13 dicembre. A las 15:30 h., la iglesia conventual de San Salvador en Jerusalén estallaba de alegría con cánticos latinoamericanos en honor a la Virgen de Guadalupe. Con un día de retraso sobre el calendario litúrgico, la iglesia de Jerusalén celebraba así, solemnemente, la memoria de la Virgen con una santa misa presidida por el Patriarca latino Su Beatitud Mons. Fouad Twal. El 12 de diciembre de 1531 la Virgen María se apareció por última vez al indio indio san Juan Diego (cuya memoria se celebra el 9 de diciembre, el primer día de las apariciones) e imprimió milagrosamente su imagen sobre la tilma, es decir el manto pobre que vestía Juan Diego. Todavía hoy en el santuario de la Virgen en la Ciudad de México se conserva esta preciosísima imagen, único “autorretrato” auténtico que poseemos de María.
Su Beatitud el Patriarca Twal, en su homilía, ha recordado cómo el continente americano es un continente mariano. Ha definido la milagrosa imagen impresa sobre el manto de Juan Diego como “la Santa Síndone de América”, y ha subrayado el mensaje que se desprende de la aparición: una invitación a no tener más miedo, a pesar de tantas situaciones difíciles, porque la Virgen está con nosotros, el Señor está con nosotros, y esta alegría no nos puede ser quitada.
En la celebración estaban presentes, además de los fieles del continente americano y de las islas Filipinas que honran a la Virgen de Guadalupe como su especial Patrona celestial, muchos fieles de la iglesia local jerosolimitana y numerosos religiosos y religiosas devotos de la Virgen. Y para honrar dignamente a la Virgen María, no podía faltar tras la ceremonia religiosa una fiesta con los platos típicos de la gastronomía latinoamericana.
AC
Su Beatitud el Patriarca Twal, en su homilía, ha recordado cómo el continente americano es un continente mariano. Ha definido la milagrosa imagen impresa sobre el manto de Juan Diego como “la Santa Síndone de América”, y ha subrayado el mensaje que se desprende de la aparición: una invitación a no tener más miedo, a pesar de tantas situaciones difíciles, porque la Virgen está con nosotros, el Señor está con nosotros, y esta alegría no nos puede ser quitada.
En la celebración estaban presentes, además de los fieles del continente americano y de las islas Filipinas que honran a la Virgen de Guadalupe como su especial Patrona celestial, muchos fieles de la iglesia local jerosolimitana y numerosos religiosos y religiosas devotos de la Virgen. Y para honrar dignamente a la Virgen María, no podía faltar tras la ceremonia religiosa una fiesta con los platos típicos de la gastronomía latinoamericana.
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