Fra Hervé Ponsot, nombrado nuevo director de la Escuela Bíblica y Arqueológica francesa (EBAF), asumirá su cargo en julio
Usted ha sido nombrado director de la EBAF, ¿cuáles son sus primeras impresiones, así en caliente?
Cuando a mediados de diciembre de 2007 se propuso mi nombre para asumir la dirección de la EBAF lo tomé con precaución y temor. Se trataba de suceder a prestigiosos predecesores como los padres Lagrange, del que se ha abierto el proceso de beatificación, de Vaux o Benoît.
Además, la escuela tiene fama internacional, una reputación que mantener y yo no he sido más que un enseñante de base en el Instituto católico de Tolouse, y he frecuentado pocos congresos.
Además, está claro que ya que la Escuela bíblica se encuentra en la parte este de Jerusalén, sus miembros comparten los sufrimientos de todos los que viven en aquella parte de la ciudad.
Resumiendo, mi reacción ha sido: “No soy digno de ningún modo”.
No he cambiado de idea, pero he considerado que mi predecesor, fra Jean-Michel Poffet, había realizado una labor inmensa e importante que era necesario continuar, y tenía el apoyo de todo el cuerpo docente, dominicos y no, y que el Señor asiste a los que confían en Él – y yo cuento con la especial intercesión del padre Lagrange.
Por eso, he dejado que las cosas siguieran adelante y el 1 de julio asumiré el cargo para luego, el 28 de agosto fiesta de san Agustín, tomar posesión de él. Tengo la perspectiva de continuar el trabajo iniciado, en particular en lo que concierne al proyecto “La Biblia y sus tradiciones”, donde la idea es la de proponer una nueva edición/traducción de la Biblia que tenga en cuenta no sólo las condiciones de producción del texto sino también las diversas lecturas que se han dado a través de los tiempos. Una labor que se prevé que dure ¡de quince a veinte años!
¿Es su primera experiencia en Tierra Santa?
En febrero pasado, después de 25 años de ausencia, volví a Tierra Santa. Mi primera y única experiencia (1981-1983) se remonta, de hecho, a mis años de estudio, cuando mis profesores me enviaron para un bienio de especialización sobre temas bíblicos. Fue entonces, gracias a los padres Benoît y Dreyfus, cuando empecé a familiarizarme con el universo de san Pablo, que verdaderamente no he abandonado nunca –mi tesis se refería a la figura de Abraham en Gálatas 3 y en Romanos 4- aunque, después de muchos años, empiezo a interesarme por los Hechos de los Apóstoles.
Participé en todos los viajes de la Escuela, por lo menos en todos los que se buscaba descubrir el país y que fueron dirigidos por Jerome Murphy O’Connor, punto de referencia siempre vivo y presente en la Escuela y fuera. Aunque creo que he olvidado todo, o casi todo. En veinticinco años es normal. El mundo ha cambiado y con él las condiciones del país. La Escuela ha seguido estos cambios. Yo me propongo acompañarla en este camino al menos un poco.
A cura de MAB
Identidad
Hervé Ponsot nació el 23 de octubre de 1951.
Entró en la Orden de Predicadores (Dominicos) en 1975. Se ordenó sacerdote en 1980.
Formación
- Licenciado en AEC (Altos estudios de comercio), 1971-1974.
- Licenciado por la Escuela Bíblica y arqueológica francesa de Jerusalén, 1981-1983.
- Doctorado en Teología y Ciencias Religiosas (1983-1985) por el Instituto Católico de París, París IV Sorbona, con la tesis “Abraham en la teología paulina: Ga 3 y Rom 4”.
- Fra Hervé es webmaster de numerosos sitios de los dominicos en internet, entre los cuales está: paulissimo.dominicains.com
Site Internet de l’Ecole Biblique
Usted ha sido nombrado director de la EBAF, ¿cuáles son sus primeras impresiones, así en caliente?
Cuando a mediados de diciembre de 2007 se propuso mi nombre para asumir la dirección de la EBAF lo tomé con precaución y temor. Se trataba de suceder a prestigiosos predecesores como los padres Lagrange, del que se ha abierto el proceso de beatificación, de Vaux o Benoît.
Además, la escuela tiene fama internacional, una reputación que mantener y yo no he sido más que un enseñante de base en el Instituto católico de Tolouse, y he frecuentado pocos congresos.
Además, está claro que ya que la Escuela bíblica se encuentra en la parte este de Jerusalén, sus miembros comparten los sufrimientos de todos los que viven en aquella parte de la ciudad.
Resumiendo, mi reacción ha sido: “No soy digno de ningún modo”.
No he cambiado de idea, pero he considerado que mi predecesor, fra Jean-Michel Poffet, había realizado una labor inmensa e importante que era necesario continuar, y tenía el apoyo de todo el cuerpo docente, dominicos y no, y que el Señor asiste a los que confían en Él – y yo cuento con la especial intercesión del padre Lagrange.
Por eso, he dejado que las cosas siguieran adelante y el 1 de julio asumiré el cargo para luego, el 28 de agosto fiesta de san Agustín, tomar posesión de él. Tengo la perspectiva de continuar el trabajo iniciado, en particular en lo que concierne al proyecto “La Biblia y sus tradiciones”, donde la idea es la de proponer una nueva edición/traducción de la Biblia que tenga en cuenta no sólo las condiciones de producción del texto sino también las diversas lecturas que se han dado a través de los tiempos. Una labor que se prevé que dure ¡de quince a veinte años!
¿Es su primera experiencia en Tierra Santa?
En febrero pasado, después de 25 años de ausencia, volví a Tierra Santa. Mi primera y única experiencia (1981-1983) se remonta, de hecho, a mis años de estudio, cuando mis profesores me enviaron para un bienio de especialización sobre temas bíblicos. Fue entonces, gracias a los padres Benoît y Dreyfus, cuando empecé a familiarizarme con el universo de san Pablo, que verdaderamente no he abandonado nunca –mi tesis se refería a la figura de Abraham en Gálatas 3 y en Romanos 4- aunque, después de muchos años, empiezo a interesarme por los Hechos de los Apóstoles.
Participé en todos los viajes de la Escuela, por lo menos en todos los que se buscaba descubrir el país y que fueron dirigidos por Jerome Murphy O’Connor, punto de referencia siempre vivo y presente en la Escuela y fuera. Aunque creo que he olvidado todo, o casi todo. En veinticinco años es normal. El mundo ha cambiado y con él las condiciones del país. La Escuela ha seguido estos cambios. Yo me propongo acompañarla en este camino al menos un poco.
A cura de MAB
Identidad
Hervé Ponsot nació el 23 de octubre de 1951.
Entró en la Orden de Predicadores (Dominicos) en 1975. Se ordenó sacerdote en 1980.
Formación
- Licenciado en AEC (Altos estudios de comercio), 1971-1974.
- Licenciado por la Escuela Bíblica y arqueológica francesa de Jerusalén, 1981-1983.
- Doctorado en Teología y Ciencias Religiosas (1983-1985) por el Instituto Católico de París, París IV Sorbona, con la tesis “Abraham en la teología paulina: Ga 3 y Rom 4”.
- Fra Hervé es webmaster de numerosos sitios de los dominicos en internet, entre los cuales está: paulissimo.dominicains.com
Site Internet de l’Ecole Biblique