En el Santo Sepulcro la Tumba está más vacía que nunca: hoy es Pascua | Custodia Terrae Sanctae

En el Santo Sepulcro la Tumba está más vacía que nunca: hoy es Pascua

Las fiestas de Pascua, iniciadas el sábado con la Vigilia celebrada a primera hora de la mañana para respetar el Status Quo, han durado alrededor de 24 horas en la Basílica del Santo Sepulcro.

Tras las intensas horas de celebraciones de la Vigilia, en presencia del Patriarca latino, Su Beatitud Mons. Fouad Twal acompañado de alrededor de cincuenta sacerdotes concelebrantes, los seminaristas del patriarcado, de una modesta asamblea y de los franciscanos, Guardianes de los lugares, la misma asamblea se ha vuelto a reunir posteriormente para la procesión solemne, ya por la tarde, seguida del rezo de vísperas, o lo que es lo mismo, alrededor de otras cuatro horas más de oficio.

Mientras los oficios en el Santo Sepulcro encontraban un momento de pausa, la parroquia latina de lengua árabe de Jerusalén tomaba el relevo iniciando, alrededor de las 19 horas, su propia Vigilia de Pascua, seguida por el tradicional desfile de los scouts por el barrio cristiano, seguido a su vez por manifestaciones de alegría de los jóvenes de la ciudad. Los tambores dejaron de sonar justo en el momento en el que, en el Santo Sepulcro, empezaba a sonar el órgano, a las doce y media de la noche, para la liturgia de las horas celebrada por la comunidad franciscana, con el Custodio de Tierra Santa, fray Pierbattista Pizzaballa, ante la Tumba vacía. Hacia la 1:45 horas, los frailes se retiraban a descansar un poco para volverse a encontrar con la misma asamblea de la Vigilia en la Misa del día, celebrada también frente al edículo, a partir de las 7:30 de la mañana.

Si el oficio nocturno se celebró con una calma apropiada para el recogimiento, la Vigilia del sábado por la mañana y la misa del día de Pascua se han desarrollado en concierto con nuestros hermanos coptos, no muy numerosos pero que realmente se hacen oír, ya sea por el volumen sonoro, ya por las manifestaciones de alegría. Durante la procesión en torno a la Tumba del Resucitado, al final de la misa de este domingo por la mañana, los coptos han interrumpido su oficio del domingo de Ramos para dejar pasar la procesión, entonando sus yuyus en cada pasada del Evangeliario, y sin dejar de manifestar su calurosa comunión de oración al Patriarca, que con dificultad avanzaba en medio de tantísimos brazos extendidos para tocarlo.

Por su parte, tanto los siríacos ortodoxos en su capilla, como los armenios en su galería superior, y los griegos ortodoxos en el Katolikón, cada uno celebraba su propia liturgia del domingo de Ramos, aprovechando las melodías del órgano de los latinos.

“Experimentamos la Vida y la Resurrección cada vez que escuchamos a los miembros vivos de esta Iglesia”, ha dicho el Patriarca en su homilía. Y la Iglesia de Jerusalén es especialmente viva y rica con tantas lenguas, tantos ritos y tantos calendarios de celebraciones.
Pero hoy, para los latinos, Jesucristo ha resucitado, ¡realmente ha resucitado! ¡Aleluya!

¡Feliz Pascua a todos!

Mab