Jaffa: Procesión mariana ecuménica | Custodia Terrae Sanctae

Jaffa: Procesión mariana ecuménica

Domingo, 31 de mayo. El final del mes de mayo, dedicado a la Virgen, se ha celebrado con una procesión solemne.

Durante todo el mes, cada tarde la iglesia parroquial de San Antonio se ha llenado de fieles de todos los ritos y denominaciones cristianas: ortodoxos, melquitas, maronitas, coptos, luteranos, latinios, armenios… La Virgen, como ocurre en todo el mundo, constituye para los cristianos orientales un potentísimo polo de atracción. Los viejos párrocos franciscanos decían que el cristianismo en Tierra Santa se ha salvado por la devoción de los fieles a la Cruz, al Espíritu Santo y la Virgen María, Madre de Dios.

Por iniciativa del párroco, fray Tawfiq Bou Merhi, la tradicional procesión mariana de finales de mes de mayo se ha desarrollado este mes saliendo de la iglesia latina de San Antonio de Padua hacia la de San Jorge de los greco ortodoxos. Los párrocos de los diferentes ritos orientales han asistido a la misa celebrada en la iglesia latina.

La procesión ha seguido la disposición tradicional oriental: la cruz, el icono de la Virgen llevado por los jóvenes, el pueblo y el clero. Para esta ocasión la policía ha clausurado la calle Yefet. Los fieles de Jaffa han acompañado el icono cantando ininterrumpidamente himnos marianos. Llegados a la plaza de la iglesia ortodoxa, la gente se ha colocado a lo largo de la calle para hacer espacio y dejar pasar al clero. Aplausos espontáneos han manifestado la alegría y la fe de los fieles mientras el clero avanzaba y pasaba bajo la imagen de la Virgen que los jóvenes llevaban alzada, para recibir las bendiciones. Los fuegos artificiales han expresado, después, la alegría vivida en el seno de la fraternidad. Ha sido verdaderamente conmovedor.

En la iglesia de san Jorge, el párroco ortodoxo, Abuna Constantin, ha acogido a los fieles de todos los ritos recordando que la devoción a la Virgen, tan enraizada en Oriente, nos debe llevar a la práctica de la caridad que es la virtud que ayuda a alcanzar la verdadera unidad. Con el canto de un himno bizantino, muy apreciado por el ánimo oriental, el Párroco ha inciensado el icono y ha bendecido al pueblo. Todos estaban emocionados. Un anciano maestro de la escuela de Tierra Santa, con las lágrimas en los ojos decía: "Es un acontecimiento histórico para Jaffa. Es la primera vez que sucede, antes era impensable. Hoy nos sentimos todos unidos, todos hermanos, cristianos. Sentimos que todos somos realmente iguales".

fray Arturo VASATURO OFM