Siguiendo una iniciativa del párroco de Jerusalén, fray Ibrihim Faltas, un grupo de 45 jóvenes cristianos, que actualmente se encuentran estudiando en alguna de las distintas universidades locales (ayudados por el programa de becas que ofrece la Custodia de Tierra Santa), se dio cita en la Puerta Nueva, la cual es uno de los accesos al barrio cristiano de la Ciudad Vieja.
El motivo era un pequeño “tour” que tenia como objetivo que estos jóvenes se conociesen e intercambiasen experiencias a lo largo de todo el día. Aunque si venían de lugares diferentes todos tenían en común ser cristianos de esta Tierra Santa. Algunos venían de la Universidad de Belén, otros de la Universidad Hebrea de Jerusalén, otros de la Universidad Palestina de Ber-zeit e incluso de la Universidad de Yenin. Algunos estudian ingenierías, otros medicina, quien administración o turismo entre otras.
La primera parada fue en el monasterio de Latrun, donde los monjes nos esperaban con todo lo necesario para celebrar la eucaristía, en la cual fray Ibrahim hablo a los jóvenes allí congregados sobre la importancia del hecho de estar juntos, de su presencia en estas universidades de mayoría musulmana o hebrea y su propio testimonio como jóvenes cristianos. El párroco continuo recordándoles cuánto les queda aún por hacer en este aspecto y como no devén perder los ánimos aún sabiendo que su presencia es minoritaria en el ambiente universitario.
Los mismos Apóstoles de Jesucristo eran un grupo aún menos numeroso y consiguieron emprender un camino mucho mas difícil que hasta ahora tantos cristianos han sido capaces de recorrer, de este modo les invito a reconocerse privilegiados por esta posibilidad de poder seguir adelante con los estudios fieles a su identidad cristiana.
Tras la celebración de la Misa los jóvenes se reunieron para compartir el desayuno y entre cantos y juegos comenzaron a integrarse, a conocerse, intercambiando entre si sus diversas experiencias.
Pasadas unas dos horas nos dirigimos hacia al parque temático llamado Mini Israel, donde se encuentran reproducidos todos los santos lugares de las religiones presentes en la tierra de Jesús; los jóvenes estaban verdaderamente contentos aunque si con un poco de desagrado por no haber encontrado la mas mínima representación del punto central de nuestra fe, me refiero al Santo Sepulcro.
Apenas terminada la comida la alegría continuo mientras nos encaminábamos al encuentro del mar en la vecina ciudad de Yafa, donde disfrutamos y dimos cuenta de unos helados, entre nosotros, era lo que mas apetecía ya que el tiempo era estupendo, casi primaveral. Aprovechando la pausa intercambiamos algunas impresiones sobre como habíamos pasado el día, formando para ello pequeños grupos y caminando a lo largo y ancho de la playa, desgraciadamente la excursión estaba por terminar y a la puesta del sol volvimos a Jerusalén, no sin antes hacernos la consueta foto de grupo y agradeciendo a los jóvenes que colaboraron en la organización.
Todos estamos muy contentos de haber tenido la oportunidad de pasar juntos este día y coincidimos haciendo voto de que esta fue la primera pero no la última excursión juntos, esperamos poder tener tantos encuentros como sea posible, profundizando nuestro ser cristianos, aún siendo minoría, pero siendo siempre levadura en esta masa que representa el conjunto de las otras religiones y que quizás en un futuro podamos realizar la misma experiencia con jóvenes de otras confesiones.
fra Agustín ofm
El motivo era un pequeño “tour” que tenia como objetivo que estos jóvenes se conociesen e intercambiasen experiencias a lo largo de todo el día. Aunque si venían de lugares diferentes todos tenían en común ser cristianos de esta Tierra Santa. Algunos venían de la Universidad de Belén, otros de la Universidad Hebrea de Jerusalén, otros de la Universidad Palestina de Ber-zeit e incluso de la Universidad de Yenin. Algunos estudian ingenierías, otros medicina, quien administración o turismo entre otras.
La primera parada fue en el monasterio de Latrun, donde los monjes nos esperaban con todo lo necesario para celebrar la eucaristía, en la cual fray Ibrahim hablo a los jóvenes allí congregados sobre la importancia del hecho de estar juntos, de su presencia en estas universidades de mayoría musulmana o hebrea y su propio testimonio como jóvenes cristianos. El párroco continuo recordándoles cuánto les queda aún por hacer en este aspecto y como no devén perder los ánimos aún sabiendo que su presencia es minoritaria en el ambiente universitario.
Los mismos Apóstoles de Jesucristo eran un grupo aún menos numeroso y consiguieron emprender un camino mucho mas difícil que hasta ahora tantos cristianos han sido capaces de recorrer, de este modo les invito a reconocerse privilegiados por esta posibilidad de poder seguir adelante con los estudios fieles a su identidad cristiana.
Tras la celebración de la Misa los jóvenes se reunieron para compartir el desayuno y entre cantos y juegos comenzaron a integrarse, a conocerse, intercambiando entre si sus diversas experiencias.
Pasadas unas dos horas nos dirigimos hacia al parque temático llamado Mini Israel, donde se encuentran reproducidos todos los santos lugares de las religiones presentes en la tierra de Jesús; los jóvenes estaban verdaderamente contentos aunque si con un poco de desagrado por no haber encontrado la mas mínima representación del punto central de nuestra fe, me refiero al Santo Sepulcro.
Apenas terminada la comida la alegría continuo mientras nos encaminábamos al encuentro del mar en la vecina ciudad de Yafa, donde disfrutamos y dimos cuenta de unos helados, entre nosotros, era lo que mas apetecía ya que el tiempo era estupendo, casi primaveral. Aprovechando la pausa intercambiamos algunas impresiones sobre como habíamos pasado el día, formando para ello pequeños grupos y caminando a lo largo y ancho de la playa, desgraciadamente la excursión estaba por terminar y a la puesta del sol volvimos a Jerusalén, no sin antes hacernos la consueta foto de grupo y agradeciendo a los jóvenes que colaboraron en la organización.
Todos estamos muy contentos de haber tenido la oportunidad de pasar juntos este día y coincidimos haciendo voto de que esta fue la primera pero no la última excursión juntos, esperamos poder tener tantos encuentros como sea posible, profundizando nuestro ser cristianos, aún siendo minoría, pero siendo siempre levadura en esta masa que representa el conjunto de las otras religiones y que quizás en un futuro podamos realizar la misma experiencia con jóvenes de otras confesiones.
fra Agustín ofm