¡Jesucristo ha resucitado «aquí» y «ahora»! | Custodia Terrae Sanctae

¡Jesucristo ha resucitado «aquí» y «ahora»!



Este Sábado Santo, en el mismo lugar de la Anástasis, numerosos fieles estaban esperando la vigilia pascual, la más importante de todas las vigilias.
Siguiendo la tradición, los franciscanos -bajo la guía del vicario custodial fray Dobromir Jazstal- han acompañado al patriarca latino de Jerusalén desde el Patriarcado, adonde le fueron a recoger. Franciscanos, seminaristas y caballeros del Santo Sepulcro se han colocado en torno a la tumba, donde se había preparado el altar.

Pero ha sido en la entrada de la basílica, con las puertas cerradas, donde ha comenzado la celebración con la bendición del fuego ante la piedra de la Unción. Este fuego ha encendido después las candelas apagadas de la tumba; este fuego ha encendido el nuevo cirio pascual. Tras el Exultet se han sucedido las lecturas. «No niego que sin el texto sería difícil seguir o concentrarse -susurra Paulina, una polaca de hermosos ojos azules-. Hay mucho ruido. Para mí -continúa- es importante vivir este misterio en el mismo lugar de la Anástasis». En torno al edículo, grupos de peregrinos y turistas siguen con la visita a la basílica.

Las primeras lecturas recorren la historia de la salvación, luego el Gloria resuena y llena las bóvedas de la cúpula, acompañado del órgano y de las campanas, que repican a vuelo. Después, ante la tumba vacía, el patriarca proclama el Evangelio de la Resurrección. En ningún otro lugar es tan emocionante como en Jerusalén, ¡en el lugar mismo de la resurrección!

«En árabe, la basílica se llama "iglesia de la Resurrección" -explica el padre Ráed Abusahlia- porque no queremos quedarnos en el Gólgota toda nuestra vida; los períodos difíciles son siempre transitorios; el mensaje de la Pascua es la alegría, es la victoria de la vida sobre la muerte, ¡incluidas todas nuestras penas!».

Durante un mes entero, en Jerusalén los cristianos se intercambiarán felicitaciones en todas las lenguas. Fray Aymán ofm es originario de Nazaret. «Al Masih qam» (Cristo ha resucitado), exclama en árabe; y se responde: «Haqqan qam» (¡Realmente ha resucitado!). «Como cristiano de Tierra Santa, pienso que debemos vivir los misterios de Cristo en los mismos lugares donde ocurrieron y transformarlos en memoria viva en nuestra vida cotidiana. Como fraile franciscano -prosigue-, personalmente el tiempo pascual es una gracia particular. "Aquí y ahora" son dos palabras que están siempre en mi oración. Y es que es "aquí" y es "ahora" cuando Jesucristo ha resucitado. El mensaje de este lugar santo es el amor al prójimo, amigo o enemigo, desde el nacimiento hasta la muerte. Debemos testimoniar a Jesús en nuestras vidas y el dulce perfume que hemos recibido en la vigilia... debemos llevarlo todos los días».
Por eso, desde mañana, en este lugar y durante ocho días, festejaremos nuestra alegría: ¡Jesucristo ha resucitado!¡Realmente a resucitado!