El sábado 27 de diciembre, como es costumbre, los Patriarcas y Jefes de las Iglesias de Jerusalén intercambiaron los saludos de Navidad, compartiendo oraciones, reflexiones, cantos y esperanzas para el futuro, en un clima de comunión, acogida y respeto mutuo.
El Patriarca de la Iglesia greco ortodoxa, Su Beatitud Teófilo III, junto con otros religiosos de su Iglesia, fue el primero en llevar sus saludos al Custodio de Tierra Santa, Fray Francesco Ielpo, y a la comunidad cristiano católica de Jerusalén.
En su mensaje de saludo, el Patriarca Teófilo III quiso subrayar que la buena noticia del nacimiento de Jesús no es importante solo para los religiosos, sino para todo el mundo. Además, recordó a todos los presentes que precisamente los religiosos son la luz de Belén, es decir, aquellos que, a través del buen ejemplo, la fraternidad y la humildad, deben dar testimonio en todo el mundo.
Por último, compartió una oración por Gaza y por Palestina, pidiendo la paz en Tierra Santa, una esperanza que también fue compartida por el Custodio de Tierra Santa.
Después de la visita de la Iglesia greco ortodoxa, los Jefes de las Iglesias siriaca y copta llevaron sus saludos navideños.
El Custodio los acogió compartiendo un mensaje de cercanía y unidad, afirmando que los sufrimientos de este tiempo en Tierra Santa hacen necesario caminar juntos, y expresando el deseo de que el testimonio compartido de todas las Iglesias presentes en esta tierra sea un signo de paz muy importante para los fieles de todo el mundo.
Por su parte, los dos Jefes de las Iglesias copta y siriaca agradecieron a la Custodia de Tierra Santa el compromiso compartido en el cuidado de los lugares santos. El Patriarca copto retomó el mensaje del Custodio, rezando por la paz no solo en esta tierra sino en todo el mundo. El Patriarca siriaco recordó la belleza de Dios, que a través de Jesús descendió a la tierra para salvarnos con la fuerza del amor.
A los saludos de las Iglesias copta y siriaca siguieron los de los etíopes, que compartieron con los hermanos de la Custodia un canto navideño tradicional.
Más tarde, el Custodio de Tierra Santa, Fray Francesco Ielpo, visitó a los cristianos melquitas, que lo recibieron a él y a otros hermanos de la Custodia con gran alegría y hospitalidad. El Custodio y el Jefe de la Iglesia melquita guiaron juntos la oración, reafirmando la cercanía entre las dos Iglesias.
Finalmente, para cerrar la jornada, el Patriarca latino de Jerusalén, Su Beatitud el Cardenal Pierbattista Pizzaballa, llevó sus saludos de Navidad a todos los frailes de la Custodia de Tierra Santa.
En su mensaje de saludo, el Cardenal Pizzaballa recordó que "el trigo y la cizaña siempre estarán presentes en esta tierra, depende de todos nosotros hacer germinar las semillas del trigo y no las de la cizaña". El Patriarca y el Custodio rezaron después por la paz en Palestina y por el regreso de los peregrinos a esta tierra tan atormentada, pero también tan llena de gracia y belleza.
El Patriarca visitó además a los frailes y a las religiosas en la enfermería de la Custodia, para llevarles también sus saludos de Navidad y compartir un momento de oración.
Riccardo Curti
