La Custodia de Tierra Santa está muy contenta, junto con la Iglesia universal, por la elección del nuevo papa. Esta elección, que ha echado por tierra todos los pronósticos, ha sorprendido sobre todo a los franciscanos por la decisión, por parte del nuevo papa, de asumir el nombre de Francisco, con una clara referencia a san Francisco de Asís, su fundador.
«Me he quedado muy sorprendido cuando he escuchado su nombre –declara el custodio de Tierra Santa, fray Pierbattista Pizzaballa-, no me lo esperaba y me ha sorprendido. El día anterior había estado hablando con el nuncio apostólico en Jordania, que manifestaba su deseo de que el nuevo papa adoptara un nombre como José o Francisco, para realizar así un gesto profético para el futuro. ¡Y así ha sido! De hecho, creo que en este nombre hay todo un programa».
Un programa que los franciscanos de Tierra Santa conocen bien porque lo viven. Un programa en el que este jesuita ya se había inspirado, porque es conocido por su cercanía a la gente, por su simplicidad, por su amor a los pobres.
La Custodia de Tierra Santa tiene un convento en Buenos Aires y el custodio ya tuvo ocasión de reunirse con el papa Francisco cuando era el Card. Jorge Mario Bergoglio, quedando impresionado por su humildad y simplicidad. «Buenos Aires es una de las ciudades más grandes del mundo y, cuando uno va a reunirse con un cardenal, se imagina cierto protocolo. Pero es él quien va a abrir la puerta, quien indica cómo se debe aparcar el automóvil en el patio del obispado y, además, ¡él mismo es quien prepara el café!».
El padre custodio recuerda también su humanidad y atención a la vida religiosa. «Hace algunos años, tuvimos dificultades en Buenos Aires y se llegó a la cuestión de si era oportuno o no cerrar el convento que la Custodia tiene allí. El cardenal nos pidió que nos quedáramos y mantuviéramos la presencia franciscana de Tierra Santa, y en ello se esforzó. Estuvo pendiente de los problemas que nos surgían, estudió la cuestión y nos ayudó a tomar las medidas necesarias, pensando constantemente en el bien de las personas y en su defensa. He visto en él a un verdadero creyente».
Vista desde Tierra Santa, la elección de un papa que llega desde el extremo del mundo puede hacer que nos preguntemos qué percepción puede tener de Oriente Medio. Es cierto que ha sido el obispo ordinario para los fieles de rito oriental residentes en Argentina, pero nos podemos preguntar: ¿qué conocimiento tendrá de la situación de esta zona del mundo?
Según el custodio de Tierra Santa «América Latina y Argentina están realmente lejos de Oriente Medio. Es necesario que pase algo de tiempo para que pueda comprender la realidad de esta tierra. Pero era también necesario preocuparse por el continente en el que se encuentran la mitad de los católicos del mundo. Esto es también importante para la universalidad de la Iglesia. Europa es un punto de referencia importante para la cultura, pero no es el único. Es tiempo de darnos también un punto de referencia que nos permita ir hacia delante de una forma distinta».
Al mismo tiempo, sigue diciendo el custodio, «el nuevo papa, conocido por estar enraizado en los principios de la fe, es también una persona abierta al diálogo con todos. Ha mantenido relaciones excelentes con la comunidad judía argentina y también con la comunidad musulmana, que tiene una presencia importante en el país».
«La realidad de Oriente Medio está lejos de aquella de los hispanoamericanos, que tienen su propia problemática, pero también ellos están muy interesados en las cuestiones de la paz y la justicia». Un punto común con los cristianos de Oriente Medio.
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La voz del Custodio - Bienvenido, Papa Francisco
«Me he quedado muy sorprendido cuando he escuchado su nombre –declara el custodio de Tierra Santa, fray Pierbattista Pizzaballa-, no me lo esperaba y me ha sorprendido. El día anterior había estado hablando con el nuncio apostólico en Jordania, que manifestaba su deseo de que el nuevo papa adoptara un nombre como José o Francisco, para realizar así un gesto profético para el futuro. ¡Y así ha sido! De hecho, creo que en este nombre hay todo un programa».
Un programa que los franciscanos de Tierra Santa conocen bien porque lo viven. Un programa en el que este jesuita ya se había inspirado, porque es conocido por su cercanía a la gente, por su simplicidad, por su amor a los pobres.
La Custodia de Tierra Santa tiene un convento en Buenos Aires y el custodio ya tuvo ocasión de reunirse con el papa Francisco cuando era el Card. Jorge Mario Bergoglio, quedando impresionado por su humildad y simplicidad. «Buenos Aires es una de las ciudades más grandes del mundo y, cuando uno va a reunirse con un cardenal, se imagina cierto protocolo. Pero es él quien va a abrir la puerta, quien indica cómo se debe aparcar el automóvil en el patio del obispado y, además, ¡él mismo es quien prepara el café!».
El padre custodio recuerda también su humanidad y atención a la vida religiosa. «Hace algunos años, tuvimos dificultades en Buenos Aires y se llegó a la cuestión de si era oportuno o no cerrar el convento que la Custodia tiene allí. El cardenal nos pidió que nos quedáramos y mantuviéramos la presencia franciscana de Tierra Santa, y en ello se esforzó. Estuvo pendiente de los problemas que nos surgían, estudió la cuestión y nos ayudó a tomar las medidas necesarias, pensando constantemente en el bien de las personas y en su defensa. He visto en él a un verdadero creyente».
Vista desde Tierra Santa, la elección de un papa que llega desde el extremo del mundo puede hacer que nos preguntemos qué percepción puede tener de Oriente Medio. Es cierto que ha sido el obispo ordinario para los fieles de rito oriental residentes en Argentina, pero nos podemos preguntar: ¿qué conocimiento tendrá de la situación de esta zona del mundo?
Según el custodio de Tierra Santa «América Latina y Argentina están realmente lejos de Oriente Medio. Es necesario que pase algo de tiempo para que pueda comprender la realidad de esta tierra. Pero era también necesario preocuparse por el continente en el que se encuentran la mitad de los católicos del mundo. Esto es también importante para la universalidad de la Iglesia. Europa es un punto de referencia importante para la cultura, pero no es el único. Es tiempo de darnos también un punto de referencia que nos permita ir hacia delante de una forma distinta».
Al mismo tiempo, sigue diciendo el custodio, «el nuevo papa, conocido por estar enraizado en los principios de la fe, es también una persona abierta al diálogo con todos. Ha mantenido relaciones excelentes con la comunidad judía argentina y también con la comunidad musulmana, que tiene una presencia importante en el país».
«La realidad de Oriente Medio está lejos de aquella de los hispanoamericanos, que tienen su propia problemática, pero también ellos están muy interesados en las cuestiones de la paz y la justicia». Un punto común con los cristianos de Oriente Medio.
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La voz del Custodio - Bienvenido, Papa Francisco