Los responsables de las distintas Iglesias invitan a las autoridades musulmanas para el Iftar | Custodia Terrae Sanctae

Los responsables de las distintas Iglesias invitan a las autoridades musulmanas para el Iftar

Hay un día en el año, en Jerusalén, en el que todos se esfuerzan por llegar puntuales. Este jueves, 2 de septiembre, había que estar presente a las 19:08 exactas, momento en el que, para los musulmanes de Tierra Santa, resuena la salva del cañón que anuncia la ruptura del ayuno de Ramadán.

La mayor parte de los responsables de las distintas Iglesias de Jerusalén estaban también presentes en el Centro Notre Dame, al lado de sus huéspedes musulmanes a la hora establecida, para comer juntos la sopa, el hummus y los dátiles.

Es la única ocasión en el año en el que una comida oficial está precedida por un discurso. Así que los discursos no han faltado, una vez que los dignatarios musulmanes han podido calmar la sed y estimular el apetito.

El primero en tomar la palabra ha sido el patriarca greco-ortodoxo, Teófilos III, seguido del patriarca latino, Mons. Fouad Twal. A sus calurosas y fraternales palabras de introducción, el Gran Mufti de Jerusalén, Muhammad Ahmad Husseyn, ha respondido con palabras igualmente fraternas, pidiendo sobre todo a los responsables de las Iglesias hacer todo lo posible para frenar la hemorragia de la emigración cristiana de Tierra Santa. Un discurso que ha tocado a los cristianos, afirmando que la radicalización islamista de la sociedad palestina no les está, de hecho, facilitando la vida en la tierra que comparten con ellos los musulmanes desde hace ya catorce siglos.

Todos los discursos han mencionado el deseo de una Jerusalén que sea realmente “ciudad de Dios”, ciudad de paz y de justicia. La reanudación de las negociaciones directas entre palestinos e israelíes –que en ese mismo momento se estaban llevando a cabo en Washington- parecía confirmar estos signos de apertura. No se puede decir que los discursos traduzcan esperanzas ilusorias… sino que al menos aspiran a que la espiral violenta pueda cesar.

Mientras cristianos y musulmanes tomaban su sopa, en la terraza un número considerable de judíos israelíes reservaban su cena. Pasando de una mesa a otra, un miembro del personal del Centro Notre Dame subrayaba: “Cuando pasa, es tan simple como está pasando ahora mismo: simplemente estar juntos en Jerusalén”.

Mientras tanto, se añadía un nuevo invitado: el pastor Olav Fykse Tveit, secretario general del Consejo Ecuménico de las Iglesias (Wold Council Churches), de visita en Jerusalén. Si la Ciudad Santa no se puede aún poner como ejemplo de unidad, al menos se puede decir que es capaz de ofrecer estos pequeños eventos en la más grande simplicidad.

Mab