Los alumnos más aventajados del Magnificat, la escuela de música de la Custodia de Tierra Santa, se han exhibido este domingo, 14 de noviembre, en el auditorio del Jerusalem Center for Near Eastern Studies, más conocido como la Universidad de los Mormones, en el prestigioso evento musical que, desde hace años, ésta viene organizando.
En un lugar privilegiado, sobre el monte de los Olivos, los espectadores disfrutan del concierto mientras recrean su vista admirando, a través de los amplios ventanales, el panorama de Jerusalén. Sin ningún miedo al público, quince estudiantes del Magníficat de edades comprendidas entre los 9 y los 14 años han interpretado con maestría y desenvoltura piezas clásias para pianoforte, flauta, violín y violoncello de autores como Bach, Mozart, Beethoven, Telemann, Poulenc y otros. Tantos han sido los aplausos del público que, para contentarlo, el coro femenino “Yasmeen”, compuesto por adolescentes y dirigido por Hania Sabbara, directora didáctica de la escuela, ha tenido que repetir el “Amén” final del “Stabat Mater” de Pergolesi.
El Instituto Magníficat fue fundado en 1995 por el padre Armando Pierucci ofm, organista del Santo Sepulcro y profesor de conservatorio, que es su actual director. El reconocimiento al Magníficat va siempre en aumento gracias a la profesionalidad de los profesores y a la nuevas posibilidades que se le abren a la escuela de emitir diplomas académicos reconocidos incluso en la Unión Europea, como consecuencia del acuerdo establecido con el conservatorio “Pedrollo” de Vicenza que garantiza y vigila el estándar de calidad de la enseñanza.
Pero la principal característica de la escuela de música de la Custodia de Tierra Santa es la de ser, de hecho, un laboratorio de paz y comunión, con profesores y estudiantes tanto israelíes como palestinos, judíos, musulmanes y cristianos de todas las confesiones, todos unidos por la música en la construcción de una nueva Jerusalén de paz. Por esto, la Custodia de Tierra Santa considera el Magníficat una actividad muy importante en su propia misión.
En el Instituto Magníficat, actualmente alojado en el complejo de San Salvador de Jerusalén pero en espera de una nueva sede, se dan cita más de 200 alumnos, más de 20 profesores y tres coros que responden a las exigencias litúrgicas de la Custodia de Tierra Santa para las solemnidades más importantes. La escuela cuenta también con publicaciones, grabaciones musicales en CD, giras al extranjero, conciertos y organización de concursos.
FRC
En un lugar privilegiado, sobre el monte de los Olivos, los espectadores disfrutan del concierto mientras recrean su vista admirando, a través de los amplios ventanales, el panorama de Jerusalén. Sin ningún miedo al público, quince estudiantes del Magníficat de edades comprendidas entre los 9 y los 14 años han interpretado con maestría y desenvoltura piezas clásias para pianoforte, flauta, violín y violoncello de autores como Bach, Mozart, Beethoven, Telemann, Poulenc y otros. Tantos han sido los aplausos del público que, para contentarlo, el coro femenino “Yasmeen”, compuesto por adolescentes y dirigido por Hania Sabbara, directora didáctica de la escuela, ha tenido que repetir el “Amén” final del “Stabat Mater” de Pergolesi.
El Instituto Magníficat fue fundado en 1995 por el padre Armando Pierucci ofm, organista del Santo Sepulcro y profesor de conservatorio, que es su actual director. El reconocimiento al Magníficat va siempre en aumento gracias a la profesionalidad de los profesores y a la nuevas posibilidades que se le abren a la escuela de emitir diplomas académicos reconocidos incluso en la Unión Europea, como consecuencia del acuerdo establecido con el conservatorio “Pedrollo” de Vicenza que garantiza y vigila el estándar de calidad de la enseñanza.
Pero la principal característica de la escuela de música de la Custodia de Tierra Santa es la de ser, de hecho, un laboratorio de paz y comunión, con profesores y estudiantes tanto israelíes como palestinos, judíos, musulmanes y cristianos de todas las confesiones, todos unidos por la música en la construcción de una nueva Jerusalén de paz. Por esto, la Custodia de Tierra Santa considera el Magníficat una actividad muy importante en su propia misión.
En el Instituto Magníficat, actualmente alojado en el complejo de San Salvador de Jerusalén pero en espera de una nueva sede, se dan cita más de 200 alumnos, más de 20 profesores y tres coros que responden a las exigencias litúrgicas de la Custodia de Tierra Santa para las solemnidades más importantes. La escuela cuenta también con publicaciones, grabaciones musicales en CD, giras al extranjero, conciertos y organización de concursos.
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