Este año y de forma oficial, la peregrinación custodial ha vuelto al santuario de San Juan en el Desierto, tercer santuario de la Custodia en Ain Karem y memorial del lugar en el que se refugió el Precursor durante la matanza de los inocentes.
Tras la adquisición del santuario en 1911, los franciscanos –una vez pasada la primera guerra mundial- instituyeron una peregrinación anual a San Juan en el Desierto la tarde del 22 de junio. Esta peregrinación tuvo lugar hasta que se instaló en el convento una comunidad monástica de rito grego-católico. Una vez que esta comunidad dejó el lugar y que la Custodia retomó su posesión, la peregrinación volvió, pero sólo como devoción particular. Durante los últimos años, los estudiantes de la Custodia solían acercarse, tras la celebración de la misa del día, a este lugar particularmente bello donde el viento de los últimos momentos de la tarde parece jugar con las ramas de los árboles que rodean la valla.
El discretorio de la Custodia ha querido que la peregrinación se incluyese nuevamente en el calendario propio de la Custodia como peregrinación custodial y fiesta del santuario. De esta forma, numerosos frailes de Jerusalén de las comunidades de Ain Karem y de Belén se han vuelto a encontrar hoy para cantar juntos las primeras vísperas de la fiesta en el pequeña capilla del convento, antes de acercarse en procesión hasta la gruta que está en el corazón de este Santo Lugar.
El padre Artemio Vítores, vicario custodial, ha presidido el oficio y será también siempre él, como marcan las reglas, quien presidirá al día siguiente la misa solemne en el santuario de San Juan en la Montaña adonde la asamblea irá nuevamente en procesión a una gruta, esta vez a aquella en la que se conmemora el nacimiento del Bautista.
Fray Ibrahim Faltas y fray Nerwan Nasser Al-Banna, párrocos de la parroquia latina de Jerusalén, que han venido con los chicos de la escuela dominical, algunos catequistas y voluntarios, esperan al vicario ante el altar.
Durante la eucaristía, seis frailes son nombrados lectores y otros cuatro, acólitos; es decir, la primerísima etapa del camino ministerial que llevará a cada uno de ellos al diaconado y al sacerdocio.
Al finalizar las celebraciones en los dos santuarios, los fieles presentes han podido disfrutar de la hospitalidad de los Guardianes de los Lugares, fray Sergio Olmedo Flores en San Juan en el Desierto y fray Nicolás Márquez Gutiérrez en San Juan en la Montaña, compartiendo la comida y prolongando así la alegría del encuentro y la fiesta de aquel que preanunció a Cristo.
Para leer la homilía de Fray Artemio Vìtores en Ein Karem, hacer click aquí (en italiano).
Para leer la homilía de Fray Artemio Vìtores en San Juan en el Desierto hacer click aquí (en italiano).
Tras la adquisición del santuario en 1911, los franciscanos –una vez pasada la primera guerra mundial- instituyeron una peregrinación anual a San Juan en el Desierto la tarde del 22 de junio. Esta peregrinación tuvo lugar hasta que se instaló en el convento una comunidad monástica de rito grego-católico. Una vez que esta comunidad dejó el lugar y que la Custodia retomó su posesión, la peregrinación volvió, pero sólo como devoción particular. Durante los últimos años, los estudiantes de la Custodia solían acercarse, tras la celebración de la misa del día, a este lugar particularmente bello donde el viento de los últimos momentos de la tarde parece jugar con las ramas de los árboles que rodean la valla.
El discretorio de la Custodia ha querido que la peregrinación se incluyese nuevamente en el calendario propio de la Custodia como peregrinación custodial y fiesta del santuario. De esta forma, numerosos frailes de Jerusalén de las comunidades de Ain Karem y de Belén se han vuelto a encontrar hoy para cantar juntos las primeras vísperas de la fiesta en el pequeña capilla del convento, antes de acercarse en procesión hasta la gruta que está en el corazón de este Santo Lugar.
El padre Artemio Vítores, vicario custodial, ha presidido el oficio y será también siempre él, como marcan las reglas, quien presidirá al día siguiente la misa solemne en el santuario de San Juan en la Montaña adonde la asamblea irá nuevamente en procesión a una gruta, esta vez a aquella en la que se conmemora el nacimiento del Bautista.
Fray Ibrahim Faltas y fray Nerwan Nasser Al-Banna, párrocos de la parroquia latina de Jerusalén, que han venido con los chicos de la escuela dominical, algunos catequistas y voluntarios, esperan al vicario ante el altar.
Durante la eucaristía, seis frailes son nombrados lectores y otros cuatro, acólitos; es decir, la primerísima etapa del camino ministerial que llevará a cada uno de ellos al diaconado y al sacerdocio.
Al finalizar las celebraciones en los dos santuarios, los fieles presentes han podido disfrutar de la hospitalidad de los Guardianes de los Lugares, fray Sergio Olmedo Flores en San Juan en el Desierto y fray Nicolás Márquez Gutiérrez en San Juan en la Montaña, compartiendo la comida y prolongando así la alegría del encuentro y la fiesta de aquel que preanunció a Cristo.
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