El viernes 6 de febrero, a las 16.30, la basílica de la Anunciación estaba preparada para recibir a S. E. el cardenal Lorenzo Baldisseri, secretario general del Sínodo de los Obispos. Los peregrinos aprovechaban todavía algunos momentos el santuario antes de que fuera cerrado al público. No ocurre todos los días que Nazaret acoja a un prelado romano.
Nombrado para este cargo en septiembre de 2013 por el papa Francisco, al cardenal Lorenzo Baldisseri se le ha encargado de la importante tarea de actualizar el Sínodo de los Obispos, a cincuenta años de su creación, para que alcance su pleno significado, es decir, perpetuar el espíritu de colegialidad y discutir las más importantes cuestiones eclesiales. Su primera gran misión: la organización de la Asamblea sinodal sobre la familia, que se reunirá del 4 al 25 de octubre de 2015, bajo el lema «La vocación y la misión de la familia en la Iglesia y en el mundo contemporáneo». A tal fin, se ha organizado el 6 y 7 de febrero un congreso de preparación del Sínodo en Nazaret.
El padre custodio, fray Pierbattista Pizzaballa, se ha acercado hasta el lugar para recibir al prelado romano durante su ingreso solemne en Nazaret. Religiosas, frailes, sacerdotes y laicos estaban esperando alineados a lo largo de la alfombra roja con motivos persas, extendida en el patio. Las cámaras de televisión y los proyectores han aparecido rápidamente. Son las 17.00 cuando el automóvil del cardenal se detiene en la calle de la Anunciación. El huésped de honor ha sido recibido por el padre Amyad, el párroco, y acogido después por el padre custodio, Su Beatitud Mons. Fuad Twal, Mons. Marun Lahham, Mons. Giacinto Bulos Marcuzzo, Mons. William Shomali, Mons. Kamal Hana Bathish y Mons. Elías Chacur. A su ingreso han estallado los aplausos mientras las campanas tocaban a fiesta y la coral entonaba el Te Deum.
Conforme al protocolo, ha sido el guardián y rector de la basílica, fray Bruno Varriano, quien le ha recibido en la plaza de la basílica. El cardenal Lorenzo Baldisseri ha aspergido a la asamblea con agua bendita; el cortejo se ha acercado después hasta la gruta de la Anunciación. Desde el presbiterio bizantino, el cardenal –rodeado por el patriarca y el custodio- ha asistido a la incensación del altar mayor, mientras religiosos y laicos han seguido la ceremonia desde la barandilla que rodea el santuario. Tras concluir la ceremonia, el padre Amyad ha invitado a los fieles, a los que se han unido los niños de la escuela franciscana de Tierra Santa y la parroquia local, a recitar, en una de las capillas laterales, una parte del rosario.
El ingreso solemne ha marcado el comienzo de tres jornadas llenas de eventos: la inauguración de la Casa Nova de Nazaret, el simposio sobre la familia y, para concluir, la ordenación de tres frailes franciscanos.
Nizar Halloun
Nombrado para este cargo en septiembre de 2013 por el papa Francisco, al cardenal Lorenzo Baldisseri se le ha encargado de la importante tarea de actualizar el Sínodo de los Obispos, a cincuenta años de su creación, para que alcance su pleno significado, es decir, perpetuar el espíritu de colegialidad y discutir las más importantes cuestiones eclesiales. Su primera gran misión: la organización de la Asamblea sinodal sobre la familia, que se reunirá del 4 al 25 de octubre de 2015, bajo el lema «La vocación y la misión de la familia en la Iglesia y en el mundo contemporáneo». A tal fin, se ha organizado el 6 y 7 de febrero un congreso de preparación del Sínodo en Nazaret.
El padre custodio, fray Pierbattista Pizzaballa, se ha acercado hasta el lugar para recibir al prelado romano durante su ingreso solemne en Nazaret. Religiosas, frailes, sacerdotes y laicos estaban esperando alineados a lo largo de la alfombra roja con motivos persas, extendida en el patio. Las cámaras de televisión y los proyectores han aparecido rápidamente. Son las 17.00 cuando el automóvil del cardenal se detiene en la calle de la Anunciación. El huésped de honor ha sido recibido por el padre Amyad, el párroco, y acogido después por el padre custodio, Su Beatitud Mons. Fuad Twal, Mons. Marun Lahham, Mons. Giacinto Bulos Marcuzzo, Mons. William Shomali, Mons. Kamal Hana Bathish y Mons. Elías Chacur. A su ingreso han estallado los aplausos mientras las campanas tocaban a fiesta y la coral entonaba el Te Deum.
Conforme al protocolo, ha sido el guardián y rector de la basílica, fray Bruno Varriano, quien le ha recibido en la plaza de la basílica. El cardenal Lorenzo Baldisseri ha aspergido a la asamblea con agua bendita; el cortejo se ha acercado después hasta la gruta de la Anunciación. Desde el presbiterio bizantino, el cardenal –rodeado por el patriarca y el custodio- ha asistido a la incensación del altar mayor, mientras religiosos y laicos han seguido la ceremonia desde la barandilla que rodea el santuario. Tras concluir la ceremonia, el padre Amyad ha invitado a los fieles, a los que se han unido los niños de la escuela franciscana de Tierra Santa y la parroquia local, a recitar, en una de las capillas laterales, una parte del rosario.
El ingreso solemne ha marcado el comienzo de tres jornadas llenas de eventos: la inauguración de la Casa Nova de Nazaret, el simposio sobre la familia y, para concluir, la ordenación de tres frailes franciscanos.
Nizar Halloun