Las escuelas de Tierra Santa se preparan para el futuro | Custodia Terrae Sanctae

Las escuelas de Tierra Santa se preparan para el futuro

Jerusalén, 15 Diciembre de 2010

El Custodio de Tierra Santa, fray Pierbattista Pizzaballa, ha participado en la reunión mensual de los directores de las centros educativos de la Custodio, las llamadas Escuelas de Tierra Santa.

El Custodio ha manifestado el deseo, para los años que aún le restan en su cargo, de invertir preferentemente en beneficio de las escuelas de la Custodia, esperando, ahora que se presentan nuevos retos, poder discernir con los directores y educadores las iniciativas a adoptar.

El primer reto es consecuencia de los distintos cambios legales impuestos tanto por el Estado israelí como por la Autoridad palestina. Unos cambios que, a veces, se suceden velozmente. En los últimos años dichos cambios han afectado a las competencias de los propios directores. Aunque hoy la Custodia puede seguir disponiendo de directores franciscanos o religiosos con el nivel universitario y lingüístico solicitado (en árabe y hebreo o, como en Israel, los dos)... ¿Hasta cuándo será así?¿Será necesario, algún día, confiar la dirección de las escuelas a directores laicos?

Surgen entonces el segundo reto. ¿Cuál será, en tal caso, la forma de conservar la identidad religiosa y la espiritualidad franciscana?, ¿cómo se podrá transmitir esta identidad a los alumnos que en su mayoría son, o lo será proximamente aquí y allá, de confesión musulmana?

Es verdad que ya son 201 años los que la Custodia acoge estudiantes musulmanes en sus propias escuelas, pero la oscilación de las proporciones interroga sobre el testimonio cristiano en el corazón de las escuelas. Éste es hoy ,siquiera, más esencial aunque es necesario hacerlo de manera todavía mucho más respetuosa.

Por su parte, los directores, compartiendo sus experiencias e incluso sus dificultades, han subrayado la importancia de este Departamento para las escuelas. Han manifestado su deseo de que este encuentro, el de este Departamento, se convierta en un lugar de evaluación que les permita seguir más de cerca las cuestiones legislativas, expresando su voluntad de reunirse periódicamente, una vez por cada zona, para retomar dichas cuestiones legales, y otra vez de forma global, todos juntos, para discutir sobre las cuestiones educativas que son las que se comparte con mayor frecuencia.

La Custodia gestiona en Tierra Santa diez escuelas, para siete, casi ocho mil alumnos, pero cada escuela está fuertemente influenciada por el lugar en el que se encuentra.
¿Qué tiene en común la pequeña escuela de Jericó, alejada de todos, en una ciudad de Cisjordania donde sólo viven en total no más de un puñado de cristianos, y la gran escuela de Nazaret, donde los jóvenes cristianos árabes conviven de manera bastante positiva en medio a los israelíes? ¿Qué relación hay entre las escuelas mixtas, masculinas y femeninas de Jaffa, en Israel, donde la población árabe cristiana va desapareciendo, y las escuelas no mixtas de Belén? ¿Cómo respetar estas diferencias y al mismo tiempo mantener una línea de acción común en cuanto a los medios y competencias que inspiran el mismo espíritu franciscano?
Estas son las cuestiones que un Departamento para las escuelas, más visible, más anclado en el corazón de la Custodia, podrá ayudar a afrontar.


Mab