Fiesta de San Antonio en Trípoli Marina (Líbano) | Custodia Terrae Sanctae

Fiesta de San Antonio en Trípoli Marina (Líbano)

La fiesta de San Antonio es muy celebrada en Trípoli Marina, y en general en el Norte del Líbano. Si en la iglesia maronita la devoción a San Antonio Abad se celebra desde tiempos antiguos y forma parte de su tradición, san Antonio de Padua también tiene su parte, y en estos últimos años las iglesias dedicadas al santo aumentan cada vez más y en algunas de ellas su fiesta se prepara con novenas y ayunos.

Nuestra iglesia de Trípoli Marina está dedicada a San Francisco de Asís, pero la devoción a San Antonio está muy enraizada y con frecuencia supera a la del santo de Asís. No es raro encontrar fieles que ayunan todo el mes de junio, o por una novena, o una semana, ¡y en serio!, como lo es el ayuno oriental.

En Trípoli Marina la fiesta de San Antonio comienza con mucha anticipación, organizando desde principios del mes de mayo la preparación del libro de la Novena y las imágenes del santo. En la vigilia se preparan un millar de pañoletas que se bendecirán y distribuirán la mitad durante la misa, mientras que la otra mitad se envía a las parroquias vecinas, y a una parroquia alejada de Trípoli unos cincuenta kilómetros. En la iglesia vecina de los maronitas se celebra la Novena a San Antonio y todos los fieles son invitados a participar con ellos.

El día de la fiesta comienza a las cuatro de la madrugada: se reciben los corderos ofrecidos en honor de san Antonio para los pobres. Después de sacrificarlos, se preparan en bolsas para la distribución a los necesitados. Los amigos y los trabajadores de la escuela son los que, en este día, trabajan desde las cuatro de la madrugada hasta las siete de la tarde, sin parar ni un momento, pero todos contentos de poder trabajar para san Antonio.

Se desayuna todos juntos, el cuerpo docente y los trabajadores, después cada uno va a ocuparse de su propio trabajo hasta las seis de la tarde, la hora de la celebración solemne de la Eucaristía.

San Antonio ha reunido en torno a sí a mucha gente: cristianos de todas las confesiones, y gente que viene de oídas. Nuestra pequeña iglesia estaba tan llena que unas cincuenta personas se han tenido que quedar fuera, en el patio (estaban presentes no menos de 300 personas). En la Misa han participado los frailes de Beirut y de Harissa junto con dos sacerdotes orientales.

Pocos días antes habíamos terminado de restaurar las ventanas de la iglesia e instalado dos aparatos de aire acondicionado. Han funcionado muy bien, aligerando el fuerte calor que se experimenta en las ciudades marítimas. Esta última restauración nos ha hecho comprender que la iglesia necesita más aparatos de aire acondicionado y esperamos instalar otros – si Dios quiere- para la próxima celebración de la fiesta de san Francisco.

¡No se puede terminar una fiesta así de hermosa sin una cena junto al mar! Así, los frailes y sus colaboradores, una veintena de personas, ¡todos hemos apreciado el buen pescado, el vino y el arak!

Deo gratias. Que san Antonio, patrono de la Custodia, nos proteja a todos, en especial a la gente de Trípoli que frecuenta nuestra iglesia.

fra Halim Noujaim ofm
- encargado del Colegio de Tierra Santa en Trípoli Marina y de los proyectos anexos