Hace un año, cuando el Custodio bendecía el segundo inmueble en Trípoli Marina, fray Halim, responsable del convento y de la escuela, recordaba que en el 2009 se celebrarían los 50 años de presencia franciscana en Trípoli Marina.
De esta forma, hace un año, fray Halim invitaba al Custodio y a los frailes de la zona a inaugurar el convento renovado. El jueves 19 de febrero, el padre Custodio, durante el curso de su visita a las fraternidades del Líbano, bendijo el final de los trabajos de reestructuración. Nos encontramos todos juntos en Trípoli Marina: nosotros, los frailes de Beirut y de Harissa, donde habíamos acompañado al Custodio por la mañana.
Con fray Halim visitamos el pequeño convento que hay sobre la iglesia. Se compone de nueve habitaciones con servicios, y dos salas con cristaleras: una al sur (la cocina), y la otra al norte (el comedor). A las paredes de las habitaciones se les ha quitado el yeso, redescubriendo y valorizando las mismas con piedra. El mismo trabajo se ha hecho en la iglesia.
A las 12 horas fuimos invitados a comer en la nueva sala que se ha ganado aprovechando una esquina de la pequeña terraza, que las maestras de la escuela habían decorado con motivos festivos. La comida y el servicio lo ha realizado el catering de un restaurante. Junto al Custodio estábamos los siete frailes del Líbano más algunos frailes venidos del norte de Siria. Sin embargo, los frailes de Damasco no han podido venir por causa del mal tiempo. Los colaboradores de fray Halim y algunas maestras han participado también en este momento de fraternidad.
A primera hora de la tarde nos hemos encontrado todos en la iglesia para concelebrar la misa, presidida por el P. Custodio. Con nosotros estaba el obispo maronita de Trípoli y, naturalmente, todos los colaboradores y colaboradoras de fray Halim. Una bella asamblea enriquecida por un grupo de terciarios franciscanos que se está formando en Trípoli con el apoyo del grupo de terciarios de Beirut.
Se ha celebrado la misa de san Francisco (en lengua árabe), a quien está dedicada la iglesia y el convento. Fray Hanna Jallouf ha hecho las veces de ceremoniero, mientras que fray Joseph Costantin ha animado y dirigido el canto.
En el saludo de bienvenida, fray Halim ha recordado los 150 años de presencia franciscana en Trípoli Marina. El Custodio, por su parte, durante la homilía, ha afirmado que se va a intentar reforzar la presencia franciscana en Trípoli, pues está incluido en la agenda del próximo capítulo custodial de 2010. Ha agradecido también a fray Halim su labor desarrollada en Trípoli, así como a sus colaboradores, y ha recordado la importancia de la oración, que debe preceder y guiar el trabajo pastoral.
A la santa misa ha seguido la bendición del convento reformado, terminando con la fijación de la Cruz de san Damián sobre la pared principal del convento. La celebración ha concluido aquí, pero se espera que a partir de ahora se inicie una nueva vida que se desea próspera y fructífera, como lo fue la obra de los frailes en los 150 años precedentes.
Continuamos después con un refresco en el patio de la escuela, donde nos reunimos felices por la restauración hecha en el convento, signo de la nueva vitalidad de la presencia franciscana en Trípoli.
Fray Joseph Costantin ofm
De esta forma, hace un año, fray Halim invitaba al Custodio y a los frailes de la zona a inaugurar el convento renovado. El jueves 19 de febrero, el padre Custodio, durante el curso de su visita a las fraternidades del Líbano, bendijo el final de los trabajos de reestructuración. Nos encontramos todos juntos en Trípoli Marina: nosotros, los frailes de Beirut y de Harissa, donde habíamos acompañado al Custodio por la mañana.
Con fray Halim visitamos el pequeño convento que hay sobre la iglesia. Se compone de nueve habitaciones con servicios, y dos salas con cristaleras: una al sur (la cocina), y la otra al norte (el comedor). A las paredes de las habitaciones se les ha quitado el yeso, redescubriendo y valorizando las mismas con piedra. El mismo trabajo se ha hecho en la iglesia.
A las 12 horas fuimos invitados a comer en la nueva sala que se ha ganado aprovechando una esquina de la pequeña terraza, que las maestras de la escuela habían decorado con motivos festivos. La comida y el servicio lo ha realizado el catering de un restaurante. Junto al Custodio estábamos los siete frailes del Líbano más algunos frailes venidos del norte de Siria. Sin embargo, los frailes de Damasco no han podido venir por causa del mal tiempo. Los colaboradores de fray Halim y algunas maestras han participado también en este momento de fraternidad.
A primera hora de la tarde nos hemos encontrado todos en la iglesia para concelebrar la misa, presidida por el P. Custodio. Con nosotros estaba el obispo maronita de Trípoli y, naturalmente, todos los colaboradores y colaboradoras de fray Halim. Una bella asamblea enriquecida por un grupo de terciarios franciscanos que se está formando en Trípoli con el apoyo del grupo de terciarios de Beirut.
Se ha celebrado la misa de san Francisco (en lengua árabe), a quien está dedicada la iglesia y el convento. Fray Hanna Jallouf ha hecho las veces de ceremoniero, mientras que fray Joseph Costantin ha animado y dirigido el canto.
En el saludo de bienvenida, fray Halim ha recordado los 150 años de presencia franciscana en Trípoli Marina. El Custodio, por su parte, durante la homilía, ha afirmado que se va a intentar reforzar la presencia franciscana en Trípoli, pues está incluido en la agenda del próximo capítulo custodial de 2010. Ha agradecido también a fray Halim su labor desarrollada en Trípoli, así como a sus colaboradores, y ha recordado la importancia de la oración, que debe preceder y guiar el trabajo pastoral.
A la santa misa ha seguido la bendición del convento reformado, terminando con la fijación de la Cruz de san Damián sobre la pared principal del convento. La celebración ha concluido aquí, pero se espera que a partir de ahora se inicie una nueva vida que se desea próspera y fructífera, como lo fue la obra de los frailes en los 150 años precedentes.
Continuamos después con un refresco en el patio de la escuela, donde nos reunimos felices por la restauración hecha en el convento, signo de la nueva vitalidad de la presencia franciscana en Trípoli.
Fray Joseph Costantin ofm