Fra Usama Bahbah y fra Carlos Hernández han sido ordenados diáconos | Custodia Terrae Sanctae

Fra Usama Bahbah y fra Carlos Hernández han sido ordenados diáconos

Domingo, 17 de settiembre de 2006. Haciendo memoria del día en que san Francisco recibió los estigmas (llagas similares a las de la crucifixión de Cristo, milagrosamente impresas en el cuerpo del Santo), el 17 de septiembre, se ha elegido para celebrar la ordenación diaconal de fra Carlos Hernández, mejicano, y de fra Usama Bahbah, de Jerusalén. Mientras las campanas de San Salvador, en la Ciudad Vieja de Jerusalén, repicaban las señales horarias de las diez, los dos frailes, Usama y Carlos, portando sus vestiduras litúrgicas de diácono, se dirigían hacia el altar con el cortejo de Celebrantes. Se entraba así de lleno en la celebración eucarística durante la cual recibirían la ordenación con la imposición de las manos y la oración consagratoria.

La celebración ha sido presidida por Mons. Kamal Bathish, auxiliar del Patriarca, y del padre Artemio Vítores, Vicario de la Custodia de Tierra Santa. Numerosos frailes de la Custodia, sacerdotes y hermanos laicos, rodeaban a los dos candidatos. La Misa se ha celebrado en varias lenguas, con la participación de una asamblea de varias nacionalidades. Mons. Bathish mismo ha pronunciado alguna parte de su homilía en árabe, dirigiéndose a los parroquianos, amigos y familiares de fra Usama, hijo de la parroquia de Jerusalén. Al inicio de su homilía, ha invitado a los fieles a seguir el ejemplo de Juan Bautista, que reconoció en Cristo al joven esposo al que espera la alegría de la fiesta. El italiano ha sido la lengua más usada, porque es la lengua común de la mayor parte de los frailes y es bien entendida por los dos ordenandos. A ellos el Obispo les ha subrayado la importancia del diaconado en la Iglesia, precisando las cualidades y responsabilidades que esta orden conlleva.

Al término de su homilía, la ordenación con la imposición de las manos y la oración consagratoria. Después, los diáconos, ayudados de sus hermanos de congregación, han vestido los paramentos sagrados. A cada uno de ellos se le ha entregado un Evangelio, guía para su vida personal, y la alegre noticia que deben transmitir a todos. Los dos diáconos después, abandonando el lugar ocupado en medio de los fieles, han subido al altar para el servicio de la Misa.

Después de la celebración, todos han sido invitados a felicitarse con los nuevos diáconos, durante el refresco preparado en el salón de la Inmaculada. Felicitaciones a vosotros dos, fra Usama y fra Carlos, como a vuestras familias. Que Dios os bendiga e ilumine vuestro camino.

GK