El cardenal de Sevilla, Carlos Amigo, peregrino en Tierra Santa | Custodia Terrae Sanctae

El cardenal de Sevilla, Carlos Amigo, peregrino en Tierra Santa

El Cardenal de Sevilla, el franciscano Carlos Amigo, ha vuelto una vez más - y son ya muchas - como peregrino a Tierra Santa, a beber en las fuentes de la fe y a visitar a la Iglesia Madre de Tierra Santa. Esta vez, el ilustre Purpurado estaba acompañado por 420 peregrinos, una nutrida representación de la diócesis hispalense, entre los que abundaban los miembros de las Hermandades.

Este grupo de creyentes sevillanos participaron con entusiasmo en la peregrinación, porque como cristianos sencillos celebraban con gozo el sentirse inmersos en medio de una multitud de hermanos, caminando juntos al encuentro del Señor que los esperaba en su Tierra.
Nazaret, donde “el Verbo se hizo Carne” y comenzó todo, Belén, donde “Jesús nació de la Virgen María”, Getsemaní, donde el Señor nos mostró que su dolor está unido al amor hacia todos los hombres, el Calvario y el Sepulcro Vacío, donde resonó el anuncio esperanzador de la resurrección de Cristo: todos son lugares y momentos en los que es posible el encuentro de cada peregrino con el Señor, siguiendo sus huellas, pasando por donde Él pasó.

Momentos culminantes de la peregrinación sevillana fueron la entrada solemne del Cardenal con todos los peregrinos en el Santo Sepulcro cantando el Te Deum y la veneración posterior de la Tumba Vacía del Señor, animados – “no tengáis miedo” – por las palabras del P. Artemio Vítores, Vicario de la Custodia de Tierra Santa, y la Santa Misa celebrada en la parroquia franciscana de San Salvador, en Jerusalén.
Los peregrinos, iluminados por la espiritualidad de Mons. Amigo, quisieron así agradecer la labor de los hijos de San Francisco, gracias a los cuales se han conservado los Santos Lugares de nuestra Redención y se han recuperado las piedras vivas que son los cristianos de Tierra Santa.

Algunos de estos hermanos franciscanos, Fr. Nicolás Márquez, Fr. Rafael Sube, Fr. Aquilino Castillo, Fr. Carlos Molina, Fr. Marcelo Cicchinelli guiaron y animaron con su sabiduría y piedad a los peregrinos sevillanos.

Aunque cada vez sea más difícil, al menos esta vez se hizo realidad esa frase tan comentada: “¡A Tierra Santa con los franciscanos!”.

Fra Artemio Vítores ofm