En Shefar’am desde hace 150 años | Custodia Terrae Sanctae

En Shefar’am desde hace 150 años




Una ciudad entera en la calle para festejar y decir “gracias” a las Hermanas de Nazaret presentes en Shefar’am desde hace 150 años. Un Jubileo celebrado a lo grande, con la presencia del Patriarca Latino de Jerusalén, Mons. Fouad Twal, del Vicario Patriarcal por Israel Mons. Giacinto Boulos Marcuzzo y del Arzobispo Melquita Elías Chacour, acompañado por autoridades civiles y religiosas, de esta pequeña ciudad que hace un siglo y medio, cuando llegaron las hermanas, contaba con un 80% de cristianos y que hoy son solo el 35%, entre una población total de 35 mil habitantes, la mayoría musulmana, con un parte drusa.

“Estamos aquí desde hace 150 años para ayudar a las personas de Shefar’am —nos dice la Superiora Sor Nohad Andary. Empezamos con aquellos que tenían más necesidad… es decir, la asistencia sanitaria, después la escuela y a continuación muchos otros medios de formación, humana y espiritual como los grupos de oración, los encuentros para jóvenes…”

SAMER AZZAM
Ni siquiera puedo imaginarme Shefar’am sin estas hermanas… su presencia no es importante únicamente para los cristianos, sino para todas las personas de Shafamer, cristianos de diversas confesiones, musulmanes y drusos. ¿Qué significa para mí este día? Es una fiesta, una gran fiesta… recordamos a las hermanas desde cuando éramos niños. Hemos vivido prácticamente aquí… Han sido, son, como un gran paraguas que siempre nos ha acogido y protegido a todos.

Una bella imagen para expresar el fortísimo vínculo que siempre ha unido a estas hermanas con la población de Shafamer. Cuentan que en 1948, en plena guerra, cuando el ejército israelí entró en la ciudad las hermanas de Haifa mandaron a buscar con camellos a las hermanas de Shefar’am para llevarlas a lugar seguro. Pero la gente no lo permitió… Las hermanas permanecieron allí y se revelaron providenciales sobre todo en aquel momento difícil, porque en el convento pudieron refugiar a muchas mujeres y niños.

Una misión que continúa, en circunstancias diferentes pero con el mismo carisma de servicio… Otro ejemplo de cómo la presencia cristiana, y quizás sobre todo en situación de minoría, es capaz de construir vínculos fuertes y ofrecer un apoyo fundamental a esta sociedad de múltiples facetas.