Entre los días 28 de abril y 8 de mayo de 2012, estarán presentes en Tierra Santa el ministro general de la Orden, fray José Rodríguez Carballo, y el resto de miembros del gobierno de la Orden –el vicario general, los definitores generales para las distintas áreas étnico-lingüísticas del mundo y los secretarios- para realizar los ejercicios espirituales. El programa de retiro y oración sigue un recorrido itinerante que, partiendo de Nazaret, llevará al grupo de frailes a visitar los principales santuarios de Galilea y Judea, celebrando en ellos las misas cotidianas y profundizando en temas bíblicos y de espiritualidad, hasta su conclusión en la Ciudad Santa, Jerusalén.
Venidos desde Roma, el ministro general y su secretario particular, fray Francisco Javier Arellano Suárez, llegaron la tarde del sábado 28 de abril, a las 16.00 h, al convento franciscano de Nazaret. Les recibieron a su llegado el custodio de Tierra Santa, fray Pierbattista Pizzaballa, el guardián del convento, fray Ricardo Bustos, y un grupo de frailes de la comunidad de Nazaret. Tras un breve lapso de tiempo, llegaron también el vicario general, fray Michael Perry, y los definitores generales a los que se les ofreció un ligero refrigerio antes de ser alojados en el convento y en la Casa Nova franciscana local. A las 18.00 h, el grupo de frailes celebró la santa misa en la iglesia de San José. Posteriormente, todos se reunieron en el refectorio del convento para compartir la cena con la fraternidad y recibir el saludo oficial del padre custodio.
Por la tarde, a partir de las 20.30 h, fray José Rguez. Carballo ha presidido la emotiva procesión mariana del sábado, rodeado por el custodio y el guardián de Nazaret y acompañado por un largo cortejo de frailes franciscanos, sacerdotes, religiosos de las distintas congregaciones presentes en Tierra Santa, fieles locales y peregrinos de distinta procedencia. Llevando en procesión la imagen de la Virgen María e iluminando la oscuridad de la noche con miles de velas encendidas, se han recitado los misterios gozosos en distintas lenguas (italiano, árabe, vietnamita, polaco, español y portugués) alternados con el canto de una antífona mariana, hasta llegar a la santa Gruta, en el interior de la Basílica de la Anunciación, donde se ha proclamado el evangelio de la Anunciación en distintos idiomas, seguido por un breve saludo en italiano, inglés y español dirigido a los numerosos peregrinos que han participado en la oración mariana. Ante una asamblea recogida en oración, fray José ha rendido homenaje al santo lugar incensando la Gruta en la que se encuentra el altar que lleva impresas las palabras Verbum caro hic factum est. La ceremonia ha concluido con el rezo del Ángelus y la bendición solemne, impartida con el icono de la Anunciación, que se ha llevado después en procesión, en medio de los fieles, hasta la sacristía de la Basílica inferior.
Texto de Caterina Foppa Pedretti
Fotos de Miroslaw Jadlosz
Venidos desde Roma, el ministro general y su secretario particular, fray Francisco Javier Arellano Suárez, llegaron la tarde del sábado 28 de abril, a las 16.00 h, al convento franciscano de Nazaret. Les recibieron a su llegado el custodio de Tierra Santa, fray Pierbattista Pizzaballa, el guardián del convento, fray Ricardo Bustos, y un grupo de frailes de la comunidad de Nazaret. Tras un breve lapso de tiempo, llegaron también el vicario general, fray Michael Perry, y los definitores generales a los que se les ofreció un ligero refrigerio antes de ser alojados en el convento y en la Casa Nova franciscana local. A las 18.00 h, el grupo de frailes celebró la santa misa en la iglesia de San José. Posteriormente, todos se reunieron en el refectorio del convento para compartir la cena con la fraternidad y recibir el saludo oficial del padre custodio.
Por la tarde, a partir de las 20.30 h, fray José Rguez. Carballo ha presidido la emotiva procesión mariana del sábado, rodeado por el custodio y el guardián de Nazaret y acompañado por un largo cortejo de frailes franciscanos, sacerdotes, religiosos de las distintas congregaciones presentes en Tierra Santa, fieles locales y peregrinos de distinta procedencia. Llevando en procesión la imagen de la Virgen María e iluminando la oscuridad de la noche con miles de velas encendidas, se han recitado los misterios gozosos en distintas lenguas (italiano, árabe, vietnamita, polaco, español y portugués) alternados con el canto de una antífona mariana, hasta llegar a la santa Gruta, en el interior de la Basílica de la Anunciación, donde se ha proclamado el evangelio de la Anunciación en distintos idiomas, seguido por un breve saludo en italiano, inglés y español dirigido a los numerosos peregrinos que han participado en la oración mariana. Ante una asamblea recogida en oración, fray José ha rendido homenaje al santo lugar incensando la Gruta en la que se encuentra el altar que lleva impresas las palabras Verbum caro hic factum est. La ceremonia ha concluido con el rezo del Ángelus y la bendición solemne, impartida con el icono de la Anunciación, que se ha llevado después en procesión, en medio de los fieles, hasta la sacristía de la Basílica inferior.
Texto de Caterina Foppa Pedretti
Fotos de Miroslaw Jadlosz