El domingo 15 de diciembre los frailes franciscanos de la Custodia de Tierra Santa iniciaron la novena de Navidad, un periodo de reflexión espiritual para preparar la solemnidad del nacimiento de Jesús.
Este año, la novena, que se lleva a cabo en la iglesia de San Salvador de Jerusalén, se centra en el tema de la esperanza. Cada tarde, a las 19:00, durante la celebración de las vísperas, uno de los tres frailes escogidos para la predicación propondrá una breve meditación sobre el significado de la esperanza cristiana.
Las tres primeras reflexiones, del 15 al 17 de diciembre, estarán a cargo de fray Rosario Pierri, decano del Studium Biblicum Franciscanum.
“El tema elegido para esta novena, la esperanza – explica fray Rosario – es abordado por Benedicto XVI en la encíclica Spe Salvi, y fue retomado también por el papa Francisco precisamente en la bula de convocación del jubileo, que se inaugurará en breve”.
La esperanza es don divino, pero también una tarea humana. “La esperanza es una virtud teologal, pero también puede ser orientada de forma negativa. Podemos esperar cosas que no están alineadas con el plan de Dios”.
La segunda parte de la reflexión está dedicada a la figura de “Cristo nuestra esperanza”, a partir de las reflexiones teológicas desarrolladas a lo largo de los siglos por los padres de la Iglesia.
Fray Rosario concluye su meditación con una invitación a mirar a María como modelo de esperanza.
“Ella es la criatura que más esperó, y basó su vida en la confianza en Dios. María, sierva de Dios, nos enseña a esperar en la realización del reino de Dios”.
Del 18 al 20 de diciembre las meditaciones estarán a cargo de fray Enrico Maiorano. Esperanza y espera están estrechamente vinculadas, cuenta fray Enrique. “Esperar al niño de Belén es la espera más importante para un cristiano y este año, con el comienzo de la preparación del jubileo, esta espera tiene un valor aún mayor”.
“El tema de la esperanza – afirma fray Enrico – nos obliga a todos a mantener alta la mirada.
¿La esperanza es realmente lo último en morir? Con esta provocación, fray Enrico nos invita a reflexionar sobre el hecho de que, frente a las adversidades, muchas veces la esperanza es la primera en flaquear.
Cuando el hombre pierde la esperanza, se refugia en la queja, en la mediocridad o en la autosuficiencia. Pero, ¿dónde podemos reencontrar la esperanza cristiana? Fray Enrico se refiere al pasaje de la Natividad del evangelista Lucas. “En el niño de Belén vemos un Dios totalmente solidario con el hombre. Tener un Dios tan cercano, esta es la fuente que hace renacer la esperanza en el hombre”.
Concluye la reflexión con una invitación a conservar la esperanza. “Creo que no hay una manera mejor de conservar la esperanza que ser sus testigos. Para ser testigos de la esperanza hace falta saber también conservar la paciencia, es decir, aguardar los tiempos y los modos de Dios”.
Fray Corrado Sica, organista en el convento de San Salvador, realizará las tres últimas meditaciones de la novena, del 21 al 23 de diciembre. En su reflexión nos invita a ver la esperanza como una posibilidad de cambio positivo del hombre.
“La esperanza es una oportunidad para un cambio positivo en nuestra vida. Un cambio hacia algo nuevo que nos espera”.
También las meditaciones de fray Corrado se centrarán en el tema del inminente jubileo. A través de un recorrido histórico, fray Corrado explica que en la historia de la Iglesia los jubileos siempre han sido una ocasión de renovación espiritual.
“El jubileo es la oportunidad que ofrece la Iglesia para encontrarse con Dios y pasar de una vida cotidiana a una vida extraordinaria”.
Lucia Borgato