La nueva sede del Archivo, que será bendecida el 28 de febrero de 2013, con su traslado vuelve a formar parte de la Curia custodial.CuriaCustodiale. | Custodia Terrae Sanctae

La nueva sede del Archivo, que será bendecida el 28 de febrero de 2013, con su traslado vuelve a formar parte de la Curia custodial.CuriaCustodiale.

El 28 de febrero de 2013, en la Curia de la Custodia, en el convento de San Salvador, tendrá lugar la inauguración de la nueva sede del Archivo Histórico de la Custodia de Tierra Santa. Con motivo de la ocasión, se presentará el catálogo-inventario del Archivo, publicado en tres grandes volúmenes con el título «El Archivo Histórico de la Custodia de Tierra Santa (1230-1970)». Incluido en la colección de estudios dedicada a Tierra Santa, la famosa Biblioteca Bio-Bibliográfica de la Tierra Santa y del Oriente franciscano; el catálogo-inventario abre la quinta serie de subsidios, editada por Ediciones de Tierra Santa de Milán.

El Archivo Histórico de la Custodia es un precioso patrimonio que recoge la historia y la presencia de los frailes menores en Tierra Santa y documenta sus orígenes, inspirados y promovidos por san Francisco y su histórico viaje a estas tierras. Desde entonces, los frailes se han preocupado por recoger todos los documentos y testimonios útiles que sirven para contar la historia de Tierra Santa, tanto en los grandes eventos como en la rutina de todos los días. Así, se fueron formando los primeros archivos custodiales en los conventos del Monte Sión y San Salvador, en Jerusalén, además de los existentes en los distintos conventos de la Custodia diseminados por la toda la región de Oriente Próximo.

El Archivo Histórico de la Custodia de Tierra Santa se cuenta entre los más importantes archivos que existen en Oriente Medio y, seguramente, el más importante y significativo del mundo católico medioriental.

Los documentos recogidos reflejan la historia de esta región, comenzando por el período de las Cruzadas hasta llegar a nuestros días, testimoniando a través de los siglos los distingos momentos históricos, desde el cruzado hasta el mameluco, del mandato británico al jordano hasta llegar al israelí.

Muchas de las secciones del Archivo fotografían la misión de cura y preservación de los Santos Lugares que, a partir del siglo XIV, los sumos pontífices confiaron a los frailes menores, y aún continúa.

Todo el patrimonio histórico, conservado en el Archivo de la Custodia, es accesible para todos. Su valor es inestimable, no solo desde el punto de vista histórico, sino también por la indudable fascinación que ejercen algunos documentos. Basta citar las bulas papales, comenzado por la más antigua: la bula del papa Gregorio IX, que es el mismo tiempo el documento más antiguo de nuestro Archivo. En el Breve Si Ordinis Fratrum Minorum, Gregorio IX exhorta a los patriarcas de Antioquía y Jerusalén, a los legados de la Sede Apostólica, arzobispos, obispos y a todos los eclesiásticos a acoger benévolamente a los frailes menores y permitirles construir sus propios oratorios y predicar por el bien de las ánimas en sus diócesis y parroquias.

En segundo lugar se encuentran los famosos firmanes, documentos legales escritos en lengua árabe y turca concernientes a los santuarios, propiedades y derechos de la Custodia de Tierra Santa, comenzando por el más antiguo, emanado en 1247, concerniente a la propiedad del Monte Sión en el que fray Santiago, superior del convento de Sión, junto con otros religiosos y el dragomán (traductor) citados por el tribunal, testifican con documentos jurídicos que aquel terreno les pertenecía antes que a un tal Omar. El tribunal sentenció a favor de los religiosos.
En esta sección del Archivo se incluyen también los firmanes dorados del siglo XVII, que subrayan el valor del Archivo incluso desde el punto de vista artístico.

Siguen los registros de peregrinos, en los que se anotaban los nombres de los peregrinos que llegaban a Jerusalén. Los peregrinos debían presentarse ante el padre custodio de Tierra Santa para enseñarle la autorización recibida en su país de origen por la autoridad eclesiástica para realizar la peregrinación a los Santos Lugares y recibir del custodio la patente de peregrino, que les permitía realizar la peregrinación. Los registros con los nombres comenzaron en 1561, con la denominación de «Navis peregrinorum».

Otro tipo de documento histórico-artístico lo constituyen los registros en los que se apuntaban los nombres de los caballeros del Santo Sepulcro u Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén. Tras la caída del reino cruzado, la facultad de investir caballeros a los caballeros se le reconoció a la Custodia de Tierra Santa, desde 1496 hasta el año 1847, cuando se restableció el Patriarcado Latino de Jerusalén. Tales registros comienzan en el año 1561.

Entre los documentos de valor histórico-artístico se incluyen también los registros parroquiales, que comienzan en 1555, las crónicas custodiales de cada convento y muchos otros documentos históricos, clasificados en las distintas secciones de los fondos archivísticos según su procedencia y especificidad.

De hecho, todo el Archivo se clasifica en distintas secciones: archivo de la Curia custodial, archivo de la Procura, archivos de las casas religiosas, archivos de las parroquias, archivos de las Casas de Formación, de las Casas Nova y archivos personales, además del fondo fotográfico y del fondo cartográfico.

La nueva sede del Archivo, que se bendecirá el 28 de febrero, con su traslado vuelve a formar parte de la Curia custodial. Su visita resultará una buena ocasión para ver y conocer los documentos sobre los que se basa la historia de la Custodia de Tierra Santa. Dichos documentos son muy importantes porque:
- ilustran los derechos de los católicos sobre los Santos Lugares (Pío X) y combaten la falsedades e inexactitudes sostenidas contra los franciscanos de Tierra Santa (custodios L. Cozza y R. Razzoli),
- ilustran la obra de los franciscanos de Tierra Santa (Pío X), especialmente con la compilación de los anales y las crónicas (custodio P. da Lodi),
- representan una fuente imprescindible para el estudio de la Palestinología (Pío X).

El nuevo Archivo Histórico de la Custodia de Tierra Santa está instalado en locales adecuados que permiten a los estudiosos la consulta de los documentos; una sala de lectura y despachos para los archivistas, locales para el estudio y para fotografiar los documentos (incluso los de mayor tamaño). En los locales del Archivo está además situada la sección dedicada a las bulas, firmanes, mapas históricos y geográficos, mapas y planos de propiedades y construcciones, todo ello organizado en armarios con puertas de distinto tipo (correderas y cajones). Sin embargo, el resto de fondos están organizados en cajones.

Tanto la reorganización-catalogación, como el traslado y publicación de esta obra tan importante, se ha podido llevar a cabo gracias al beneplácito y apoyo del custodio de Tierra Santa, fray Pierbattista Pizzaballa, así como al trabajo asiduo del archivero custodial, fray Narcyz Klimas.
Las labores de coordinación, distribución y cura de la edición han sido supervisadas por el profesor Andrea Maiarelli; la labor de edición del catálogo, publicado por la casa editorial Ediciones de Tierra Santa de Milán, ha sido realizada con la supervisión de la Dra. Elena Bolognesi; la distribución ha sido supervisada por las doctoras Tiziana Nandesi, Valeria Vestrelli y María Cominacini; y los trabajos de adaptación y traslado han sido coordinados por la Oficina Técnica custodial.