Los franciscanos y la campaña de ayuda para Tierra Santa | Custodia Terrae Sanctae

Los franciscanos y la campaña de ayuda para Tierra Santa


“Hacer presente la Tierra Santa, con sus necesidades y su fascinación, a la comunidad cristiana y también al mundo laico, para dar a conocer esta realidad y, también, apelar a su ayuda y su apoyo”. Estas son las palabras del Custodio de Tierra Santa, fray Pierbattista Pizzaballa, en una entrevista exclusiva sobre las campañas para la recogida de fondos. Corrado Paolucci, voluntario de ATS pro Terra Sancta, se ha entrevistado con el Custodio en el marco de la preparación final de su tesis de licencia dedicada, precisamente, a la campaña de recogida de fondos; para profundizar en este delicado, aunque importantísimo asunto, para poder seguir apoyando la presencia cristiana en Tierra Santa y posibilitar el mantenimiento de los Santos Lugares: la campaña de ayuda.

La Tierra Santa es un patrimonio al que todos los cristianos están llamados a custodiar y proteger. ¿Cómo se puede manifestar el mundo cristiano esta exigencia?

La primera cosa evidente es que el cristianismo no es una doctrina espiritual sino una revelación. Es una revelación histórica, es una encarnación en la historia del hombre, por lo que es, en primer lugar, un hecho, no cualquier cosa pensada o imaginada. Es un hecho que, por lo tanto, tiene un lugar bien preciso donde se ha manifestado al inicio, que es la Tierra Santa. Para aquel que desee conocer el Misterio hecho carne, quien desee profundizar en el conocimiento de la revelación de Jesús, tiene que conocer también el lugar de tal revelación. Si quieres conocer a una persona, quieres saber incluso dónde vive. Esto hace real y tangible este patrimonio, esta grandeza custodiada en Tierra Santa.

Los franciscanos quieren que todos colaboren en la misión que la Iglesia Universal les ha encomendado: conservar los Santos Lugares y mantener la presencia cristiana en Tierra Santa. Esta apertura de la Custodia es una caridad hacia el prójimo que tiene así el privilegio de participar en esta gran misión. ¿Cómo se puede comunicar esto?, ¿qué instrumentos se pueden utilizar para ello?

Es precisamente desde esta perspectiva desde la que se solicita la ayuda. La campaña de ayuda existe porque existe un contexto real, hay una presencia viva y un deseo de participar en ella. Por tanto, hay que utilizar todos los medios de comunicación social a nuestra disposición para darlo a conocer, que salga a la luz. Hoy, en el mundo, vale lo que se ve y lo que no, no es escuchado. La utilización de los media garantiza la visibilidad a nivel global y es indispensable para dar a conocer los hechos y las necesidades de estos lugares. Además de los mass media, también el gesto de la peregrinación es algo fundamental. La primera cosa a la que nosotros invitamos es a probar la experiencia de una peregrinación a Tierra Santa. No sólo para ver sino para “tocar con la mano”, experimentar estos lugares donde vivió Jesús. Una persona que ya ha estado aquí tiene una mirada distinta, una atención mayor hacia esta tierra y, de alguna forma, permanece ligada y desea ayudarla también desde su propio país.

En lo que se refiere al mundo laico, sin embargo, ¿cómo se puede transmitir esa necesidad que tiene la Tierra Santa de ayuda? ¿Cuál es el nexo entre las necesidades de los cristianos de Tierra Santa y el conflicto político?

Esta tierra, además de haber sido el origen del cristianismo es también una zona de conflicto y es justo recordarlo, aunque hay formas de hacerlo dependiendo de quién lo haga. Ciertamente, si lo hace un político o una persona que tiene intenciones políticas, es otra cosa.
Nosotros, como Custodia, nos ponemos como religiosos que no renuncian a su propio estilo, también en el diálogo con el mundo laico. Somos conscientes de quién tenemos delante para intentar evitar un lenguaje demasiado solemne o espiritual, aunque hay que decir que el auténtico laico no rechaza el comportamiento religioso. Al contrario, está interesado y desea conocerlo.

¿Se puede aprender de los hebreos en cuanto a su capacidad de ayudarse uno a otro, de su capacidad de hacer memoria de su ideal, tanto como pueblo como tierra de origen?

El pueblo hebreo tiene un fuerte sentido de pertenencia a la propia tierra de origen y al propio pueblo allí donde se encuentre y éste es un aspecto positivo que les hace únicos, e incluso misteriosos. Considero su unidad como un gran modelo de pertenencia digno de admirar, de entender, porque pase lo que pase esta ligazón nunca desaparece, al contrario, podemos decir que se refuerza, se renueva.

Intrevista de Corrado Paolucci, ATS pro Terra Sancta