Fiesta de san Antonio: «Nosotros, los cristianos, ¿somos sabios?» | Custodia Terrae Sanctae

Fiesta de san Antonio: «Nosotros, los cristianos, ¿somos sabios?»

Todos los 13 de junio, la Custodia se viste de fiesta en honor de su santo patrono, san Antonio de Padua. Como atestigua la devoción popular, los frailes han estado rodeados por los fieles de la Iglesia local católica y también de los representantes de las comunidades ortodoxas presentes en Jerusalén.
La misa pontifical, presidida por fray Pierbattista Pizzaballa, con la presencia de Su Excelencia el delegado apostólico en Jerusalén, ha permitido a la numerosa asamblea mostrar su cercanía al gran predicador franciscano que fue san Antonio. Contemporáneo y cercano a san Francisco, san Antonio vivió en el siglo XIII los primeros momentos de la Orden franciscana.
En la iglesia de San Salvador, el custodio de Tierra Santa, en su homilía sobre la primera lectura del Libro de la Sabiduría (7,7-14), ha dicho en inglés: «Tres verbos llaman nuestra atención en este pasaje: rezar, preferir y amar». Haciendo alusión a la Sabiduría de Dios, ha seguido diciendo: «La sabiduría no es un conjunto de conocimientos que se adquieren con los libros, no es algo que se aprende. La sabiduría es una actitud que recibimos de Dios con la oración. Pero, para recibirla, es necesario manifestar el deseo. De aquí la insistencia en el segundo verbo: “preferir”. “Preferir” quiere decir optar, elegir y tomar decisiones», ha dicho el custodio. Después ha lanzado esta invitación: «Del mismo modo que elegimos amar a Dios, igualmente debemos amar la Sabiduría que Dios inspira en nosotros. Reconocer la Sabiduría de Dios operante en nosotros es aceptar ver la realidad de nuestro mundo con los ojos de Dios y testimoniar esta belleza del hombre en la creación. La Sabiduría no es un concepto. Para nosotros, los franciscanos, es una experiencia cotidiana y un desafío», ha continuado dicienco, antes de concluir interrogando a los presentes: «Hoy nosotros, los cristianos, ¿somos sabios?»
La misa ha concluido con la invocación a san Atonio y con las notas del himno de la Custodia de Tierra Santa, Super muros tuos, Ierusalem, entonado por el coro custodial del Magníficat. La asamblea ha participado después en un refresco ofrecido en la Curia. Latinos, etíopes, armenios e incluso los griegos se han deseado una buena fiesta de san Antonio.
Como de costumbre, los hermanos de las Iglesias ortodoxas se han unido a los franciscanos en el almuerzo.
A última hora de la tarde, la comunidad de San Salvador ha puesto fin a la solemnidad con el rezo de las vísperas y la veneración de la reliquia del santo.