Es Navidad, la alegría de los chicos de la Casa del Niño | Custodia Terrae Sanctae

Es Navidad, la alegría de los chicos de la Casa del Niño

Sentados en los bancos de la iglesia, los niños de la Casa del Niño de Belén sonreían, a pesar de sus duras historias. Sonreían y esperaban expectantes, porque para ellos cada año la Navidad llega con antelación. El custodio de Tierra Santa celebra la misma y después llega el momento de la entrega de regalos. El 21 de diciembre, sentados en las primeras filas de la capilla del Terra Sancta School de Belén, los niños con sus jerseys de colores, sus pequeñas chaquetas de piel, la mirada atenta y los cabellos de punta cortados a la última moda, se pusieron en pie al entrar los sacerdotes. Asistían el Custodio fray Francesco Patton, fray Marwan Di’des, director de la Casa del Niño, y fray Peter Vasko, presidente de la Fundación Franciscana para la Tierra Santa, que financia el proyecto. Los veintisiete jóvenes alojados, que tienen a sus espaldas situaciones familiares difíciles, participaron en la misa con entusiasmo, leyendo las lecturas y cantando.

«La Navidad nos recuerda que Jesús tiene dos nombres muy hermosos – dijo en la homilía el custodio de Tierra Santa -. Uno es precisamente ”Jesús”, que significa “el Señor salva”. El segundo nombre de Jesús, ¿lo conocéis?» Una voz respondía acertadamente “Enmanuel”. Fray Francesco continuó: «Enmanuel significa “Dios con nosotros”. Recuerdo que cuando era niño tenía miedo de quedarme a oscuras en mi habitación, pero si sabía que estaba mi madre, mi padre o mi hermano, no volvía a tener miedo. Por eso, cuando sé que Jesús es Enmanuel, y que es Dios mismo que está cerca de mí, no vuelvo a tener miedo nunca más». Gracias a la traducción al árabe de fray Marwan, los niños pudieron dialogar con el Custodio, que les hizo muchas preguntas.

Bajando al piso inferior, en una sala de la escuela, estaba preparado un refrigerio para celebrar la ocasión. Paquetes envueltos en papel de regalo y bicicletas esperaban bajo el árbol. Y después llegó Papá Noel en persona. Fray Marwan llamaba a cada niño por su nombre y Papá Noel tocaba una campana mientras se acercaban a recoger su regalo uno por uno. Les aplaude un concurrido grupo de adultos que ha participado en la misa y en la celebración. «Los llamamos “los amigos de la Casa del Niño”: son todos benefactores locales de Belén o Jerusalén – explica fray Marwan -. Hoy han donado 100 dólares o 400 shekels para comprar chocolatinas y regalos para los pequeños». El director de la Casa cuenta: «Comenzamos con ocho chicos, actualmente son veintisiete y el año pasado eran treinta y dos. Esta es la jornada más importante para mí. Empiezo a preparar la Navidad el primer día de Adviento, porque yo escojo personalmente los regalos para los niños y me gusta hacerlo».

«Navidad es ver cómo estos niños cantan, están contentos – cuenta sor Rafa, colaboradora de la Casa del Niño -. Ninguno de ellos puede olvidar la Casa, tanto es así que muchos de ellos crecen, se marchan, pero después vuelven y ayudan a los demás». Como un joven de veintiún años que está allí y conoce y saluda a todos: «He vivido aquí nueve años: la vida está muy organizada. Hay momentos programados para comer, dormir, lavarte, estudiar. Hay clases después de la escuela, aprendes a hacer cuentas y a estudiar con los profesores». Ahora trabaja como operador de vídeo freelance entre Belén, donde vive, y Ramala. «Vengo a visitar al padre Marwan y siempre echo de menos la casa, por eso la visito a menudo – continúa el joven -. Conozco a muchos chicos que están aquí desde que tenían seis o siete años. Siento como si fuese parte de su familia». Un profesor de árabe de la escuela Tierra Santa comenta: «Este día de Navidad es estupendo para los niños, porque muchos tienen problemas con su familia o no tienen familia. Y aquí se hace todo esto por ellos».

Beatrice Guarrera



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