El Papa en Chipre: Todos estamos llamados a ser “un solo corazón y una sola alma” | Custodia Terrae Sanctae

El Papa en Chipre: Todos estamos llamados a ser “un solo corazón y una sola alma”

Imaginad un palco, decoradlo con algún icono, telas blancas, un altar y siete candelabros, haced entrar al Santo Padre Benedicto XVI acompañado de todos los patriarcas y obispos católicos de las Iglesias orientales y de la Iglesia latina de Oriente Medio, escuchad los cantos unas veces en gregoriano, otras en árabe, griego y siríaco, añadid una asamblea variada y en las primeras filas los representantes de las otras Iglesias, entre ellas la greco-ortodoxa, mayoritaria en Chipre, su arzobispo Chrysostomos II y el Presidente de la República chipriota, incluid trabajadores emigrantes extranjeros residentes en la isla y tendréis el Palacio de Deportes Elefteria de Nicosia, la más bella de todas las catedrales, la más católica, la más universal, la más emocionante.

Es verdad que la misa de un Papa en tierra ortodoxa no atrae a una gran multitud. Parece que había unos 8.000 fieles en el interior y otros 2.000 en el exterior, aunque ha sido este discreto número, junto a la profesionalidad de las fuerzas de seguridad chipriotas y vaticanas lo que ha dado un caracter íntimo y familiar a la celebración. La deliciosa acogida oriental ha contribuido además a darle al conjunto un toque caluroso y simple, con el máximo respeto.

¡Qué celebración tan espléndida! Y qué gesto magnífico por parte del arzobispo Chrysostomos II subir al altar para recibir el abrazo de paz del Santo Padre y después del arzobispo maronita, Mons. Youssef Soueif.

¡Qué óptima organización! Estudiada y preparada durante meses, como la de la celebración de Pafos y de la parroquia latina franciscana, por los liturgistas de la Custodia y del Vaticano. Este domingo, como ayer, junto a los seminaristas de San Salvador, después de haber preparado todo, lo han retirado posteriormente todo con orden, con limpieza. Están cansados pero felices de que todo se haya desarrollado sin inconvenientes.

De hecho, aparte de la ausencia de Mons. Padovese, presidente de la conferencia de los obispos turcos, asesinado un día antes de la llegada del Santo Padre a Chipre e intensamente presente en la oración del Papa y de la asamblea, no le ha faltado nada a esta celebración. Y sobre todo, no han faltado las palabras del Santo Padre, en su homilía y en el momento de la entrega del Instrumentum Laboris para el próximo Sínodo para las Iglesias de Oriente Medio.

Alguno se sorprendía de que el Papa hubiese venido a Chipre con ocasión de esta publicación, pero su estancia en la isla ha dado las claves para comprender este suceso. Chipre vive todas y cada una de las tragedias y esperanzas del Oriente Medio, vive su propia riqueza y la diversidad eclesial, y el Papa ha venido para celebrar aquí la fiesta del Cuerpo y la Sangre de Cristo porque la Eucaristía se encuentra en el centro de la unidad de la Iglesia. Ha sido este el motivo por el que se ha elegido tal fiesta para entregar este documento de trabajo del Sínodo, que tiene por lema: “Comunión y testimonio”.

Según el Instrumento (véase el documento adjunto): “Los fieles han comprendido claramente el doble objetivo de la Asamblea Especial del Sínodo de Obispos para el Oriente medio: a) confirmar y reforzar a los cristianos en su identidad, gracias a la Palabra de Dios y a los sacramentos; b) reavivar la comunión eclesial entre las Iglesias sui iuris, para que puedan ofrecer un testimonio de vida cristiana auténtica, gozosa y atrayente”. Unos objetivos de los que ya habría dado prueba el viaje del Santo Padre a Chipre, dejando entrever la rica tradición de la Iglesia de Oriente, la posibilidad de una unión en la divesidad a través de la Esperanza y el diálogo en el corazón de una realidad crucial y dolora que se vive en la región.

¡Qué hermoso ha sido este viaje! concluido con una visita a la catedral maronita de Nuestra Señora de las Gracias, en la Puerta de Pafos, donde el Papa fue recibido una vez más por Mons. Youssef Soueif, arzobispo maronita de Chipre. Gracias a este último y a fray Umberto Barato de la Custodia, así como a todos los franciscanos implicados en los preparativos y al Patriarcado latino, se ha realizado una hermosa peregrinación papal que ha constituido un tiempo fuerte para la Iglesia de Chipre y para la de todo Oriente Medio. Hay que reconocer además el trabajo realizado por los frailes de la Custodia que se han acercado hasta Chipre para para ayudar. Para cada uno de ellos ha sido una bella experiencia. Acogidos fraternalmente por la comunidad franciscana de la escuela de la Custodia de Tierra Santa en Nicosia, asistidos por las Hermanas Franciscanas Misioneras del Sagrado Corazón, han podido ofrecer toda su ayuda pues todo estaba dispuesto para facilitar su disponibilidad. No han dejado de trabajar ni un momento, a pesar del cansancio, y sin contar el hecho de que para poder venir han tenido que suspender su período de exámenes. Nuestras oraciones tienen presentes, sobre todo, a los que se tendrán que se examinar de la Licencia en Teología el próximo 18 de junio. Todos han contribuido a fomentar la belleza de este acontecimiento. Gracias.

Con la partida del Papa, las luces que apuntaban sobre Chipre y su Iglesia se han apagado, pero es como si el Santo Padre hubiera tendido un puente entre ellos y nosotros. Nos queda el precioso regalo del Instrumentum Laboris. Este documento refleja bastante bien la manera en la que la Iglesia de Oriente Medio, en el contexto político en que se encuentra, concibe su futuro y sus relaciones tanto con el Islam como con el Judaísmo. “Sí, la historia ha hecho que nosotros nos convirtamos en una “mínima parte”, pero podemos también, con nuestro comportamiento, convertirnos hoy en una presencia que cuenta”, afirma el documento, y el comportamiento en cuestión exige necesariamente una conversión. Queda mucho por hacer y el Sínodo de Octubre deberá marcar las pautas precisas y, quizás, inventar los instrumentos para renovar la vida cristiana en Oriente Medio.

Con gran expectación, el Santo Padre ha dejado el territorio de Chipre pronunciando, con una gran respeto y sin acusaciones, las palabras que el Presidente chipriota y el arzobispo Chrysostomos II estaban esperando. Su paso por Chipre ha devuelto a la luz el papel ejemplar que esta isla puede constituir para todo el Oriente Medio, y su estímulo a la Iglesia católica local se ha prolongado a todas las Iglesias de la región.

Mientras tanto, aquí en Jerusalén esperamos el retorno de los frailes para escuchar sus historias e impresiones.

Mab

◗ Santa Misa con ocasione de la publicación del Instrumentum Laboris de la Asamblea especial para Oriente Próximo del Sínodo de los Obispos - Pabellón de Deportes Eleftheria (Nicosia, 6 de junio de 2010)

◗ Entrega del Instrumentum Laboris de la Asamblea especial para Oriente Próximo del Sínodo de los Obispos - Pabellón de Deportes Eleftheria (Nicosia, 6 de junio de 2010)

Para seguir y comprender mejor la visita del Santo Padre podéis consultar la sección “El Papa en Chipre” de nuestro sitio web, actualizada con los videos del Franciscan Media Center, y además el sitio web de la editorial de la Custodia en Milán: www.terrasanta.net
y
http://www.papalvisit.org.cy/cgibin…
y
www.lpj.org