Por iniciativa del Studium Biblicum, se han desarrollado las celebraciones para la inauguración del año académico. Cada año, tal inauguración tiene lugar con ocasión de la fiesta del beato Duns Scoto. Esta fiesta ha adquirido, este año de 2008, un carácter más solemne en virtud del VII centenario de su muerte.
El sábado 8 de noviembre, por la mañana, la sala auditorio de San Salvador estaba llena de frailes franciscanos, capuchinos, religiosos y religiosas, venidos para escuchar las tres conferencias de la jornada. En primer lugar, la lección magistral de Paolo Martinelli ofmcap, sobre San Francisco de Asís y la fe: actualidad de una experiencia cristiana. La de José Carballo ofm, Ministro general de la Orden: El Beato Giovanni Duns Scoto (1266-1308), signo profético para la Orden franciscana y para la Iglesia. Y por último, la de fray Frédéric Manns ofm: Ecos del Sínodo sobre la Palabra de Dios en la vida y misión de la Iglesia.
Al día siguiente, domingo 9 de noviembre, en Getsemaní, ha tenido lugar la misa solemne presidida por el Ministro general, fray José Rodríguez Carballo ofm, acompañado por el Custodio de Tierra Santa, fray Pierbattista Pizzaballa, el vicario custodial, fray Artemio Vítores, y del provincial de la provincia de Santa Eduvigis de Polonia, fray Waclaw Stanislaw Chomik. Además de los frailes de la Custodia, profesores y estudiantes del SBF, y los seminaristas franciscanos, estaban presentes 48 frailes polacos, en peregrinación con su provincial, y bajo la guía de fray Eleazar Wronski, su compatriota proveniente de la misma provincia y en servicio en la Custodia. La eucaristía, por tanto, ha sido concelebrada por un centenar de sacerdotes.
En su homilía, el Ministro general ha recordado que Duns Scoto, gracias al estudio, fue capaz de alimentar el diálogo entre el conocimiento y la devoción, la contemplación y la investigación, la ciencia y la caridad. En este sentido, se puede considerar incluso hoy, tanto para los franciscanos como para los que son ajenos a la Orden, un maestro y un guía.
La presencia de frailes polacos de la provincia de Santa Eduvigis, invitados a comer en San Salvador, ha sido una ocasión aprovechada por el Custodio de Tierra Santa para entregar la medalla del peregrino a su provincial, fray Waclaw Stanislaw Chomik. El Custodio también se ha dirigido a los frailes, después del almuerzo, para darles a conocer la realidad de la Custodia.
Actualmente, 22 frailes franciscanos polacos están presentes en Tierra Santa, de los que 4 pertenecen a la provincia de Santa Eduvigis.
MAB
El sábado 8 de noviembre, por la mañana, la sala auditorio de San Salvador estaba llena de frailes franciscanos, capuchinos, religiosos y religiosas, venidos para escuchar las tres conferencias de la jornada. En primer lugar, la lección magistral de Paolo Martinelli ofmcap, sobre San Francisco de Asís y la fe: actualidad de una experiencia cristiana. La de José Carballo ofm, Ministro general de la Orden: El Beato Giovanni Duns Scoto (1266-1308), signo profético para la Orden franciscana y para la Iglesia. Y por último, la de fray Frédéric Manns ofm: Ecos del Sínodo sobre la Palabra de Dios en la vida y misión de la Iglesia.
Al día siguiente, domingo 9 de noviembre, en Getsemaní, ha tenido lugar la misa solemne presidida por el Ministro general, fray José Rodríguez Carballo ofm, acompañado por el Custodio de Tierra Santa, fray Pierbattista Pizzaballa, el vicario custodial, fray Artemio Vítores, y del provincial de la provincia de Santa Eduvigis de Polonia, fray Waclaw Stanislaw Chomik. Además de los frailes de la Custodia, profesores y estudiantes del SBF, y los seminaristas franciscanos, estaban presentes 48 frailes polacos, en peregrinación con su provincial, y bajo la guía de fray Eleazar Wronski, su compatriota proveniente de la misma provincia y en servicio en la Custodia. La eucaristía, por tanto, ha sido concelebrada por un centenar de sacerdotes.
En su homilía, el Ministro general ha recordado que Duns Scoto, gracias al estudio, fue capaz de alimentar el diálogo entre el conocimiento y la devoción, la contemplación y la investigación, la ciencia y la caridad. En este sentido, se puede considerar incluso hoy, tanto para los franciscanos como para los que son ajenos a la Orden, un maestro y un guía.
La presencia de frailes polacos de la provincia de Santa Eduvigis, invitados a comer en San Salvador, ha sido una ocasión aprovechada por el Custodio de Tierra Santa para entregar la medalla del peregrino a su provincial, fray Waclaw Stanislaw Chomik. El Custodio también se ha dirigido a los frailes, después del almuerzo, para darles a conocer la realidad de la Custodia.
Actualmente, 22 frailes franciscanos polacos están presentes en Tierra Santa, de los que 4 pertenecen a la provincia de Santa Eduvigis.
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