Inauguradas las nuevas Sedes de la Biblioteca General y del Archivo de la Custodia de Tierra Santa | Custodia Terrae Sanctae

Inauguradas las nuevas Sedes de la Biblioteca General y del Archivo de la Custodia de Tierra Santa

2013/02/28

El jueves 28 de febrero, en la sala de la Inmaculada del convento de San Salvador de Jerusalén, se ha inaugurado la nueva sede de la Biblioteca General y del Archivo custodial de la Custodia de Tierra Santa.

La jornada ha comenzado con la presentación de la nueva Biblioteca General. El padre Marcello Badalamenti, bibliotecario custodial, ha recordado en su discurso que muy probablemente, desde comienzos del siglo XIII, los franciscanos de Tierra Santa debían poseer libros y, con seguridad, una biblioteca cuando obtuvieron, a mediados del siglo XIV, la custodia de los lugares ligados a la vida de Jesús. Sin embargo, no hay documentación que lo atestigüe. Por otro lado, uno de los volúmenes que se conservan asegura que, desde 1521, cuando los frailes estaban aún en el convento del monte Sión, existía una biblioteca a la que un profesor alemán regaló algunos de sus libros. En los últimos años se ha realizado una profunda restauración de la biblioteca del convento de San Salvador, donde tiene su sede la Custodia de Tierra Santa, que ha culminado con su traslado a los nuevos locales y la organización de un nuevo catálogo en línea.

Con motivo de la inauguración, además de mostrar la nueva disposición de la amplia bibliografía, se ha preparado una exposición en la que se han mostrado algunos los volúmenes de los dos fondos más relevantes y que recientemente se han catalogado: los fondos de incunables y de los libros del siglo XVI (estudiados por el Dr. Luca Rivali), y los catalogados bajo el epígrafe de Itinera ad loca sancta (estudiados por el Dr. Alessandro Tedesco). Los ha descrito en su intervención el Dr. Alessandro Tedesco, que ha sido también el responsable del catálogo de la exposición, publicado por la Sociedad Bibliográfica Toscana en colaboración con ATS pro Terra Sancta.

El trabajo desarrollado en la biblioteca, además del realizado por estos dos jóvenes investigadores, ha implicado también a algunos voluntarios y a muchos estudiantes y exestudiantes de la Universidad Católica que han participado en este complejo proyecto pero, al mismo tiempo, apasionante. Como ha explicado el profesor Eduardo Barbieri, director del CRELEB, se trata de una contribución pequeña pero real para hacer que la Biblioteca General de la Custodia sea cada vez más un lugar de encuentro para los estudiosos de distinta procedencia, capaces de documentar –este es también el título del proyecto- cómo los libros pueden ser realmente «puentes de paz».

Ha seguido a continuación la presentación de los trabajos realizados en el Archivo custodial: un largo proceso de sistematización, reorganización e inventariado del contenido que ha concluido con la edición del primer catálogo impreso de los documentos conservadores en el mismo (L'Archivio storico della Custodia di Terra Santa, 3 vols., editados por Andrea Maiarelli, Milano, ETS, 2012). En una breve exposición, el padre Narcyz Klimas, archivista custodial, ha hablado de la historia del Archivo, de su formación, pero, sobre todo, de su importancia como memoria histórica de la vida de los franciscanos en los Santos Lugares y de su papel como custodios de los mismos. Los frailes siempre se han preocupado de recoger todos los documentos y testimonios útiles que documentaran tanto los grandes eventos como la rutina de la vida diaria, y el Archivo custodial es solo uno de los muchos archivos que existen en todos los conventos, diseminados por toda la zona mediterránea.

El profesor Andrea Maiarelli, del Instituto Teológico de Asís, ha ilustrado después, en su extensa intervención, el nuevo catálogo y la fisionomía del archivo con sus diferentes fondos, con los documentos que se hallan en ellos. Han seguido las doctoras Maria Cominancini, Tiziana Nandesi y Valeria Vestrilli, que han contado su experiencia en el Archivo custodial, el trabajo de catalogación y las no pocas dificultades que han tenido que afrontar.

Poniendo el punto final a este acontecimiento, el padre custodio, fray Pierbasttista Pizzaballa, ha intervenido hablando de los trabajos realizados y del conjunto de recursos invertidos en ellos, subrayando que «es necesario destacar nuestra identidad, tener una clara percepción de la realidad, ser capaces de prever, darnos perspectiva» porque «en los libros, en los documentos y en los archivos, en pocas palabras, en nuestra historia está también nuestro futuro».



Emilia Bignami