En búsqueda de una fidelidad renovada: el trabajo del XIII Consejo Internacional de Estudios y Formación OFM | Custodia Terrae Sanctae

En búsqueda de una fidelidad renovada: el trabajo del XIII Consejo Internacional de Estudios y Formación OFM

Jerusalén, 9-16 de octubre de 2011

«Estamos muy agradecidos a la Custodia de Tierra Santa que nos acoge durante toda esta semana de estudio y reflexión y que nos ofrece la posibilidad de regresar al corazón del Cristianismo, a los lugares que representan el Quinto Evangelio y en los que todo comenzó». Con estas palabras, fray Sergiusz Baldyga, Vicesecretario General de Estudios y Formación OFM, dio inicio al XIII.er Consejo Internacional de Estudios y Formación OFM que se ha celebrado en Jerusalén del 9 al 16 de octubre y en el que han participado los Secretarios delegados de las distintas Conferencias de la Orden procedentes de los cinco continentes. El Consejo Internacional se reúne cada dos años y es un órgano colegial que colabora con la Secretaría General de Estudios y Formación promoviendo el conocimiento de las distintas experiencias formativas y la discusión sobre los distintos proyectos e iniciativas puestas en marcha en distintos contextos. Su labor es de gran utilidad pues favorece la ayuda recíproca en el campo de la formación y asegura un conocimiento adecuado y una actualización periódica de la formación permanente en sus diferentes ámbitos.

El lema de los trabajos del XIII.er Consejo Internacional se ha inspirado en el Salmo 24: Dame a conocer, Señor, tus caminos; enséñame tus senderos. La vocación franciscana entre la perseverancia y la pertenencia y su finalidad ha sido la de promover una reflexión que, partiendo del examen consciente de las dificultades actuales en cuanto a la perseverancia en la vocación religiosa franciscana, llegara y profundizara en el aspecto de la motivación positiva de la opción religiosa, de las razones por las que se alcanza y se disfruta de la perseverancia y de las fuentes espirituales que inspiran la propuesta franciscana.

El programa de los trabajos de esta semana se ha estructurado en dos fases esenciales. La primera fase, tras la misa de apertura y la introducción a cargo del Padre Custodio, fray Pierbattista Pizzaballa, y del Secretario General de Estudios y Formación, fray Vidal Rodríguez López, se ha dedicado a profundizar en los temas de la vocación, la perseverancia y la falta de fidelidad en la Biblia, a través de las distintas exposiciones a cargo, respectivamente, de fray Claudio Bottini, Decano del Studium Biblicum Franciscanum de Jerusalén, y de fray Frederic Manns, profesor de Exégesis del Nuevo Testamento y Judaísmo en el Studium Biblicum. A la discusión y el diálogo de los participantes con los relatores ha seguido la exposición breve de las actividades formativas por parte de las distintas Conferencias de la Orden. Después, la segunda fase se ha centrado en los problemas de la crisis en la vida religiosa gracias a la intervención de fray Niall O’Connel ofm, profesor y psicólogo irlandés, y los itinerarios y respuestas posibles a tal crisis, a través del análisis de don Giuseppe Crea, padre comboniano de Roma.

Estos dos momentos intensos de trabajo se han visto intercalados por algunas visitas importantes a los Santos Lugares, en particular a Jerusalén, Nazaret, Cafarnaúm y Tabga, bajo la guía de fray Eugenio Alliata, profesor y arqueólogo del Studium Biblicum Franciscanum, y a Belén, bajo la guía de fray Stephane Milovitch, actual guardián de la Basílica de la Natividad. Importantes han sido también las celebraciones litúrgicas desarrolladas en los principales Lugares Santos: en el Santo Sepulcro, con la santa misa presidida por fray Noel Muscat, Discreto de Tierra Santa y Secretario para los Estudios y Formación de la Custodia de Tierra Santa; en la Basílica de la Anunciación en Nazaret, con la santa misa presidida por fray Sergiusz Baldyga; en la Basílica de la Natividad de Belén, con la santa misa presidida por fray Stephane Milovitch y, finalmente, en la Basílica de la Agonía de Getsemaní, con la santa misa presidida por fray Vidal Rodríguez López. Estas actividades, junto con los momentos cotidianos de trabajo y vida fraterna, han constituido una extraordinaria ocasión para el grupo de formadores para penetrar en el excepcional valor de la Tierra Santa y redescubrir el significado genuino de la vocación religiosa y de la propia vocación cristiana y franciscana.

Un itinerario de estudio, reflexión e introspección, un camino experimental intenso y apasionante hecho de comunión y encuentro con el fin de incrementar la sensibilidad de los frailes que trabajan en el delicado mundo de la formación, dedicados a atender la llamada vocacional y los itinerarios humanos en los que esta florece, dedicados a afrontar el problema de la crisis en la vida religiosa y las respuestas educativas a ofrecer a quienes atraviesan momentos de dificultad y desorientación. Tal misión está en sintonía con el estudio sobre el servicio a la fidelidad y a la perseverancia, que la Orden franciscana lleva a cabo sobre los abandonos en la vida consagrada. Tras la conclusión de las jornadas de trabajo del Consejo Internacional se han celebrado las elecciones para el nuevo Comité Ejecutivo.

La formación humana, incluida aquella para la fidelidad y la perseverancia en la vida religiosa, es un trabajo sin fin, un itinerario abierto que siempre se mide con el misterio del corazón del hombre, con sus grandezas y sus miserias, con las tendencias contrapuestas que lo dividen y le unen. Solo Dios, con su caridad y con su Espíritu, es capaz de redimir la limitación, la finitud, la angustia de la naturaleza humana con una intervención que abra, en la fe y en la participación en el camino, escenarios inesperados de proximidad y de diálogo. Un gran «azar de amor» que recoge en sí y da sentido a la misteriosa tensión de la persona para elevarse espiritualmente y a su infinito deseo de encontrar correspondencia en el rostro de un Dios vecino y amigo de modo absolutamente puro y constante, que enseña al hombre la verdadera felicidad, la verdadera amistad, la verdadera comunión en la intimidad de una vida plena.

Texto de Caterina Foppa Pedretti
Fotos de Maria Grazia Sanna