Inaugurada en Ramleh la “Calle de la Orden de san Francisco” | Custodia Terrae Sanctae

Inaugurada en Ramleh la “Calle de la Orden de san Francisco”

La fiesta de san Francisco de Asís se celebra solemnemente en la Custodia, el 4 de octubre; pero este 10 de noviembre también se ha celebrado al santo de Asís, ¡y de qué modo!

De hecho, con ocasión del 8º centenario de la Orden franciscana, el ayuntamiento de Ramleh ha respondido positivamente a la petición del párroco, fray Abdel Masih Fayez, de poner a una calle de la ciudad el nombre de “Calle de la Orden de san Francisco”.

Esta inauguración ha dado lugar a una hermosa fiesta por las calles de la ciudad que ha seguido luego en el patio de la escuela de la Custodia.
En primer lugar, el alcalde Yoel Lavi y su equipo municipal, recibieron en los locales municipales al Custodio de Tierra Santa, fray Pierbattista Pizzaballa, al Nuncio Apostólico Mons. Antonio Franco, a Mons. Giacinto-Boulos Marcuzzo, obispo auxiliar y vicario patriarcal para Israel, además de a numerosos frailes franciscanos llegados de toda la Galilea y también de Jerusalén, Ain Karem y Belén. Había también sacerdotes greco-católicos y greco-ortodoxos, numerosos parroquianos y también estaba presente el alcalde de Asís, Claudio Ricci, ciudad de origen de san Francisco, además de don Stefano Cimicchi, consejero de turismo de la región de Umbría.

El alcalde ha presentado brevemente la historia de la ciudad y sus características sociológicas actuales. Ramleh, según la tradición cristiana, sería la antigua ciudad de Arimatea, de donde era originario José, miembro del Sinedrio y discípulo secreto de Jesús (Jn 19,38). La ciudad, debido a su situación geográfica, ha sido siempre un lugar de paso. No en vano se encuentra en la Via Maris, la vía que unía El Cairo y Damasco, y entre el puerto de Jaffa y Jerusalén.

Actualmente, debido a su proximidad con Tel Aviv, se ha convertido en un importante centro periférico de este pulmón económico de Israel. Su población cuenta con 63.500 habitantes, repartidos entre judíos (cerca del 80%), árabes musulmanes (cerca del 16%) y árabes cristianos (alrededor del 4%). El alcalde ha subrayado el hecho de que la ciudad tiene, entre sus habitantes, personas originarias de más de cincuenta países, representando así un microcosmos de la sociedad israelí. “Este multiculturalismo –declaraba el alcalde-, requiere respeto, tolerancia y escucha”.

El Custodio ha respondido al alcalde con unas palabras de agradecimiento, antes de salir para ver el desfile de los scouts, de los alumnos de las escuelas de Tierra Santa y de los jóvenes franciscanos que llevaban una imagen de san Francisco. Los miembros del consistorio han seguido la procesión hasta la calle en la que el Custodio, al llegar, ha descubierto la placa de la nueva calle.

Como la calle se encuentra al lado de la parroquia y de la escuela, el festejo ha proseguido en el patio de esta última. El párroco y director de la escuela, fray Abdel Masih, en un caluroso discurso, ha vuelto a dar las gracias otra vez al alcalde y a su equipo y ha aprovechado la ocasión para anunciar las obras de ampliación de la escuela, decisión tomada por el discretorio de la Custodia.

Tomando de nuevo la palabra, el Custodio ha recordado el viejo vínculo que une a la Custodia con Ramleh, donde se instalaron los primeros franciscanos, allá por el año 1296, y dedicaron el santuario a san Nicodemo. Con frecuencia, Ramleh y su Casa Nova han constituido para los peregrinos, que en los siglos pasados desembarcaban en Jaffa, el primer contacto con la Tierra Santa.

“El mensaje que hoy os quisiera dejar –ha dicho el Custodio-, dándoos de nuevo las gracias por el reconocimiento de nuestra presencia en la ciudad, es el de continuar siendo curiosos, como Nicodemo, estar siempre atentos e intentar comprender lo que sucede, estar siempre dispuestos al diálogo”.

A los discursos ha seguido después un concierto en donde han participado distintos grupos y solistas, y durante el cual se distribuyeron a la asamblea festiva dulces y bebidas. Tras los fuegos artificiales que hicieron brillar la fachada de la iglesia a los ojos de todos, el grupo Raja, venido desde Jerusalén, hizo bailar a los más jóvenes con canciones cristianas llenas de ritmo. Todos los jóvenes dieron una especial ovación a fray Abdel Masih, dándole las gracias por esta magnífica fiesta que realmente ha sido un gran éxito y que ha confortado a todos los cristianos de la ciudad.

MAB