1948. En Oriente Medio se suceden cambios importantes. Tras la partición de Palestina y tras la primera guerra árabe-israelí, Jerusalén, la Ciudad Santa, se divide en dos partes: la zona árabe y la zona israelí. Entre las consecuencias más importantes que afectan a la Custodia de Tierra Santa está la clausura de la más prestigiosa escuela de todo el Oriente Medio: el colegio Tierra Santa de Jerusalén, donde estudiaban juntos, en buena armonía y respeto recíproco, judíos, cristianos y musulmanes.
Los franciscanos, confiados a la Providencia, afrontaron estas dificultades y, conscientes de la importancia de una buena educación incluso como acción pastoral en favor de las comunidades cristianas, inmediatamente, ya en el año 1948, abrieron un nuevo centro de estudios en Ammán y, un año después, otro colegio de Tierra Santa en la Ciudad Vieja de Jerusalén.
A finales de mayo del 2008, el colegio Tierra Santa de Ammán ha celebrado solemnemente el 60º aniversario de su fundación, con la presencia del Custodio y de numerosos franciscanos, importantes personalidades de Jordania junto al príncipe Hassan, algunos ministros del gobierno, y ex alumnos del colegio.
10 de octubre de 2008. Como colofón de esta fiesta, y apenas a un mes de la inauguración del nuevo curso, se ha bendecido la nueva capilla del colegio. Al lado de la ya existente, mucho más grande y reservada a los acontecimientos más relevantes con una gran participación de alumnos y fieles, la nueva capilla tiene una capacidad más limitada, destinada a acoger un máximo de 50 personas, con el objeto de ofrecer un ambiente adaptado también a la enseñanza de la religión cristiana. Los alumnos de los diversos cursos tendrán así la posibilidad de profundizar en su fe cristiana en momentos y tiempos especiales, guiados por el director del colegio.
La capilla, construida por el arquitecto Maher Ghanam, está adornada con vidrieras de la empresa Domus Dei, de Albano Laziale (Roma), realizadas por Analise Calí.
La capilla se bendijo durante la eucaristía presidida por el p. Rashid Mistrih, director del colegio de Ammán. Entre los concelebrantes estaban fray Artemio Vítores, Vicario de la Custodio de Tierra Santa, y Mons. F. Crotty, de la Nunciatura Apostólica de la Santa Sede en Ammán.
El Vicario custodial, pronunció la homilía en italiano, traducida al árabe por fray Bernardo, Vicedirector del colegio, recordando a los presentes la celebración en estos días del Sínodo de los Obispos que tiene por tema la Sagrada Escritura en la vida del cristiano y de la Iglesia, poniendo de relieve la necesidad de transmitir y de hacer amar la Palabra de Dios. El colegio Tierra Santa tiene un deber especial con respecto a sus alumnos en este campo, porque conociendo el Evangelio se conoce a Cristo. La fe en Cristo, por tanto, debe ser testimoniada con la vida, para que toda la comunidad circundante pueda ser edificada por el amor que los cristianos tienen la obligación de manifestar, y todos podamos transmitir “la paz y el bien” deseados por san Francisco.
Una vez bendecida la capilla, al final de la santa misa, el director del colegio, fray Rashid Mistrih, tuvo palabras de agradecimiento para todos los presentes, y especialmente a aquellos que han colaborado en el buen desarrollo de este proyecto, invitando a todos a continuar la fiesta con un ágape fraterno.
Fray Artemio Vítores ofm
Los franciscanos, confiados a la Providencia, afrontaron estas dificultades y, conscientes de la importancia de una buena educación incluso como acción pastoral en favor de las comunidades cristianas, inmediatamente, ya en el año 1948, abrieron un nuevo centro de estudios en Ammán y, un año después, otro colegio de Tierra Santa en la Ciudad Vieja de Jerusalén.
A finales de mayo del 2008, el colegio Tierra Santa de Ammán ha celebrado solemnemente el 60º aniversario de su fundación, con la presencia del Custodio y de numerosos franciscanos, importantes personalidades de Jordania junto al príncipe Hassan, algunos ministros del gobierno, y ex alumnos del colegio.
10 de octubre de 2008. Como colofón de esta fiesta, y apenas a un mes de la inauguración del nuevo curso, se ha bendecido la nueva capilla del colegio. Al lado de la ya existente, mucho más grande y reservada a los acontecimientos más relevantes con una gran participación de alumnos y fieles, la nueva capilla tiene una capacidad más limitada, destinada a acoger un máximo de 50 personas, con el objeto de ofrecer un ambiente adaptado también a la enseñanza de la religión cristiana. Los alumnos de los diversos cursos tendrán así la posibilidad de profundizar en su fe cristiana en momentos y tiempos especiales, guiados por el director del colegio.
La capilla, construida por el arquitecto Maher Ghanam, está adornada con vidrieras de la empresa Domus Dei, de Albano Laziale (Roma), realizadas por Analise Calí.
La capilla se bendijo durante la eucaristía presidida por el p. Rashid Mistrih, director del colegio de Ammán. Entre los concelebrantes estaban fray Artemio Vítores, Vicario de la Custodio de Tierra Santa, y Mons. F. Crotty, de la Nunciatura Apostólica de la Santa Sede en Ammán.
El Vicario custodial, pronunció la homilía en italiano, traducida al árabe por fray Bernardo, Vicedirector del colegio, recordando a los presentes la celebración en estos días del Sínodo de los Obispos que tiene por tema la Sagrada Escritura en la vida del cristiano y de la Iglesia, poniendo de relieve la necesidad de transmitir y de hacer amar la Palabra de Dios. El colegio Tierra Santa tiene un deber especial con respecto a sus alumnos en este campo, porque conociendo el Evangelio se conoce a Cristo. La fe en Cristo, por tanto, debe ser testimoniada con la vida, para que toda la comunidad circundante pueda ser edificada por el amor que los cristianos tienen la obligación de manifestar, y todos podamos transmitir “la paz y el bien” deseados por san Francisco.
Una vez bendecida la capilla, al final de la santa misa, el director del colegio, fray Rashid Mistrih, tuvo palabras de agradecimiento para todos los presentes, y especialmente a aquellos que han colaborado en el buen desarrollo de este proyecto, invitando a todos a continuar la fiesta con un ágape fraterno.
Fray Artemio Vítores ofm