
En este domingo 23 de noviembre, Solemnidad de Cristo Rey, los comisarios de Tierra Santa participaron en la Misa en la parroquia de San Salvador.
Una iglesia llena de niños del catecismo, padres, jóvenes de varios grupos, scouts y no solo, familias y peregrinos.
La celebración, presidida por el párroco fray Rami Asakhrie, contó con la presencia, además de los comisarios de Tierra Santa reunidos para el congreso, también del Padre Custodio fray Francesco Ielpo y de otros frailes de la Custodia de Tierra Santa.

En la Solemnidad de Cristo Rey se cumple el año litúrgico y se revela el corazón de la fe, recuerda fray Rami: todos los reinos construidos sobre la fuerza y el dominio, desde la antigüedad hasta las ideologías modernas, están destinados a caer, mientras que el Reino de Cristo permanece porque está fundado en el amor y el servicio.
Las lecturas nos recuerdan que "no hay amor más grande que dar la vida por los propios amigos" y que la verdadera grandeza está en hacerse servidores. El Buen Ladrón, en la cruz, indica el camino para entrar en este Reino, reconocer a Jesús como único Salvador, tener un corazón humilde y pedir el don del cielo.

Prosigue fray Rami: "Es la misma verdad testimoniada por Santa Josefina Bakhita, que aun habiendo conocido la esclavitud, eligió como único Rey a Aquel que no aplasta sino que salva, que no exige sino que da la vida."
Un llamado que hoy alcanza a cada creyente, dejarse guiar por Cristo en el amor y el servicio.

Por la tarde, divididos por grupos lingüísticos, los frailes comisarios de Tierra Santa se encaminaron hacia el convento de la Flagelación, en el barrio musulmán de Jerusalén, para una visita guiada al Terra Sancta Museum.
Junto a la iglesia de la Flagelación se levanta de hecho el Terra Sancta Museum, un gran proyecto museístico de la Custodia, en continuo desarrollo y que debería ver su finalización en 2026.
Fray Eugenio Alliata, profesor extraordinario de Arqueología Bíblica del Studium Biblicum Franciscanum, guió a los grupos a través de las salas del museo, entre piedras, cerámicas, monedas y objetos de toda procedencia y época.

Hoy el museo preserva y valoriza un raro patrimonio arqueológico y artístico de la cristiandad, un tesoro custodiado por los Franciscanos de la Custodia de Tierra Santa durante más de 800 años.
Los objetos proceden en particular de lugares santos y santuarios como el Santo Sepulcro, Magdala, Cafarnaúm, Tabgha, Dominus Flevit y muchos otros.
Francesco Guaraldi
