El Fuego Santo de la Pascua Ortodoxa | Custodia Terrae Sanctae

El Fuego Santo de la Pascua Ortodoxa

Según el calendario juliano, este año la Pascua de las iglesias ortodoxas se celebra el 15 de abril, a una semana exacta de la indicada por el calendario gregoriano.
Después de la fiesta de los católicos el Santo Sepulcro vuelve a acoger grandes multitudes de fieles y peregrinos. En los días que preceden a la Pascua ortodoxa la Ciudad Vieja y las zonas cercanas a la basílica se llenan, tanto que es necesario coordinar un servicio de orden con la Policía, que se ocupa de regular los accesos a la iglesia.

Son muchos los peregrinos llegados desde Europa del Este, pero es impresionante sobre todo el número de egipcios, llegados en masa a Jerusalén, muchos de ellos por primera vez en su vida.

Estoy contenta, muy muy contenta. He visitado estos lugares verdaderamente bellos y se lo agradezco al Señor… ¡estoy contenta! Era el sueño de toda mi vida”.

Es la primera vez que visito Tierra Santa, es una gran alegría, una alegría, una alegría… ¡la alegría de los Lugares Santos! No puedo decir otra cosa, solo que he experimentado esta gran alegría

Miel… es una tierra de miel… y lo veré siempre, lo veré todo el año! Porque amo visitar esta tierra pura, santa, tomar su bendición…

Una multitud variada… muchos monjes y fieles de Rusia y de países limítrofes, cristianos ortodoxos locales, muchos cristianos etíopes… Estaban también los católicos, como esta familia francesa que ha querido estar aquí para orar por la unidad de los cristianos:

Hemos venido a pasar la Pascua junto a los ortodoxos para mostrar nuestra buena voluntad hacia la unidad”.

Vengo desde Serbia con un grupo de peregrinos serbios… estamos aquí sobre todo por la Pascua y también por este acontecimiento extraordinario que sucede el sábado, este fuego bendito…

El acontecimiento del fuego santo, en el día de la Vigilia de la Pascua ortodoxa, es el momento más multitudinario entre los cristianos, preparados desde el amanecer del sábado santo para intentar conseguir un sitio dentro de la Basílica del Santo Sepulcro. Muchos están dispuestos a permanecer en pie durante horas y horas solo para poder estar presentes y estar entre los primeros en recibir el fuego bendito que saldrá de la Tumba de Cristo gracias a un acontecimiento que algunos consideran milagroso.

El ambiente, dentro del Sepulcro es de expectación y de fiesta. De tanto en cuanto desde uno de los pasillos de la basílica se alzan cantos aislados, mientras que los grupos más jóvenes entonan largos estribillos, réplicas y respuestas con gran cantidad de tambores junto a la edícula que alberga la tumba vacía.

Hacia el mediodía empiezan a llegar las comunidades religiosas, los coptos, los sirios, los armenios y los griegos ortodoxos. Son estos últimos los que tienen prioridad en esta ceremonia, de la que se tiene noticia ya en los primeros siglos de la era cristiana.

La puerta de la edícula, que está sellada con una mezcla de miel y cera, se reabrirá solamente para hacer entrar al Patriarca ortodoxo, seguido por los armenios. Poco antes, durante las tres vueltas de procesión entorno a la Tumba, todas las luces de la Basílica se habían apagado…

El patriarca greco ortodoxo de Jerusalén entra en la Tumba después de ser despojado de sus vestiduras. Después de una silenciosa espera de algunos minutos, por los orificios laterales de la edícula se empiezan a pasar las primeras velas encendidas y el fuego se propaga rápidamente, de mano en mano, mientras toda la Basílica se ilumina de esta llama, para algunos de origen milagroso, sin duda bendecida porque sale del Sepulcro que fue lugar de la Resurrección.