Fiesta del primado de Pedro en Tagba

Fiesta del Primado de Pedro en Tagba

El 26 de mayo, a orillas del lago de Galilea, la comunidad franciscana de la Custodia de Tierra Santa conmemoró la fiesta que, por los hechos que sucedieron aquí, toma el nombre de “Primado de Pedro”.

En efecto, en Tabga, un pequeño pueblo no lejos de Cafarnaún, Jesús, mientras come con sus discípulos, pregunta tres veces a Pedro si lo amaba más que los demás discípulos. Y tres veces, el mismo número que las negaciones, Pedro responde afirmativamente. Jesús, entonces, confía a Pedro la autoridad, el “primado”: “Pastorea mis ovejas”.

Numerosos fieles y peregrinos, procedentes de Galilea pero también de Jerusalén, quisieron participar en la celebración eucarística presidida por fray Francesco Patton, Custodio de Tierra Santa, ante el pequeño santuario de la “capilla del Primado”. Se trata de una pequeña iglesia de piedra oscura, en cuya fachada a dos aguas se abren tres ventanas de estilo neogótico. Dentro se conserva una roca, llamada Mensa Christi, que según la tradición es la misma sobre la que Jesús, tras la pesca milagrosa, preparó la comida a sus discípulos y entregó el primado a Pedro. El nombre de la localidad – Tabga – probablemente es una palabra árabe que proviene de la forma griega Heptapegon, que significa “siete fuentes”.

«En este lugar recordamos los episodios de la pesca milagrosa y de las tres preguntas que Jesús dirige al apóstol Pedro, “¿tú me amas?” – afirmó fray Francesco Patton, Custodio de Tierra Santa –. Jesús lo confirma entonces como pastor y guía del rebaño de la Iglesia. Está claro que este primado se basa en el amor a Jesús: sin relación con Él, no hay primado. Al final de esa conversación, Jesús dice: “Sígueme”: significa que Jesús llama al apóstol a seguirlo solo después de que Pedro ha entrado en una relación de amor con él».

«Debemos rezar por nuestro papa Francisco, por todos los responsables de las comunidades y por las autoridades eclesiásticas, pero también por los padres y madres de familia y por todos los líderes civiles del mundo – subrayó en su homilía fray Ibrahim Sabbagh, párroco de la iglesia de la Santísima Anunciación en Nazaret – porque todos están llamados a “apacentar el rebaño” que se les ha confiado, pero deben hacerlo sin pensar en sus propios intereses personales, sin imponerse a los demás. Es más, están llamados a servirles, dando la vida por sus ovejas. La fiesta del Primado debe centrarse fundamentalmente en la palabra “caridad”: la tarea de Pedro no es una tarea de poder, sino una tarea de amor y de servicio hacia la comunidad a la que ha sido llamado a guiar».

Al final de la celebración, fray Teofil Maciej Niewinski, superior de la comunidad de Tabga, quiso expresar su sincero agradecimiento a todos los que contribuyeron al éxito de la fiesta, a los hermanos y los religiosos que se ocuparon de la liturgia, al coro que amenizó la celebración y a la fraternidad de Tabga, a fray Giordano y a los trabajadores y colaboradores que a diario se desviven por servir a los peregrinos en este santo lugar.

Finalmente, la asamblea se dirigió en procesión a la iglesia de la Mensa Christi, un breve recorrido cargado de significado: aquí fue proclamado el evangelio según Juan, que permitió escuchar de nuevo el eco de las palabras de Jesús: “Pedro, ¿me amas? Apacienta mis ovejas”.

Silvia Giuliano