1-7 marzo. Los obispos de la Conferencia episcopal helvética están de peregrinación en Tierra Santa. Desde Belén a Galilea, pasando por Jerusalén, los obispos suizos quieren manifestar así su solidaridad con los cristianos de Tierra Santa, y además, manifestar su cercanía a los dos pueblos de esta tierra en un tiempo en el que “los israelíes, los palestinos y los pueblos del Oriente Próximo viven, una vez más, una situación traumática”.
Después de Belén, donde han visitado el Baby Caritas Hospital, que los cristianos suizos contribuyen en gran medida a mantener (particularmente en el período de la colecta de Navidad), han estado en Jerusalén, donde han tenido varios encuentros con el Patriarca, Su Beatitud Michel Sabbah, y con el Custodio de Tierra Santa, fra Pierbattista Pizzaballa. Hablando con ellos, el Custodio ha descrito brevemente el panorama de la situación de los cristianos de Tierra Santa. Los obispos han percibido algunas diferencias entre lo que ha dicho el Custodio y el discurso del alcalde de Belén. De hecho, según fra Pierbattista, los cristianos de Belén no constituirían más del 8% de la población de la ciudad donde nació Jesús. “Pero el alcalde nos ha hablado de cerca de un treinta por ciento de la población”, han refutado los obispos. “Las estadísticas aquí no son una ciencia exacta.
Varían según quien las da. El alcalde, según la ley que regula su elección, es cristiano, y ha salido elegido gracias a los votos de Hamas, que han obtenido la mayoría en Belén. En su recuento debe excluir la población de los dos campos de refugiados que están, de hecho, dentro del área geográfica de la ciudad. Pero lo que nosotros, franciscanos, constatamos, como encargados de la parroquia de Belén, es la disminución creciente de cristianos. Nuestras estadísticas nos obligan a decir que no son más del 8%."
Una afirmación ésta que ha asombrado a los Obispos, animándoles aún más en sus propósitos. De hecho, según el Padre Joseph Roduit, Abad de Saint-Maurice en Valais: "Esta peregrinación es fruto de nuestra preocupación por ayudar a los cristianos de Tierra Santa para que permanezcan en su tierra, porque son los custodios naturales de estos lugares. Si se marchasen, esta región perdería su propia identidad. Con nuestra venida aquí, traemos el deseo de animar a los peregrinos a que vengan, porque si los peregrinos vienen, la población local puede vivir de sus comercios, de su industria turística, etc.”. Una peregrinación de solidaridad. Con este fin, los Obispos suizos han dado, tangiblemente, otro buen ejemplo: se han alojado en Belén, cosa que casi desde el año 2000, muchos grupos han dejado de hacer.
Si para alguno de los doce obispos, pertenecientes a seis diócesis, éste era su primer viaje a Tierra Santa, la mayor parte ya había estado aquí de peregrinación. Entre otros, para Mons. Pierre Bürcher, Obispo suizo que en octubre ha sido nombrado Obispo de Reykjavik (Islanda) por el Papa Benedicto XVI, ésta es su 70ª estancia en estos lugares. Para todos, esta peregrinación representa un momento de fuerte sensibilización con los problemas de Tierra Santa, de los que cada uno se hará portavoz una vez de vuelta a la propia diócesis.
MAB
Después de Belén, donde han visitado el Baby Caritas Hospital, que los cristianos suizos contribuyen en gran medida a mantener (particularmente en el período de la colecta de Navidad), han estado en Jerusalén, donde han tenido varios encuentros con el Patriarca, Su Beatitud Michel Sabbah, y con el Custodio de Tierra Santa, fra Pierbattista Pizzaballa. Hablando con ellos, el Custodio ha descrito brevemente el panorama de la situación de los cristianos de Tierra Santa. Los obispos han percibido algunas diferencias entre lo que ha dicho el Custodio y el discurso del alcalde de Belén. De hecho, según fra Pierbattista, los cristianos de Belén no constituirían más del 8% de la población de la ciudad donde nació Jesús. “Pero el alcalde nos ha hablado de cerca de un treinta por ciento de la población”, han refutado los obispos. “Las estadísticas aquí no son una ciencia exacta.
Varían según quien las da. El alcalde, según la ley que regula su elección, es cristiano, y ha salido elegido gracias a los votos de Hamas, que han obtenido la mayoría en Belén. En su recuento debe excluir la población de los dos campos de refugiados que están, de hecho, dentro del área geográfica de la ciudad. Pero lo que nosotros, franciscanos, constatamos, como encargados de la parroquia de Belén, es la disminución creciente de cristianos. Nuestras estadísticas nos obligan a decir que no son más del 8%."
Una afirmación ésta que ha asombrado a los Obispos, animándoles aún más en sus propósitos. De hecho, según el Padre Joseph Roduit, Abad de Saint-Maurice en Valais: "Esta peregrinación es fruto de nuestra preocupación por ayudar a los cristianos de Tierra Santa para que permanezcan en su tierra, porque son los custodios naturales de estos lugares. Si se marchasen, esta región perdería su propia identidad. Con nuestra venida aquí, traemos el deseo de animar a los peregrinos a que vengan, porque si los peregrinos vienen, la población local puede vivir de sus comercios, de su industria turística, etc.”. Una peregrinación de solidaridad. Con este fin, los Obispos suizos han dado, tangiblemente, otro buen ejemplo: se han alojado en Belén, cosa que casi desde el año 2000, muchos grupos han dejado de hacer.
Si para alguno de los doce obispos, pertenecientes a seis diócesis, éste era su primer viaje a Tierra Santa, la mayor parte ya había estado aquí de peregrinación. Entre otros, para Mons. Pierre Bürcher, Obispo suizo que en octubre ha sido nombrado Obispo de Reykjavik (Islanda) por el Papa Benedicto XVI, ésta es su 70ª estancia en estos lugares. Para todos, esta peregrinación representa un momento de fuerte sensibilización con los problemas de Tierra Santa, de los que cada uno se hará portavoz una vez de vuelta a la propia diócesis.
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