Fiesta de san Juan Bautista, Precursor de Cristo y verdadero hombre | Custodia Terrae Sanctae

Fiesta de san Juan Bautista, Precursor de Cristo y verdadero hombre

Ain Karem, 24 de junio de 2011

“¿Quién es Juan?” Hoy, 24 de junio, en el día en el que se celebra la solemnidad de su nacimiento, esta es la pregunta que resuena en la Basílica dedicada a la Natividad del Bautista. Esta mañana, en Ain Karem, el Vicario custodial ha presidido la misa.

“Juan es un verdadero hombre –explica el padre Artemio Vítores en su homilía-, un hombre convencido, seguro, que no tiene miedo de la verdad y que es capaz de hablar abiertamente y sin temor. Juan es el precursor de Cristo y está a su servicio con total dedicación”.
La actual Basílica de san Juan Bautista es obra de un proyecto del arquitecto Antonio Barluzzi, que aquí, en Ain Karem, ha trabajado también en el Santuario de la Visitación. En el lugar donde la tradición sitúa el nacimiento del hijo de Isabel y Zacarías existía anteriormente una iglesia de la época cruzada que la Custodia se ocupó de restaurar en el siglo XVII. En el interior se encuentra la cripta de la natividad del “Precursor Domini”, hacia la que se han dirigido los franciscanos en procesión al finalizar la misa. Aquí, la lectura del evangelio de Lucas ha hecho memoria del momento del parto de Isabel y del Cántico de acción de gracias al Señor elevado por su esposo Zacarías.

El canto del “Te Deum” ha puesto el punto final a esta mañana de fiesta, una fiesta que comenzó ayer, 23 de junio, como de costumbre en todas las solemnidades, con la celebración de la vigilia. Los frailes de la Custodia han cantado las Vísperas y se han dirigido en procesión, guiados también esta vez por el Vicario, padre Artemio Vítores, hasta el santuario de San Juan en el Desierto que, junto con el de la Visitación y el de la Natividad del Bautista, son los tres Santos Lugares que se encuentran en Ain Karem. Aquí, según la tradición, se recuerda el lugar en el que el Precursor de Cristo fue escondido y salvado del asesinato de los inocentes, escapando de esta forma, y siendo aún niño, de la muerte.

Además, este año se celebra el centenario de la adquisición de este lugar por parte de los franciscanos, que aquí están presentes también con un convento.

Texto de Serena Picariello
Fotos de Andres Bergamini y Adelmo Vaisquez