Hay muchas de ayudar a la Custodia de Tierra Santa y hay muchas formas de sentirse cercano a los cristianos de estos lugares. Hay quien lo ha hecho cantando, ofreciendo su presencia, voz y competencia musical en las celebraciones de la Semana Santa y de Pascua. Todo ello gracias a una relación de amistad.
El coro “Stella Nova” nació en Milán hace, más o menos, tres años. Todo surgió de una experiencia de la escuela “María Auxiliadora”, un instituto privado de educación elemental. Al núcleo original, los estudiantes, se han unidos madres y padres hasta la composición actual que cuenta con treinta adultos y otros tantos chicos, todos ellos dirigidos por el maestro Gabriele Olivetti. Precisamente él, hace aproximadamente un año,durante un viaje a Tierra Santa, creó las bases para la colaboración del coro “Stella Nova” con la Custodia en los días pascuales.
“Conocí al padre Armando Pierucci -dice Gabriele-, que me invitó a visitar el Instituto Magníficat. Hemos seguido en contacto y, a mi propuesta de traer aquí al coro que dirijo para celebrar algún concierto, él me invitó a participar en el Tríduo. Una carta conmovedora en la que me decía que seríamos, junto con ellos, los custodios de los Santos Lugares. No podía decirle que no”.
En enero comenzó un intenso programa de preparación para cantar en el Santo Sepulcro, Getsemaní, sobre las piedras de la Pasión, de la Muerte y Resurrección de Jesús.
“Ha sido una gran emoción encontrarnos en estos lugares y nos ha impresionado la grandeza de lo que se vive aquí durante el Tríduo. Nos esperábamos una atmósfera más recogida pero nos hemos encontrado con una confusión de distintos ritos que se mezclaban en la Basílica del Sepulcro y muchísima gente. Nos hemos encontrado con una imagen auténtica, real, libre del misticismo”.
También ha sido una hermosa experiencia para los componentes más jóvenes del coro, que no han formado parte en primera persona en las celebraciones pero que han tenido la posibilidad de estar presentes, de visitar la escuela y de conocer al padre Armando. Todos juntos, grandes y pequeños, han viajado a Nazaret, Jericó, Belén y el Mar Muerto bajo la guía del padre Frédéric Manns.
“Le damos las gracias de todo corazón, y junto a él a todos los frailes, que han sido realmente hospitalarios con nosotros. Sin embargo, queremos dar las gracias especialmente al padre Armando y a Tommaso Saltini, de ATS pro Terra Sancta, que han sido nuestros primeros interlocutores con la Custodia”.
Texte de Serena Picariello
El coro “Stella Nova” nació en Milán hace, más o menos, tres años. Todo surgió de una experiencia de la escuela “María Auxiliadora”, un instituto privado de educación elemental. Al núcleo original, los estudiantes, se han unidos madres y padres hasta la composición actual que cuenta con treinta adultos y otros tantos chicos, todos ellos dirigidos por el maestro Gabriele Olivetti. Precisamente él, hace aproximadamente un año,durante un viaje a Tierra Santa, creó las bases para la colaboración del coro “Stella Nova” con la Custodia en los días pascuales.
“Conocí al padre Armando Pierucci -dice Gabriele-, que me invitó a visitar el Instituto Magníficat. Hemos seguido en contacto y, a mi propuesta de traer aquí al coro que dirijo para celebrar algún concierto, él me invitó a participar en el Tríduo. Una carta conmovedora en la que me decía que seríamos, junto con ellos, los custodios de los Santos Lugares. No podía decirle que no”.
En enero comenzó un intenso programa de preparación para cantar en el Santo Sepulcro, Getsemaní, sobre las piedras de la Pasión, de la Muerte y Resurrección de Jesús.
“Ha sido una gran emoción encontrarnos en estos lugares y nos ha impresionado la grandeza de lo que se vive aquí durante el Tríduo. Nos esperábamos una atmósfera más recogida pero nos hemos encontrado con una confusión de distintos ritos que se mezclaban en la Basílica del Sepulcro y muchísima gente. Nos hemos encontrado con una imagen auténtica, real, libre del misticismo”.
También ha sido una hermosa experiencia para los componentes más jóvenes del coro, que no han formado parte en primera persona en las celebraciones pero que han tenido la posibilidad de estar presentes, de visitar la escuela y de conocer al padre Armando. Todos juntos, grandes y pequeños, han viajado a Nazaret, Jericó, Belén y el Mar Muerto bajo la guía del padre Frédéric Manns.
“Le damos las gracias de todo corazón, y junto a él a todos los frailes, que han sido realmente hospitalarios con nosotros. Sin embargo, queremos dar las gracias especialmente al padre Armando y a Tommaso Saltini, de ATS pro Terra Sancta, que han sido nuestros primeros interlocutores con la Custodia”.
Texte de Serena Picariello