Este 27 de diciembre las comunidades religiosas cristianas de los distintos ritos (y especialmente las que comparten el vínculo del Status Quo) se han reunido para intercambiarse las felicitaciones navideñas según una tradición ya consolidada y que es además un gesto simpático y fraterno de ecumenismo. Por la mañana han visitado el convento de San Salvador las delegaciones de las iglesias greco-ortodoxa, armenia y etíope, que han sido recibidas en la Sala del Diván por el padre Pierbattista Pizzaballa, Custodia de Tierra Santa, y por la fraternidad de San Salvador, guiada por su guardián, el padre Artemio Vítores.
El encuentro sigue un ceremonial fijado que se repite en cada visita: el jefe de la delegación que visita saluda al responsable de la casa y a la comunidad, agradece la invitación y felicita la Navidad, manifestando su deseo de prosperidad y bien para el futuro y reafirmando los vínculos de amistad; el responsable de la casa se lo agradece y le desea los mismos parabienes; a continuación se sirven licores y dulces, momento en el cual se establecen conversaciones informales con los vecinos; luego se sirve el café, que es también señal de que el encuentro toca a su fin, y al final todos se despiden cordialmente.
Durante la mañana los franciscanos se han desplazado para visitar a los melquitas, regresando después para recibir a la delegación de las iglesias copta y siríaca. Tras la Epifanía serán los franciscanos los que vayan a felicitar a las iglesias orientales.
Por la tarde se ha producido la visita de la delegación católica latina guiada por el Patriarca, Mons. Fuad Twal, acompañado por Mons. William Shomali, obispo auxiliar, y Mons. Kamal Bathish, obispo auxiliar emérito de Jerusalén. Naturalmente, el encuentro con la delegación latina se ha desarrollado en un clima menos formal. El Patriarca y el Custodio, además de las felicitaciones, han intercambiado impresiones sobre la marcha de las celebraciones navideñas en Belén que son siempre fruto de una estrecha colaboración en el plano organizativo y de servicios. El Patriarca ha intercambiado un afectuoso abrazo con el padre Justo Artaraz, que estos días celebra su sexagésimo aniversario como sacerdote. Los seminaristas franciscanos han dado el toque alegre al encuentro con sus cantos y villancicos navideños.
FRC
El encuentro sigue un ceremonial fijado que se repite en cada visita: el jefe de la delegación que visita saluda al responsable de la casa y a la comunidad, agradece la invitación y felicita la Navidad, manifestando su deseo de prosperidad y bien para el futuro y reafirmando los vínculos de amistad; el responsable de la casa se lo agradece y le desea los mismos parabienes; a continuación se sirven licores y dulces, momento en el cual se establecen conversaciones informales con los vecinos; luego se sirve el café, que es también señal de que el encuentro toca a su fin, y al final todos se despiden cordialmente.
Durante la mañana los franciscanos se han desplazado para visitar a los melquitas, regresando después para recibir a la delegación de las iglesias copta y siríaca. Tras la Epifanía serán los franciscanos los que vayan a felicitar a las iglesias orientales.
Por la tarde se ha producido la visita de la delegación católica latina guiada por el Patriarca, Mons. Fuad Twal, acompañado por Mons. William Shomali, obispo auxiliar, y Mons. Kamal Bathish, obispo auxiliar emérito de Jerusalén. Naturalmente, el encuentro con la delegación latina se ha desarrollado en un clima menos formal. El Patriarca y el Custodio, además de las felicitaciones, han intercambiado impresiones sobre la marcha de las celebraciones navideñas en Belén que son siempre fruto de una estrecha colaboración en el plano organizativo y de servicios. El Patriarca ha intercambiado un afectuoso abrazo con el padre Justo Artaraz, que estos días celebra su sexagésimo aniversario como sacerdote. Los seminaristas franciscanos han dado el toque alegre al encuentro con sus cantos y villancicos navideños.
FRC