Getsemaní tendrá un olivo más, el del papa Francisco | Custodia Terrae Sanctae

Getsemaní tendrá un olivo más, el del papa Francisco

(Milán/c.g.) - También Bergoglio, como ya hizo Montini en su peregrinación de 1954, el 26 de mayo plantará un olivo en el huerto de Getsemaní. Un gesto que es augurio de paz y prosperidad para Tierra Santa. Los peregrinos que visitan la basílica de la Agonía, desde hace cincuenta años pueden observar el olivo de Pablo en el recinto sagrado junto a la iglesia, donde se encuentran también los otros ocho olivos milenarios que recuerdan la Pasión de Cristo. La tarde del lunes 26 de mayo, tras el encuentro reservado a los consagrados que se celebrará dentro de la basílica, el papa Francisco se dirigirá al huerto de Getsemaní donde, a pocos metros de distancia del de Montini, plantará su olivo.

«Este árbol es un símbolo de paz y todos deseamos que el viaje del Pontífice dé abundantes frutos de paz», explica fray Benito José Choque, el franciscano de la Custodia de Tierra Santa responsable del convento y de la basílica, también él argentino como el Papa. «El árbol que plantará el Papa –sigue diciendo el fraile argentino- es un regalo de las Iglesias de Tierra Santa. Se trata de un árbol de Palestina». Este olivo no es el primer regalo que el Papa recibe de Getsemaní; hace pocas semanas, el Jueves Santo, durante la misa crismal celebrada en la basílica de San Pedro, consagró aceite obtenido de las aceitunas de los olivos que se encuentran junto a la basílica de la Agonía.

Pero este gesto de Bergoglio no se ha elegido al azar. El olivo que plantará es un esqueje tomado de uno de los ocho árboles milenarios del jardín, olivos «especiales» que han sido objeto, en años pasados, de una esmerada investigación del Consejo Nacional de Investigación (CNR, en sus siglas en italiano), publicada en 2012. Los investigadores pudieron saber que estos antiguos árboles son todos originarios del siglo XII y tienen, por tanto, una edad cercana a los 900 años. Es un dato científico importante, confirmado por el hecho histórico de la restauración de la basílica y del jardín, realizada ciertamente entre el 1150 y 1170, por obra de los cruzados que acababan de conquistar Jerusalén. El examen sobre la impronta genética (fingerprinting) confirmó, entre otras cosas, que las ocho plantas tienen «perfiles genéticos idénticos». Un hecho extraordinario y que se puede explicar –es una hipótesis- ya que, al ser reestructurado el jardín en el siglo XII por los cruzados con la plantación de un cierto número de esquejes, o de ramas, las tomaron de un único ejemplar «padre», un árbol más antiguo, portador originario del ADN común. El motivo por el que los cruzados eligieron un solo árbol entre tantos para repoblar precisamente el jardín sagrado de Getsemaní sigue siendo un misterio. Ciertamente considerarían el olivo «padre» como una planta de valor, quizá también por motivos religiosos. En este caso se podría tratar de un árbol más antiguo, quizá uno de los que estaban en el jardín en tiempos de Jesús.

El olivo que el papa Francisco plantará el 26 de mayo tendrá, por tanto, el mismo ADN que los otros olivos del jardín, garantizando así la integridad y continuidad del patrimonio genético del lugar.