda mi vida. He probado de verdad –decía- qué bueno es el Señor”.
Para nosotros, los frailes, la experiencia de la Marcha nos evoca la misión de “pescadores de hombres”, y los jóvenes parecían contentos de haber sido “pescados” por Él. Durante el encuentro final, los jóvenes nos han pedido que recemos por su perseverancia, con la que quieren seguir y acrecentar la vida nueva nacida en sus corazones de la experiencia de esta Marcha. Es más, muchos jóvenes nos han dicho que quieren involucrarse en actividades que les ayuden a mantener este espíritu, consolidando así los buenos propósitos que de aquí han salido. Yo les he prometido a todos las dos cosas.
Inmediatamente después de esta Marcha en el Líbano, junto con fray Rami Asakrieh y con un pequeño grupo formado por jóvenes libaneses y jordanos, tenemos proyectado involucrarnos para sacar adelante la Marcha que empezará el 6 de septiembre en Siria, al término de la cual se diseñará el programa para el año pastoral con los jóvenes libaneses.
Queridos hermanos, cercanos y lejanos, confío a vuestras oraciones mi misión como Animador vocacional, y a todos estos jóvenes que han iniciado, con Francisco, un camino nuevo; y os pido que recéis por mí, y por cada uno de ellos.
Agradecemos de corazón al padre Custodio, fray Pierbattista, a todos los Provinciales que nos han enviado a los frailes y religiosas para ayudarnos en esta marcha; a las hermanas Clarisas de Yarzeh por su oración, con la que nos han acompañado. ¡Y gracias también a fray Rami Asakrieh y a todos los jóvenes que han participado!
Fray Ibrahim Sabbagh ofm
Animador vocacional - Líbano